TIEMPO PARA LEER

Celine Rodríguez: "Leer es un pasaporte inagotable para escapar a otros mundos"

Es gestora cultural. Programa exposiciones y conciertos en Casa de América. Colabora con asociaciones dedicadas a enfermedades raras y es una lectora de largo recorrido desde los cuatro años

La gestora cultural Celine Rodríguez

La gestora cultural Celine Rodríguez / EPE

Anna R. Alós

P. Leer es…

R. Un pasaporte inagotable para escapar a otros mundos, un modo de dar respuesta a mi curiosidad innata y el vehículo que tenía para comprender diferentes culturas y conectar con distintas maneras de pensamiento. 

P. ¿Cómo comenzó todo?

R. A los cuatro años leía cualquier cosa y no entendía nada, hasta que mi maestra leonesa, María Fernanda Domínguez, me prestó libros. Después esperaba ansiosa la llegada del Bibliobús (bibliotecas viajeras) a mi pueblo de la montaña leonesa. Todo empezó con Industrias y andanzas de Alfanhuí, historia castellana de Sánchez Ferlosio.

P. ¿Sus libros actuales?

R. El artista del KO, de Harry Crews, una tragicomedia. Me gusta todo lo que publica Dirty Works, editorial especializada en grit lit, noir sureño y realismo sucio. Abrirse a sus publicaciones es como abrir el grifo de un surtidor de litros y litros de bourbon. Nueva Orleans es el escenario de un sueño. Cuando todo parece ir sobre ruedas, la realidad no tarda en demostrarnos lo contrario. Sueños y habilidades portentosas, de eso va mi vida .

P. ¿Algún libro gráfico?

R. Al final todo llega, de David Robles, un viaje a través de sus fotografías que me transportó a mi infancia. Decorados decadentes, derruidos, vencidos por el tiempo en los que parece que el destino es desolador. Es esa idea de que las cosas y los paisajes se hacen propios con nuestra mirada. Su narrativa es tan potente que no necesitamos leer textos. 

P. ¿Algún autor o autora latinoamericano?

R. Brenda Navarro con Casas vacías, una novela dura, la historia de un niño sustraído a la madre y criado por otra mujer. Era un reto para mí, mi casa también está vacía desde que mi único hijo, Marc, murió hace tres años. En esta lectura me reconocí en ese vacío, en la soledad, en el acompañamiento, la culpa y el amor incondicional hacia mi hijo.

P. ¿Algún ensayo?

R. Iconofagias de Iván de la Nuez. Cuanto más lo conozco, más quiero leerle, escuchar sus conferencias, reflexiones, es poseedor de una lucidez que descoloca por su humildad y profundo conocimiento. Deconstruye el título "icono" (imagen) y "fagia" (comer) para explicarnos que ingerimos cantidades ingentes de imágenes sin entrar en un análisis más riguroso sobre los ecosistemas de poderes o contrapoderes.