Karkubi, Purple Drank y 'Coca de pobre': estas son las drogas obtenidas con recetas falsificadas

Un joven de 19 años entra en una farmacia de Moncloa (Madrid). Pide Rivotril, el nombre comercial de una benzodiazepina llamada clonazepam. La farmacéutica, que ya está advertida de que hay gente intentando colocar recetas falsas para este tipo de medicamentos, se da cuenta de que le quieren colar una fotocopia. Llama a la policía, que a su llegada comprueba que la receta es una falsificación y detiene al joven por "usurpación de estado civil y falsedad documental".

Este episodio, que tuvo lugar a finales de febrero y que acabó con el joven atacando a los agentes en el calabozo, es sólo uno de los muchos que los farmacéuticos deben afrontar en los últimos meses. Porque el delito de la falsificación de recetas está en auge. La emisión de recetas electrónicas parecía haber puesto fin a este tipo de prácticas, pero en lo que llevamos de año se ha experimentado un repunte.

El primer trimestre de 2024 se cerró con más de 6.000 delitos de tráfico ilegal de medicamentos, según datos del Instituto de Seguridad Farmacéutica. Una línea ascendente, ya que el 2023 se cerró con 5.063. Cifras del año entero, según explica Juan José Castro, inspector jefe de Policía Nacional, jefe de la Sección de Consumo de Medio Ambiente y Dopaje (UDEV Central). Es decir: el tráfico de medicamentos está de moda.

Dos tipos

Dentro de esta tipología delictiva, la falsificación de recetas está ocupando una parte importante de las investigaciones. Hay dos tipos de procedimientos en este caso. El primero es la imitación de recetas. El segundo, el robo de material oficial. "En el primer caso, hacen fotocopias de una receta real; son documentos muy conseguidos, los falsificadores se dedican a eso y han perfeccionado sus métodos", cuentan estas fuentes policiales.

La segunda consiste en "robar talonarios enteros de recetas y sellos de algún médico con su nombre y número de colegiado. Se han dado varios casos recientes en Madrid. Uno en el Hospital Clínico y otro en la Fundación Jiménez Díaz. Robando esos documentos, pueden presentarlo en las farmacias sin necesidad de tener recetas electrónicas".

En ambos casos están advertidos los farmacéuticos. Tanto los de Madrid como los del resto de España. Porque se trata de un problema recurrente. En los últimos meses, las autoridades han practicado detenciones por estos delitos en Madrid, Elche, Granada, Sevilla, Jaén, Valladolid, Lleida, Pontevedra, Logroño, Huesca y Zaragoza.

Purple Drank

Aragón es una de las comunidades autónomas en las que más detenciones se están practicando por estos delitos. En enero se arrestó a dos jóvenes en Huesca y en febrero a otros dos en el barrio de Santa Isabel de Zaragoza. En ambos casos, los chicos intentaban comprar 'toseína'; un jarabe que, como su propio nombre indica, sirve para tratar la tos. Y que tiene en la codeína, un opiáceo, su principio activo.

La mayor parte de estas recetas falsificadas no son para consumo directo, sino para fabricar otras drogas. Y lo que buscaban estos jóvenes aragoneses era fabricar Purple Drank, Sizzurp o Lean; tres nombres distintos para una misma bebida que se ha puesto de moda en determinados entornos de ocio. Consiste en mezclar la mencionada codeína con bebidas energéticas. Una mezcla que nació en Houston, que tiene mucho tirón en los círculos de hip-hop y que provoca un colocón que oscila entre la relajación y la euforia.

El consumo de este principio activo en dosis no controladas y mezclado con otros ingredientes puede poner en grave riesgo la salud, llegando ocasionar incluso la muerte, además de crear una gran dependencia, según explica el Ministerio de Sanidad en su Plan Nacional Sobre Drogas.

Karkubi

Si con la codeína fabrican Purple Dark, con el Rivotril fabrican karkubi. Esta es una sustancia que nació en Marruecos y que es conocida como la 'droga de los pobres' por la policía.También se conoce como 'cartucho', 'recarga', 'ampolla roja' o 'Guadalupe'. Consiste en mezclar la benzodiazepina (principalmente el clonazepam) con hachís e incluso con alcohol o pegamento.

La mezcla resultante puede generar alucinaciones peligrosas y reacciones violentas. Se toma entre jóvenes de origen magrebí y la Policía Nacional desarticuló en 2022 una red en Lleida que se dedicaba a su producción clandestina. Su venta no se limitaba a territorio nacional: también mandaban parte de los medicamentos a Tánger para producir el karkubi en Marruecos.

El otro medicamento estrella dentro del panorama de las recetas falsificadas es el Rubifen. Es el nombre comercial del metilfenidato, sustancia a la que se le conoce como la 'cocaína de los pobres', porque sus efectos son muy parecidos. Es un medicamento psicoestimulante similar a las anfetaminas. En este caso, no solamente se usa para consumo directo, sino para cortar (adulterar) la cocaína por parte de los camellos minoristas, sacando así un mayor beneficio por gramo.

Además de los tres mencionados, hay un cuarto objetivo para los falsificadores de recetas. Se trata de medicamentos que aumentan la masa muscular o los niveles de testosterona. El pasado mes de febrero, la Guardia Civil detuvo a tres personas en la denominada Operación Talonario. Los arrestados arrebataron un talonario de recetas (de ahí el nombre) a una mujer de avanzada edad para poder sacar los medicamentos de la farmacia.

Protocolo

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha hablado con Raquel García, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Aragón, que relata que "los problemas de las falsificaciones de recetas vienen principalmente de recetas privadas. Es por ello que recomendamos a los médicos que usen la receta electrónica privada, cuyo acceso es gratuíto".

García advierte de que los delincuentes "siempre van por delante y a veces las falsificaciones son muy logradas", por lo que apela al sentido común: "El Rivotril es el rey, pero también el Rubifén o la codeína. Entonces, cuando viene alguien con ese tipo de recetas, en papel, no electrónicas y pidiendo determinados medicamentos, lo que yo sugiero es que le pidan el DNI y la tarjeta sanitaria. Muchas veces, al solicitar estos documentos, te dicen que van al coche a buscarlo y no vuelven más".

El problema es tan generalizado, que desde el Colegio pusieron en marcha en mayo de 2023 "un formulario en nuestra web para rellenar en caso de que haya sospechas de recetas falsas. Desde entonces hemos recibido 30 alertas por recetas falsas y hemos dado 12 avisos a médicos a los que se les estaba usurpando la identidad". Unas denuncias que han dado sus frutos, porque tal como explica, "después de esos avisos, se han producido detenciones".