DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA EN LAS AULAS

Perros contra el 'bullying': los confidentes que reducen el estrés y ayudan a las víctimas

El veterinario y profesor universitario Jaume Fatjó explica que el contacto físico con los canes "reduce el estrés" de los acosados, que encuentran en su mascota "un confidente siempre disponible"

Noa, víctima de 'bullying', junto a su perro, Valder.

Noa, víctima de 'bullying', junto a su perro, Valder. / MARC ASENSIO

Avalada por la evidencia científica, la terapia con animales puede ayudar a las víctimas de 'bullying', un infierno que sufren el 6,2% de los estudiantes de primaria y ESO, según un estudio universitario. Tener un perro propio o asistir a terapia con animales no es una varita mágica, no hace que el acoso escolar desaparezca. Pero funciona. ¿Por qué?

“El animal de compañía es un enriquecimiento de la red social. Puede ayudar a la víctima a salir adelante y a que, por ejemplo, se atreva a denunciar o a contar a otras personas lo que está pasando. En otros casos, la víctima puede establecer nuevas relaciones personales al conocer a otra gente que también tiene mascotas”, explica Jaume Fatjó, veterinario, etólogo y profesor universitario.

"El animal de compañía puede ayudar a la víctima a salir adelante y que, por ejemplo, se atreva a denunciar o a contar a otras personas lo que está pasando"

Jaume Fatjó

— veterinario, etólogo y profesor universitario

El animal de compañía goza de unas características únicas, especialmente útiles en el caso de situaciones complicadas que tienen que ver con la salud mental infantojuvenil, como el acoso escolar, un grave problema que convierte a la víctima en una persona aislada, frágil y vulnerable.

"Siempre está cuando lo necesito"

Una de esas características es su absoluta disponibilidad. “‘Siempre está cuando lo necesito’ y ‘nunca me falla’ son dos frases que escuchamos siempre decir a las víctimas”, explica Fatjó, profesor del departamento de Psquiatría y Medicina Legal de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), donde dirige la cátedra Fundación Affinity de Animales y Salud.

Romper el silencio

Los adolescentes que sufren acoso escolar suelen sentir vergüenza y no se desahogan con nadie, tampoco con sus padres, a quienes no quieren preocupar. Los testigos tampoco suelen abrir la boca. La ley del silencio, de hecho, es una de las barreras más importantes a la hora de luchar contra el 'bullying', aunque el primer estudio oficial sobre el hostigamiento en las aulas en España, realizado el año pasado por investigadores de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), reveló que las cosas están cambiando un poco. Ante una situación de acoso, dos de cada tres alumnos y alumnas de primaria (65,8%) que no son víctimas pero sí son testigos de los hechos no se quedan callados sino que comunican lo que está pasando. La mayoría (30,9%) se lo comenta a un docente mientras que un 20% se lo dice a su familia y un 14,8% a un compañero.

“Si una víctima no se lo cuenta a nadie más que a su perro, este se convierte en su único confidente, algo básico dado que contar el sufrimiento es fundamental desde el punto de vista de la psicología”, aclara el veterinario.

Tener un perro también brinda, además, la posibilidad de hacer otras actividades importantes para las víctimas, como jugar o dar paseos. “Otra característica es el contacto físico con el animal, algo que disminuye el estrés. Es una especie de relajante natural”, añade el profesor universitario, que subraya que los niños y las niñas acosados pueden reforzar su autoestima al sentirse cuidadores de sus animales.

Perros en colegios

La terapia con animales no siempre implica vivir con un perro propio sino que incluye a los perros específicamente entrenados para la terapia. “Uno de nuestros programas consiste en que un grupo de terapeutas visitan un centro escolar acompañados de perros de terapia y aprovechan esa dinámica para tratar aspectos que tienen que ver con el 'bullying'. Por ejemplo, el respeto a la diferencia, el trato amable y la cooperación”, explica el responsable de la cátedra universitaria de Animales y Salud, que también tiene otro proyecto de terapia animal para pacientes ingresados en la UCI del Hospital del Mar.