BALEARES

Padres separados obligados a compartir piso para poder llegar a fin de mes

Un progenitor crea un grupo en Facebook, ‘Vivienda compartida para padres solteros en Ibiza’, para poner en contacto a familias y facilitar un hogar digno a los niños

El precio del alquilerestá disparado en Eivissa.

El precio del alquilerestá disparado en Eivissa.

Noemí Martínez

"La vivienda en Ibiza es un asunto tan grave que no se arregla con vales de comida ni parches similares. Nuestros políticos no tienen nivel ni valentía para afrontar el problema como los ciudadanos necesitan, así que solo nos queda ayudarnos entre nosotros". Lo dice Luis R. (nombre ficticio), impulsor de la página de Facebook ‘Vivienda compartida para padres solteros en Ibiza’.

Este grupo surge desde su propia experiencia y con el objetivo de que los padres separados puedan proporcionar un hogar digno a sus hijos. A sus 42 años, Luis ha sentido cómo la isla "le estrangulaba". Hace unos meses se divorció de su mujer, con la que tiene un niño de cinco años, y con quien hace años compró una vivienda en Santa Eulària. Al poner fin a su relación empezó a buscar un piso de dos habitaciones para cuando su hijo tuviera que quedarse con él.

"Una vez tanteado el mercado me di cuenta de que lo que se dice de la vivienda en Ibiza es real. La situación es alarmante", lamenta.

Al no encontrar nada por debajo de los 1.000 euros, decidió cambiar los criterios de búsqueda y optar por un apartamento de una sola habitación. "Visité varias viviendas y las fotos de los anuncios no reflejaban la realidad: humedades en paredes y techos, azulejos caídos en el baño, puertas rotas, ventanas que no cierran... Cada piso era peor que el anterior", señala.

Finalmente, encontró un piso de 35 m2 donde su hijo dormiría con él en la misma cama, pero meses después se encontró con otro obstáculo. "No podía hacer frente a todos los gastos con un solo sueldo", cuenta Luis. Y es que seguía pagando la mitad de la hipoteca de la casa donde ahora vive su exmujer, el apartamento alquilado, los gastos de su hijo y los cotidianos.

"Empecé a acumular recibos sin pagar, buscaba excusas para no gastar en un café con los compañeros de trabajo, ya no encendía la calefacción...", añade. "Me tuve que ir por moroso, así que mis posibilidades reales pasaban por encontrar una habitación en alquiler", reitera.

Mileurista

Luis es funcionario de la administración pública en la isla y asegura que es todo un "reto". De hecho, dice que "ganar 1.000 euros en Ibiza es ser pobre y ganar 1.500 es ser mileurista en la península". Una situación que vive, dice, la mayoría de los residentes en la isla, y que se agrava cuando hay hijos a cargo.

"Por eso se me ocurrió crear un grupo en Facebook que sirviera de ayuda para esas madres y padres separados que se ven en la obligación de tener que compartir vivienda con otras personas y que buscan un ambiente óptimo para criar a sus hijos, donde convivan con otros niños en la misma situación y en el que puedan sentirse a gusto", indica.

Luis es consciente de que hablar abiertamente de una situación precaria cuesta y "avergüenza", por eso él oculta su identidad, para evitar sentirse señalado. "Pocos padres nos atrevemos a contar nuestras experiencias. Un señor me contaba por mensaje privado que las mejores noches cenaba un huevo hervido con una punta de pan; tenía que elegir entre eso o pagar el alquiler. O una mujer con dos hijos que me decía que llenaba de agua un barreño para poder duchar a sus hijos y, con lo que sobraba, se aseaba ella", comenta.

Situaciones dramáticas que llevan a muchas personas a compartir casa. Pero esto también es un reto. "Si consigues encontrar a alguien que te alquile una habitación y que, además, acepte que tienes hijos y que estarán contigo, es un milagro", explica. "Nuestra obligación como padres es encontrar un lugar donde puedan descansar, jugar y desarrollarse, sin molestar ni que les molesten. La obligación pasa por proporcionarles un hogar", añade.

Objetivo del grupo

Luis reconoce que el hecho de convivir con una familia desconocida no es lo deseado por los padres. Pero "es lo que nos queda". En este sentido, insiste en que hay una parte positiva, que es que los pequeños puedan crecer con otros niños en un ambiente sano, respetuoso e, incluso, lúdico; que los padres puedan conseguir ahorrar al compartir gastos.

El grupo de Facebook se creó hace pocas semanas, por lo que, de momento, se ha unido poca gente. "El único fin es que, si somos muchos o espero que pocos, podamos vivir en mejores condiciones", concluye Luis.