CRÓNICA ATLÉTICO 1 - 0 ATHLETIC

El Atlético cede los colores al Athletic pero Griezmann retiene la victoria

Los de Simeone vencen a los de Valverde con un tanto del francés en un partido donde los locales vistieron la camiseta rojiblanca por su 125 aniversario

Depay fue un eficaz socio para el 'Principito', Oblak sostuvo a su equipo ante las acometidas de los 'Leones' y Reinildo desplegó su fortaleza en los cortes

Denís Iglesias

Denís Iglesias

En mundo tan polarizado, también en el fútbol, prolegómenos como los del Metropolitano son reconfortantes. Como homenaje al 125 aniversario del Athletic, el Atlético le cedió al club del que nació la camiseta rojiblanca, pero retuvo los tres puntos con un gol de Griezmann. El equipo vasco ejerció de local en el verde, donde los teloneros fueron jugadores que militaron en ambas entidades. Pero como dicta el himno 'atlético', nada más iniciarse el duelo, los contendientes "lucharon como hermanos".

La contienda fratricida se resolvió con el regreso al trono de la anotación del Principito, regente en asistencias, las que ahora le quiere regalar Memphis. Un revulsivo con el que el Atlético mejora y que hubiera sido un gran recurso cuando el Atlético se jugaba algo más que ser tercero en LaLiga. Triunfos como el conseguido contra el Athletic evidencian elementos de categoría con los que mantener un futuro al alza. Ahí está el todoterreno Reinildo o la caravana Oblak en los que se engancha todo el planteamiento defensivo.

JULEN, TITULAR

Fue un partido que empezó con un ritmo alto, donde el Atlético y el Athletic se disputaron el cuero, forzando errores rivales que obligaron a la máxima atención de las defensas. Buena muestra de ello fue el cántico a favor de Reinildo que coreó el feudo colchonero después de una exhibición en la primera parte, donde el mozambiqueño achicó aguas contra un ataque audaz. Haría un bis la granda en la segunda mitad. Valverde presentó una libreta con múltiples jugadas ensayadas mientras esperaba el brillo de Sancet.

La gran novedad en el once del Athletic fue Julen Agirrezabala. El meta gozó de minutos como titular para obtener el máximo rodaje de cara a la semifinal de Copa contra Osasuna. Estuvo firme en la mejor ocasión de la que gozaron los de Simeone en el primer acto. Frustró la definición de Carrasco, que no vio a Llorente, totalmente solo en la derecha. El belga, obsesionado con reivindicarse, pecó de individualismo en varias acciones. Correa había descubierto una vía de agua en la fortaleza de Los Leones, pero estos se rearmaron.

En este ejercicio de intensidad, Dani García cometió una dura entrada sobre Nahuel que pudo ser de cualquier color. Llamó la atención que Giménez sustituyó a Oblak en un lanzamiento de puerta en el minuto 20. ¿Problemas en el salvavidas del Atlético? Despejó las dudas atrapando al borde del descanso un cabezazo de Sancet, el atrapalotodo del Athletic. Ritmo sin goles, casi que el pan de cada día en cualquier primera parte del club madrileño.

DEPAY, EL MEJOR SOCIO

Hay una obsesión en LaLiga, como en el resto de competiciones, por acreditar los mejores guarismos de goles. Pero el buen ejercicio de los porteros también contribuye al espectáculo. Con la marcha más que impuso el Atlético tras la reanudación aparecieron las combinaciones para el gol, anuladas con grandes intervenciones de Agirrezabala y Oblak. Cansados del tedio del intercambio de golpes fallidos, Valverde y Simeone iniciaron el mercado de las sustituciones.

El Cholo mantuvo a Griezmann en el campo y dio entrada a Memphis. La mezcla de intereses ofensivos fue triunfal. En el minuto 75, el francés enhebró una pared con el neerlandés para destrozar la línea defensiva del Athletic. Nada pudo hacer Julen ante la agitación del Principito, que se liberó de la sequía de las últimas jornadas. Es la alternativa que decide los partidos, el brillo en un firmamento donde las estrellas han dejado de tener nombre.

Va a tener Griezmann un gran socio en Depay, que en la acción posterior al gol expresó su talento con otro pase victorioso que Morata no acertó a concluir. Consciente de que el Atlético no encuentra esta temporada la argamasa, Simeone no descuidó a la grada ni tras el 1-0. Le pidió lo máximo, ejerciendo de director de una orquesta que afinó para dar a los suyos un apoyo que no regala. El Atlético cedió los colores, pero retuvo lo más importante, tres puntos para acechar el podio de LaLiga.