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La compra de Biotest se le atraganta a Grifols por los costes de reestructuración

La farmacéutica catalana cerró 2023 con 147 millones de costes extraordinarios debido a la adquisición de su competidora alemana el pasado año

Su flujo de caja fue negativo en 2023, acumulando dos años consecutivos en negativo

Sede de Grifols en Barcelona, en Sant Cugat del Vallès, Barcelona, Catalunya (España)

Sede de Grifols en Barcelona, en Sant Cugat del Vallès, Barcelona, Catalunya (España) / David Zorrakino - Europa Press

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Grifols presentó el pasado jueves sus resultados anuales de 2023 con un recorte del beneficio neto del 71,5% respecto al año anterior hasta los 59,3 millones de euros. Esta significativa reducción de sus ganancias se debe, según la compañía, a "partidas no recurrentes por valor de 147 millones de euros relacionadas, principalmente, con costes de reestructuración".

Desde Renta 4 Banco, su analista Álvaro Arístegui sostiene que "las cifras [de beneficio neto] se han situado por debajo de nuestras expectativas y las del consenso del mercado, ya que la compañía ha reportado nuevos costes extraordinarios tanto a nivel interno como de Biotest en el cuatro trimestre por valor de 48 millones de euros".

Los costes de reestructuración se deben básicamente a los gastos generados por una empresa cuando se fusiona con otra o compra a una competidora, como es el caso de Grifols con su filial alemana Biotest en 2022. Una megaoperación por la que la compañía catalana abonó 1.453 millones de euros -2.000 millones incluyendo deuda- con el objetivo de tener la mayor red europea privada de centros de donación de plasma.

Esta compra supuso para Grifols la suspensión del pago de dividendos a sus accionistas y el aumento de la deuda hasta las 7,1 veces ebitda. De hecho, 2023 lo terminó con una menor ratio de apalancamiento hasta 6,3 veces, principalmente, por la mejora del ebitda, pero aumentó la deuda financiera neta un 2,5% hasta los 9.420 millones.

Biotest es por ingresos su segunda mayor filial, con 142 millones lejos de los 523 millones de Biophama. Las previsiones de Grifols para 2024 contemplan un crecimiento de los ingresos superior al 7% interanual, impulsado por Biopharma, que se estima crecerá entre un 8% y 10%, así como un EBITDA ajustado por encima de los 1.800 millones de euros. La compañía obvia a su segunda mayor filial en estas proyecciones para el presente ejercicio.

Dos años con flujo de caja negativo

Según el informe de resultados de Grifols, el flujo de caja operativo experimenta un incremento de 300 millones de euros, alcanzando los 351 millones de euros, mientras que el flujo de caja libre vuelve a ser positivo en la segunda mitad de 2023, excluyendo gastos extraordinarios. Sin embargo, en el conjunto del año es negativo y acumula dos ejercicios consecutivos con números rojos.

Los analistas de XTB apuntan, en este sentido, que "el negocio no está generando los mismos beneficios que generaba en los años anteriores. Este tipo de cifras es fundamental para una compañía a la que se le acusa de maquillaje contable, ya que los beneficios pueden 'ajustarse' contablemente, pero el flujo de caja presenta la imagen real de la compañía".

Cuentas sin auditar

Grifols lleva bajo el foco de los inversores desde el pasado 9 de enero después de que el fondo de inversión británico Gotham City lanzase un informe en el que acusaba a la compañía de manipular sus cuentas al reconocer una menor deuda y consolidar en su balance los resultados de filiales de Scranton, la supuesta sociedad patrimonial de la familia fundadora de la compañía.

Las cuentas presentadas el pasado jueves, además, no están auditadas por el auditor KPMG y tampoco cuentan con la firma del consejero James Costos, ex embajador de EEUU en España, al no acudir a la reunión dónde se analizaron. Grifols asegura en sus cuentas que la auditoría de KPMG llegará antes del próximo 8 de marzo sin ninguna salvedad.

Grifols se deja un 42% en el Ibex 35

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Estos descensos llegan pese al intento de la compañía de esclarecer las acusaciones de Gotham con hasta tres comunicaciones a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), una conferencia con inversores en la que participó el presidente Thomas Glanzmann y los cambios anunciados en su cúpula con el nombramiento de un nuevo consejero delegado y la salida Raimon Grifols, Albert Grifols y Víctor Grifols Deu de sus cargos ejecutivos.