PATROCINIO DEPORTIVO

La economía del Atlético sufre un nuevo golpe con el 'criptofiasco' de WhaleFin: "El fútbol es cortoplacista"

La plataforma de 'trading' digital, principal patrocinador del equipo rojiblanco, con el que suscribió un acuerdo de cinco años (a razón de 40 por curso), atraviesa una grave crisis

Amber Group, matriz de la marca, ha despedido a la mitad de la plantilla de su sede central y según 'Bloomberg' ya ha cancelado un contrato similiar que tenía con el Chelsea

Enrique Cerezo, presidente del Atlético, junto a los capitanes rojiblancos y Michael Wu, CEO de Amber Group, en la presentación del patrocinio.

Enrique Cerezo, presidente del Atlético, junto a los capitanes rojiblancos y Michael Wu, CEO de Amber Group, en la presentación del patrocinio. / ATLÉTICO DE MADRID

Denís Iglesias

Denís Iglesias

El 17 de julio 2022, Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, presentaba el acuerdo de patrocinio con WhaleFin, la plataforma de trading digital de Amber Group. Lo hacía acompañado de Michael Wu, CEO de la compañía especializada en criptomonedas con sede en Hong Kong. "Iniciamos una nueva era para evolucionar y posicionarnos a la vanguardia del mundo digital", ambicionaba Cerezo. "Los seguidores rojiblancos tendrán un metaverso donde coleccionarán productos digitales", añadía Wu.

Apenas un semestre después, el 'Atletiverse' está a punto de colgar el cartel de cerrado por la crisis que sufre Amber Group, con quien el Atlético había firmado un acuerdo por cinco años para lucir como 'main sponsor' en la camiseta rojiblanca (discutida por su diseño). A falta de confirmación oficial, WhaleFin tan solo habrá abonado el pago del primer curso: 42 millones de euros. El acuerdo superaba con creces los 15 millones que había pagado Plus 500 (bróker digital), el anterior patrocinador, en los cuatro ejercicios previos.

EL FTX, PRINCIPIO DEL FIN

La situación financiera de Amber Group se ha deteriorado en los últimos meses, en los que el sector de las criptomonedas ha sufrido un descenso en cascada tras la bancarrota de FTX, una de las plataformas más importantes. La compañía, con sede en Bahamas, había logrado convertirse en sponsor nominativo del Miami Dade Arena, donde juegan los Heat (NBA) y había llegado a asociaciones millonarias con deportistas de primer nivel como Tom Brady.

Por si fueran pocas las señales del riesgo, el Atlético recibió la definitiva cuando en diciembre Bloomberg informó de que WhaleFin dejaba de patrocinar al Chelsea. Su matriz, Amber Group, acababa de rescindir a la mitad de la plantilla de su sede central. Como en el caso de los rojiblancos, el acuerdo de esponsorización con el club inglés databa de verano. La ruptura de los patrocinios de esta plataforma es un capítulo más dentro del aluvión de pactos que se han establecido en los últimos años entre las compañías deportivas y digitales.

La asociación masiva reproduce ciclos como los que se firmaron con empresas de telecomunicaciones a comienzos de los 2000 o más recientemente la red que se había tejido con las casas de apuestas. Compañías como Betway, asociada con cinco equipos de LaLiga, se quedaron fuera de las camisetas tras la normativa aprobada por el consejo de ministros que se hizo efectiva en la temporada 2021/2022. Aquello provocó un agujero de unos 90 millones de euros que fue aprovechado en parte por la economía digital.

Entre los nuevos que entraron, la turca Bitci, que acabó denunciada por el Espanyol tras incumplimiento de los plazos de pago. También fue el main sponsor de, por ejemplo, el Baskonia de la ACB y que compite en Euroliga. Vistas las idas y venidas, ¿por qué equipos de primera fila como el Atlético o el Chelsea apuestan por firmar patrocinios a largo plazo con empresas como WhaleFin? "Porque la industria del fútbol es cortoplacista. Necesitan el capital de inmediato, no piensan en lo que sucederá en seis años", explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Ivan Cabeza, profesor del departamento de Economía y Empresa de la Universitat de Barcelona y CEO de Unlock.

Hasta la quiebra de FTX, las criptomonedas vivían un momento dorado, con inversiones de 2.400 millones de dólares y un horizonte de 16.000 millones dentro del márketing deportivo para 2026. Para Cabeza, se ha producido una tormenta perfecta. De un lado, equipos como el Atlético de Madrid con necesidad de liquidez inmediata.

DELICADA SITUACIÓN ECONÓMICA

Del otro, el mundo 'crypto', compuesto por "proyectos que han hecho mucho dinero en los últimos años partiendo desde una valoración cero". Cabe recordar que la entidad rojiblanca atraviesa una delicada situación económica que arrastra desde el verano, cuando fue incapaz de cerrar salidas importantes, algo que simplemente ha parcheado en invierno (con salidas como la de Joao Félix, a préstamo en el Chelsea).

A esto hay que sumarle el varapalo de la prematura eliminación de cualquier competición europea. El resultado es un agujero que ronda los 50 millones en una entidad que este año se ha quedado para todo el tramo final de temporada con el único objetivo deportivo de volver a clasificarse para Champions. El 'criptofiasco' con WhaleFin obliga al Atlético a buscar otro patrocinador principal, al que llegará en unas condiciones menos ventajosas por el fracaso de este acuerdo, que debilita la marca.

"Cuando tienes el presupuesto cubierto, te puedes plantear planes a tres o cuatro años, cuando tienes que cumplir con el mismo, simplemente ponderas las cantidades que ofrece una u otra marca", asegura Cabeza, quien considera que fracasos como el de WhaleFin puede ser el final de una primera era, "pero no se puede generalizar con todas las empresas de economía digital ni meterlas en el mismo saco que las de criptomonedas, porque seguro serán muy importantes en los patrocinios".

DIFÍCILES DE PERSEGUIR

Aunque para esta nueva etapa, deberán darse cambios en las compañías de criptomonedas. "Estamos hablando actualmente de empresas descentralizadas, que no están constituidas como sociedades mercantiles. Por lo tanto, para un club, firmar un contrato por cinco años con una entidad jurídica así, es un riesgo. Son muy difíciles de perseguir. Asociarte con ellas también tiene un riesgo reputacional, porque lo más seguro es que cumplan con el contrato", explica el profesor de economía de la Universitat de Barcelona, anticipando el fracaso ante posibles medidas legales que pueda llevar a cabo el Atlético por incumplimiento de contrato.

Para las empresas de 'criptoactivos', el consumidor de la industria deportiva es muy atractivo. Aunque son industrias diferentes, algunos rasgos coinciden con los clientes de las casas de apuestas. "Es un sector donde los clientes son fans, apóstoles de sus marcas, que tienen sentido de pertenencia", describe Cabeza. Algo similar sucede con los inversores en criptomonedas, que habitualmente enarbolan la bandera de las divisas en las que invierten, utilizando hashtags que ponen en sus nombres de usuario.

Por tanto, a pesar del varapalo, la economía basada en el 'blockchain' está enraizada ya en los clubes mundiales. Otra muestra son los token fans o los NFT que han sacado prácticamente todos los equipos, a excepción del Real Madrid, con un planteamiento de patrocinio conservador que, a juicio de Cabeza, cambiará por el efecto arrastre que provoca la espiral de un deporte en constante búsqueda de liquidez. Aunque esta sea una carrera de obstáculos por la que se transita a toda velocidad.