ENERGÍA RENOVABLE

El desarrollo de la eólica marina aportará 9.581 millones al PIB español hasta 2030

Las previsiones apuntan a que en España se generarán 12 gigawatios de esta energía hasta 2027, lo que supondría un 12% de la potencia instalada en la Unión Europea

Polígono de eólica marina.

Polígono de eólica marina.

5
Se lee en minutos

El fin del carbón y la progresiva descarbonización de la economía han potenciado la apuesta de los países por las energías renovables. En el caso español, el nuevo Plan de Energía y Clima (PNIEC) incluye una inversión de aproximadamente 294.000 millones de euros para el desarrollo de alternativas verdes en 2030 y conseguir que el 81% del consumo de electricidad provenga de fuentes sostenibles. Y hay potencial para la generación de las mismas: si las horas de sol son un aliciente para el hidrógeno verde, el conocimiento relativo a la tecnología eólica hace que España pueda convertirse en un referente en infraestructuras de generación eléctrica en el mar. Para el periodo 2025-2030, se estima que la aportación directa al PIB español de la energía eólica marina sería de 9.581 millones de euros, según la consultora OCP. De ellos, se calculan unos 6.116 millones en un escenario en el que un 75% de las actividades tengan lugar en España a los que se sumarían otros 1.860 millones relacionados con áreas como Operación y Mantenimiento, construcción de buques y otras actividades ligadas al desarrollo de esta energía.

Los expertos se muestran optimistas y son incluso más ambiciosos que el Gobierno. La Hoja de Ruta de la Eólica Marina contempla la instalación de entre 1.000 y 3.000 megavatios (MW) de nueva potencia de estructuras flotantes (offshore) en siete años, mientras que la patronal europea del sector, WindEurope, estima un desarrollo de 12.000 MW hasta 2027, una cifra que supondría un 12% de contribución respecto a toda la potencia instalada en la Unión Europea. El pasado febrero se aprobaron los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) donde se ha delimitado 5.000 kilómetros cuadrados, el 0,46% de las aguas nacionales, para el despliegue de la energía eólica marina. Las zonas escogidas son la noratlántica, la levantino-balear, la del Estrecho y Alborán y las incluidas en las Islas Canarias.

Las empresas españolas también se han subido al carro de la energía eólica marina. Iberdrola formalizó a finales de marzo uno de los mayores contratos de su historia por valor de 1.500 millones de euros para construir 95 aerogeneradores de Siemens Gamesa que se levantarían en el parque eólico marino East Anglia Three, en Reino Unido, el segundo más grande del mundo, y también ha firmado un acuerdo para suministrar 200 gigavatios hora durante 15 años a la siderúrgica alemana Stahl Holding Saar. Por su parte, Navantia y Windar se han adjudicado un contrato con Ørsted y el grupo energético polaco PGE para fabricar 77 cimentaciones que se destinarán a Baltica 2, un parque eólico marino de 1.500 MW situado en la zona polaca del Mar Báltico. Otra compañía que ha visto una oportunidad es Acciona Energía, que entró a finales de mayo como primer accionista de Eolink, una startup especializada en eólica marina flotante.

En la Unión Europea también muestran interés por este tipo de energía. Entre sus metas se incluye el objetivo de alcanzar los 60.000 MW instalados en 2030 y 300.000 MW en 2050 y algunos países han acelerado la puesta en marcha de sus proyectos: Alemania cuenta con un 14% de capacidad eólica marina con una potencia de 342 MW en los mares del Norte, mientras que Francia ha instalado su primer parque de instalaciones marinas a escala comercial en 2022. "La creciente demanda de este tipo de tecnología renovable, junto con el aumento de la potencia instalada de energía eólica marina, han propiciado un apetito creciente hacia este tipo de infraestructuras en los puertos europeos", especifican en el informe de la consultora.

Este escenario, al que se suman los objetivos de descarbonización y de independencia energética, supone "una gran oportunidad para el sistema portuario español". Entre las oportunidades destaca la captación de capital destinado a la construcción de nuevas infraestructuras y a la remodelación de las ya existentes. en la Hoja de Ruta gubernamental estiman necesaria una inversión de 500 a 1.000 millones para cubrir las nuevas necesidades logísticas, algo que puede ser aprovechado por el capital privado y público.

La generación de este tipo de energía limpia también servirá para la electrificación de los puertos en un momento clave por la implementación de la tecnología OPS (onshore power supply) y para aumentar las toneladas de mercancías en movimiento. Según los cálculos de OCP, si se instalan 1.000 MW en eólica marina en nuestras costas, se moverían unos 72.092 toneladas adicionales en los puertos españoles, un 0,3% más respecto al tráfico total del 2022, pero si la potencia instalada alcanzan los 14.000 MW, el volumen de mercancías en movimiento crecería en 1.004.984 toneladas, un 0,9% por encima del total. Este incremento "ayudará a las Administraciones en aras de obtener más ayudas o fondos y también para impulsar la notoriedad y reputación de los puertos", explican desde la consultora.

Retrasos por la geografía

Noticias relacionadas

Pese a ser uno de los países más adelantados en relación con el desarrollo de infraestructuras eólicas terrestres, el país se ha quedado fuera de la carrera marina durante los últimos años. OCP achaca a "las elevadas profundidades que presenta la corteza terrestre en nuestro litoral" que ha dificultado el anclaje de estructuras fijas al fondo marino, de ahí que la introducción progresiva de cimentaciones flotantes aumenta la esperanza en torno al despegue de este tipo de energía. La apuesta por la eólica marina también conlleva riesgos para otros sectores, como el militar o la pesca. La Plataforma en Defensa de la Pesca y los Ecosistemas Marinos, conformada por cofradías del noroeste peninsular, ha presentado un recurso ante el Tribunal Supremo contra el plan del Ejecutivo y piden un desarrollo del mismo a partir del diálogo entre todas las partes.

El respeto a los entornos naturales protegidos o la protección de la biodiversidad también son algunos de los desafíos que presenta el desarrollo de las instalaciones para generar energía eólica marina, pero también la logística. La movilización y manejo de los elementos que componen estas infraestructuras, como los aerogeneradores, se complica por sus grandes dimensiones y altísimo tonelaje, y por ello, se requieren grandes superficies disponibles para la fabricación y almacenamiento de los mismos, así como unos sistemas de movilización muy específicos y pesados.