Lectura

Cómo la España de 2021 se explica desde el Madrid de 1983

El libro de Arturo Lezcano 'Madrid 1983' repasa uno de los años más convulsos en la historia de la capital, cuando entre quinquis, modernos y catástrofes cristaliza un tipo de desarrollo social y urbanístico que todavía padecemos. Un buen antídoto contra la nostalgia de nuevo cuño.

Colegas, la película de Eloy de la Iglesia (1984)

Colegas, la película de Eloy de la Iglesia (1984)

Eduardo Bravo

Si hubiera que elegir un año clave en la historia reciente de España, la decisión no sería fácil. En la pugna coincidirían 1981 —año del golpe de Estado—, 1982 —el Mundial de fútbol y la mayoría absoluta del Partido Socialista—, 1986 —con su referéndum de la OTAN— e incluso 1992 —año de fastos y antesala de una grave crisis económica—. Sin embargo, como sucede en las carreras de caballos, en la historia de España hay un tapado que, no siendo favorito, se crece en la pista y llega a la meta aventajando al resto de la partida: 1983.

En 1983 se produjeron dos accidentes de aviación y el incendio de la discoteca Alcalá 20. Se celebró la boda de Lolita, Andy Warhol visitó España, se expropió Rumasa, Las Vulpes indignaron a la carcunda patria y Eduardo Benavente falleció en accidente de automóvil. 1983 fue el año de la desaparición de Santiago Corella, El Nani, a manos de una mafia policial, el de la condena a Rafi Escobedo, el secuestro de Segundo Marey por el GAL y el gol de Señor.

El principio de todo esto

"Para bien o para mal, en el 83 se establecen las bases de lo que vivimos hoy. Es un año en el que se empezaron a cambiar las estructuras anacrónicas del Estado, como el ejército, la policía e incluso la judicatura porque, aunque los jueces jóvenes que entraron en esa época no es que fueran precisamente del PCE, sí es cierto que no tenían que ver con la generación anterior. También es el año de los ayuntamientos del cambio, el primer año de la Asamblea de Madrid y, desde el punto de vista cultural, la movida ya está institucionalizada», explica Arturo Lezcano (A Coruña, 1976), periodista que acaba de publicar Madrid 1983 (Libros del KO, 2021).

Accidente del Jumbo de Avianca en Mejorada del Campo (Madrid), en 1983

Accidente del Jumbo de Avianca en Mejorada del Campo (Madrid) en 1983, que tuvo 181 víctimas mortales. / Álvaro Monge

"Pone Madrid, pero podría poner Coruña, Bilbao, Valencia o cualquier ciudad de España. Aunque hayas nacido en el 73, en el 76 o en el 78, si tenías diez años e ibas al parque, posiblemente te atracasen, o vieras cómo la policía se extralimitaba, o a alguien dando un tirón a un bolso. Además, aunque ya en esa época existían las autonomías y el Estado descentralizado, Madrid seguía siendo clave en muchas cosas. Daba igual que fueras un banco, una empresa, un partido político o un grupo armado como ETA: era necesario que tuvieras tu “embajada” en Madrid".

Aunque es gallego, Lezcano despliega un asombroso conocimiento de la realidad de la capital. Especialmente sobre esas pequeñas ciudades que conviven dentro de la gran ciudad y que, en muchos casos, son fruto del urbanismo posterior a la Guerra Civil. Ese que, conscientemente, diseñó un territorio segregado que dejaba patente quiénes fueron los vencedores y quiénes los vencidos. "Madrid se explica desde esos edificios de bloques construidos por José Banús, desde Carabanchel —que fue frente de guerra durante los tres años de Guerra Civil— y desde la M-30 que, aunque en los 70 y 80 estaba todavía sin terminar, divide la ciudad hasta el punto de que a una persona que se haya criado en Chamberí, no se le haya perdido nada en Moratalaz".

Un país de propietarios

José Luis ArreseQueremos un país de propietarios, no de proletarios".

En los 90, todo nos llevaba a comprar porque las ventajas fiscales eran brutales.

"Arrese procedía del núcleo duro del falangismo. Llegó a dar discursos anticapitalistas, contra la oligarquía, muy en la línea de los años 30. Sin embargo, con el paso del tiempo se dio cuenta de que se tenía que recolocar porque, si no, los ministros del Opus se le comían las papas. Es entonces cuando dice que la propiedad privada y el hogar son la base cristiana de la familia y la familia es la base cristiana del franquismo", recuerda Lezcano, convencido de que la situación actual, madrileña y española, procede de ahí. "En los 90, a los que intentábamos abrirnos camino en el mercado laboral todo nos llevaba a comprar porque las ventajas fiscales eran brutales. Cuando la gente ya no pudo adquirir viviendas en los centros de las ciudades gentrificados, compraron en esa 'España de las piscinas' de la que habla Jorge Dioni López, pero compraron. Por eso, da que pensar qué hubiera sucedido si a la clase media de los 80, que con su salario pudo dar la entrada del piso y el coche, se le hubiera planteado una política de alquileres como en otros países europeos que, sin ser alquileres sociales, les hubiera permitido un acceso a la vivienda más lógico y equitativo".

Las colmenas de la M30 impulsadas por José Banús durante el mandato de Arrese, en una escena de la película de Pedro Almodóvar Qué he hecho yo para hacer esto, de 1984.

Las colmenas de la M-30 impulsadas por José Banús durante el mandato de Arrese, en una escena de la película de Pedro Almodóvar Qué he hecho yo para merecer esto, de 1984. / Fotograma de la película

La casualidad ha querido que Madrid 1983 llegue a las librerías en mitad de una ola de opinión que reivindica los años 80 con una mirada edulcorada, amable y acrítica. Si bien nunca fue su intención, el libro de Lezcano prueba que esa pretendida Arcadia cimentada en la nostalgia está muy alejada de la realidad.

"No quiero entrar en debates porque es un tema que precisa muchos matices. Lo que sí creo es que la nostalgia no es tanto por los 80, sino por la infancia. Incluso si viviste tus primeros años en Berlín en 1945, tendrás nostalgia de esa época. Personalmente, no hay más que ver la violencia que había en las ciudades para darse cuenta de que fueron años durísimos", apunta Lezcano, que no niega que, durante los ochenta, España se modernizó. "Habrá que ver cuál es el matiz que cada uno le da al término modernizar pero, en mi opinión, del año 83 al 86 está la clave de la España contemporánea: ahí se dilucida el pacto agrícola con Francia que permite nuestra entrada en la Comunidad Económica Europea y provoca un cambio en la política de Francia respecto a ETA. También se acepta el escudo de misiles de la OTAN, se produce la reconversión, se fusionan bancos, se potencia el modelo de sol y playa…Todo eso hizo que los 80 fueran muy duros. El problema es que, si esas dificultades hubieran servido para que los cimientos de la casa fueran sólidos, perfecto. Sin embargo, cuando uno se pregunta si la casa está bien construida, surgen las dudas. Lejos de intentar fortalecerla y apuntalarla en cada crisis, a la casa solo se le han puesto parches".