"A veces me trataban como a un sirviente": ¿qué le pasa al críquet con el racismo?

El racismo vuelve a sobrevolar el críquet, esta vez en Escocia. Tras varias denuncias, la Agencia Nacional de Deportes del país encargó en diciembre de 2021 una revisión independiente que ha concluido con 448 ejemplos que demuestran "racismo institucional".

"Sentí que a veces me trataban como a un sirviente personal", ha asegurado el jugador Qasim Sheikh durante la presentación de la revisión este lunes, 25 de julio. "Ahora soy mucho más consciente del color de mi piel y del hecho de que nací en este país pero vengo de un entorno inmigrante", contó por su parte Parvase Majeed, quien fue árbitro del Western District Cricket Union, a la BBC. Él, que está tomando acciones legales por discriminación, afirma que sus experiencias en el cricket le han "impactado profundamente".

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La encargada de hacer esta revisión fue la organización Plan4Sport. Como parte del proceso de investigación independiente, el equipo quiso hablar con cualquier persona que hubiera sido tratada de manera diferente debido a su raza o que haya enfrentado racismo dentro del cricket en Escocia. Esto incluía a jugadores, administradores, árbitros, personal y voluntarios antiguos y actuales. También englobaba a cualquier otra persona que tuviera información o evidencia que pudiera contribuir. Invitaban a todos, aunque pensasen que "su experiencia era demasiado pequeña o insignificante". "El racismo y la discriminación racial pueden tomar muchas formas, incluido el abuso físico, los insultos directos, el trato diferente comparable con otros grupos, como tener menos oportunidades, o la exclusión basada en el color de la piel o el origen étnico", destacaba Plan4Sport.

Tras estos seis meses, la opinión de la organización "es clara": "Las prácticas de gobierno y liderazgo de Cricket Scotland (Críquet Escocia) han sido institucionalmente racistas", ha asegurado la directora general de Plan4Sport, Louise Tideswell.

“Durante el período de revisión, hemos visto la valentía de tantas personas que se presentaron para compartir sus historias que claramente habían impactado en sus vidas. Personas que han amado el críquet y que, a pesar de los muchos retrocesos, continuaron intentando progresar; árbitros que dedicaron tantas horas a pesar de que el ascenso nunca llegó; y jugadores que vieron o escucharon racismo y hostilidad, pero continuaron jugando", ha resaltado en la presentación.

O se olían el resultado, o directamente sabían lo que iba a ocurrir, porque solo un día antes, el domingo 24 de agosto, toda la junta de Cricket Scotland renunció con una declaración en la que se disculpaban "con todos los que han experimentado racismo o cualquier otra forma de discriminación".

Conclusiones "profundamente preocupantes"

Entre los hallazgos aparece que el 62% de todos los encuestados habían experimentado, visto o les habían informado incidentes de racismo, desigualdades o discriminación. Además, "todas las personas que plantearon problemas fueron marginadas o ignoradas".

Stewart Harris, director ejecutivo de Sportscotland, ha descrito las conclusiones del informe como "profundamente preocupantes y en algunos casos impactantes". Gordon Arthur, que ha asumido el cargo de director ejecutivo interino de Cricket Escocia este mes, se ha comprometido a "abordar el pasado, reparar el deporte y garantizar que la historia no se repita".

Una historia que se dio hace solo unos meses en Inglaterra. El exjugador del Yorkshire, Azeem Rafiq, afirmó ante un comité del Parlamento británico que estuvo "cerca de quitarse la vida". Aseguró que no podía imaginarse como padre dejar que sus hijos jugaran al críquet dada su experiencia.

También explicó lo que había supuesto para él haber contado en público su historia de racismo en el deporte. Muchas personas importantes en el mundillo se le echaron encima y defendieron a los responsables que negaban la discriminación, pero Rafiq se alzó como la voz de otras tantas experiencias parecidas.

Nueva Junta inclusiva

Ahora, gracias al informe, Cricket Scotland tiene que afrontar varios cambios. Uno de ellos pasa por hacer un proceso para reclutar antes del 30 de septiembre a nuevos miembros independientes de su Junta. Como mínimo debe haber un 40% de hombres y un 40% de mujeres. Además, al menos la cuarta parte tienen qeu ser "personas de raza negra, del sudeste asiático u otros grupos éticos mixtos o múltiples".

El objetivo es acabar con esta lacra que lleva años coleando sobre el deporte británico y que ha tenido un impacto profundo entre tantos implicados.