ENCIERRO PROTESTA

El Gobierno andaluz evita reproches a las eléctricas y culpa a los ‘narcopisos’ de los cortes

Los vecinos continúan con su encierro por los problemas de suministro en varios barrios de Sevilla mientras que Endesa insiste en que hay inversiones en marcha e inmediatas para dar soluciones

Encierro la Plata

Encierro la Plata

Isabel Morillo

Isabel Morillo

El Gobierno andaluz aseguró que el problema de los cortes de luz en varios barrios de Sevilla es de los llamados ‘narcopisos’, que esconden plantaciones ilegales de marihuana que acaban disparando un consumo “desorbitado” y hacen que ardan los centros de transformación. Con esta respuesta explicó la Junta de Andalucía la situación que afecta a cientos de vecinos, algunos encerrados como protesta en un centro cívico municipal de la barriada de Su Eminencia, en Sevilla. El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, evitó reproche alguno a la compañía Endesa, a la que los vecinos exigen inversiones y que soluciones los problemas por la falta de suministro, y apuntó a la necesidad de que la Policía actué y desmantele esos cultivos ilegales de droga reforzando sus actuaciones de forma inmediata. Un problema que aseguró prolifera en Sevilla y también en el Norte de Granada.

Este martes se cumple la quinta noche de encierro de un grupo de vecino en el centro cívico La Plata, que protestan después de denunciar cortes intermitentes de luz, de “entre tres y hasta 17 horas”, durante el último mes y medio que les impide habitar sus casas y trae múltiples consecuencias, también para la salud, en plena ola de calor y cuando las temperaturas aprietan. El Ayuntamiento de Sevilla remitió una carta a la delegada de la Junta en la provincia recordándole que las competencias del control de la calidad del suministro están en la Agencia Andaluza de la Energía, a través del Centro de Evaluación y Seguimiento Energético de Andalucía, y reclamando al Ejecutivo autonómico que vigile el cumplimiento de “los planes de garantía del suministro”. Es una competencia atribuida a la comunidad en el artículo 49 del Estatuto de Autonomía andaluz. "Cuando hay sequía y falta agua se reparte en camiones cisterna. La Junta actúa. Ahora exigimos lo mismo. Generadores de emergencia", asegura Juan García, portavoz de 'Barrios Hartos'.

"Obreros, no criminales"

El Gobierno fue más allá que la compañía, que elude apuntar solo a los problemas de la marihuana y apunta a varias circunstancias. El consejero de Presidencia circunscribió al Polígono Sur los cortes de luz, reclamando “actuaciones urgentes” y que las fuerzas y cuerpos de seguridad intensifiquen su papel para desmantelar las plantaciones ilegales. Es a la Policía, sostuvo Sanz, a quien corresponde “las principales medidas” para atajar el problema del “incremento desorbitado” en el consumo de electricidad, tendiendo la mano para “un trabajo conjunto” de todas las administraciones y lamentando que en el caso de las familias afectadas haya muchas “dañadas de forma colateral”. La Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) está actuando en el Polígono Sur, defendió el Gobierno andaluz, para atajar esos “cortes puntuales”. El consejero de Presidencia aseguró que el Ejecutivo autonómico está “en conexión y coordinación” con Endesa y que tienen el compromiso de que se van a acelerar las inversiones.

"Barrios obreros, no criminales", rezan algunos carteles de la protesta. Los vecinos afectados lamentan que se les “criminalice” y recuerdan que ellos pagan sus facturas y están hartos de poner incidencias para denunciar una situación que insisten se extiende ya durante años. El colectivo, que asegura que no levantará la protesta ni disolverá el encierro hasta que se adopten medidas urgentes, lamenta que se culpe a los enganches ilegales o a los cultivos de droga y aseguran que si Endesa tiene un problema se ponga en manos de la Policía pero ellos tienen derecho a tener un suministro con una mínima calidad. En opinión de los vecinos de varias zonas de Sevilla, reunidos en la plataforma “Barrios hartos”, que engloba a asociaciones de Los Pajaritos, San Diego, Cerro Amate, Pino Montano, Bellavista, San Jerónimo o el Polígono Sur, el problema es que Endesa no ha hecho inversiones durante años en estas zonas obreras, priorizando, se quejan, aquellos distritos más ricos de la ciudad.

Sigue la ola de calor

La ola de calor ha desbordado la situación y ha provocado esos cortes “puntuales” del suministro eléctrico, según admitió Endesa, que aseguró que se han acelerado las inversiones en marcha para actuar en los centros de transformación que distribuyen la electricidad a determinados barrios, algunos encuadrados en el área de los más pobres de España según la estadística del INE, y otros barrios obreros también afectados por los apagones. La compañía aseguró que tiene ya en marcha todos los permisos del Ayuntamiento para empezar las obras de mejora y que prevén empezar a actuar en el centro de transformación de La Plata este viernes. Endesa defiende que tiene un plan de inversiones para la ciudad de Sevilla de 40 millones de euros y que en el área de Cerro Amate, una de las que sufren más cortes de luz, se destinarán 2 millones. La compañía no quiso vincular todos los problemas a las plantaciones de marihuana y apuntó a “varios fraudes”, “enganches ilegales”, “dobles acometidas” y también, en zonas como el Polígono Sur o Torreblanca, los cultivos de droga.

Endesa admite que la ola de calor está afectando de forma importante, con previsiones de temperatura para los próximos días por encima de los 40 grados, y explica que las altas temperaturas obligan en ocasiones a esperar horas hasta que los fusibles que han ardido se enfríen para poder actuar y que cuando se reparan, la sobrecarga por los aires acondicionados junto a otras electrodomésticos, hacen que vuelvan a recalentarse y ardan. “Hay muchos factores que se unen y no apuntamos solo a un tipo de fraude”, explica la compañía. Los vecinos insisten en que nadie de esta empresa les ha dado una solución ni ha contactado con ellos y que tampoco la Junta de Andalucía se ha interesado por su situación. Cada vez hay más personas que acuden al local del encierro, con niños en muchos casos, y la indignación y el malestar sigue creciendo en las protestas.