CRÍTICA

Oswald Spengler, el héroe frente al ocaso

'La decadencia de Occidente', de cuya edición en español se cumple un siglo, sigue ejerciendo hoy una poderosa atracción, como demuestra el ensayo de J. Rafael Fernández Arias

El filósofo e historiador alemán Oswald Spengler

El filósofo e historiador alemán Oswald Spengler / EPE

Óscar R. Buznego

La edición en español de La decadencia de Occidente cumple un siglo. El libro, uno de los más controvertidos e influyentes en los cien años transcurridos, no ha dejado de provocar una rara fascinación. El original en alemán fue rechazado por varias editoriales antes de la aparición en 1917 del primer volumen. El éxito fue tal que su autor, Oswald Spengler, un filósofo huraño y desconocido, saltó súbitamente a la fama, convirtiéndose en una celebridad entre el gran público, cuyo contacto era reclamado por académicos, políticos, militares y artistas.

La obra se tradujo pronto a muchos idiomas, en las dos primeras décadas había vendido centenares de miles de ejemplares y, desde entonces, es reimpresa con regularidad. Ortega y Gasset encargó a Manuel García Morente la versión española para su recién inaugurada Biblioteca de Ideas del siglo XX de la editorial Espasa-Calpe y la presentó como "la peripecia intelectual más estruendosa de los últimos años", atribuyendo en parte su inesperada difusión masiva a "la ocasión y al título".

Spengler está relacionado con España de distintas maneras. Nostálgico del imperio español y admirador entusiasta del barroco, pasó por las ciudades más visitadas de nuestro país y se detuvo en Granada, donde exclamó hipnotizado por su belleza: "Aquí podría vivir". Tras la temprana recepción de su obra magna, algunos de sus escritos más relevantes, Prusianidad y socialismo, El hombre y la técnica, Años decisivos, fueron traducidos pronto al español. Raúl Morodo, en su libro sobre los precursores políticos, detecta autores de ideologías diversas, falangistas, liberales y socialistas, seducidos por su filosofía de la historia, y, junto con Carl Schmitt, lo destaca como pionero de "la revolución conservadora" que, entre las dos grandes guerras, anunció la llegada del nacionalsocialismo.

Lo cierto es que a Spengler le irritaba la parafernalia nazi y la pose fanática de Hitler. Frente a la degradación de la vida en general de la decrépita modernidad, encarnada en el capitalismo urbano, tecnológico y democrático de Inglaterra, pretendía erigir los tradicionales valores prusianos de la distinción, la autoridad, la guerra y un socialismo antimarxista, esotérico, como él lo concebía. Perteneció a partidos conservadores y abogó por una dictadura militar, pero no tardó en disentir del partido nazi. Ante la caída de la civilización occidental que seguiría inexorablemente a su culminación, trató de impulsar con espíritu nietzscheano una reacción salvadora, a pesar de estar convencido de que esa cultura ya había sucumbido sin remisión posible por efecto de una ley histórica inexorable.

El libro de Arias, escrito con prosa alambicada pero clara, recorre la biografía intelectual de Spengler

Complejidad

La complejidad de Spengler es irreductible. J. Rafael Fernández Arias, buen conocedor de la filosofía alemana, rebusca en los pliegues y vericuetos del título de La decadencia de Occidente, de su visión cósmica de la historia y de su concepción política, el significado de una obra que extrañamente ha sugestionado a tirios y troyanos. Entre la afinidad y la discrepancia, en ella han encontrado una fuente de inspiración autores tan dispares como ToynbeeJungerHeideggerKonrad LorenzAdornoFoucault y Alexander Dugin, ideólogo del imperio euroasiático y de Putin.

Es sintomático, aunque no sabría decir muy bien de qué, que las intuiciones y premoniciones de Spengler sigan ejerciendo una poderosa atracción en la actualidad. Es posible que su tiempo y el nuestro tengan algunos parecidos que incitan a inquietantes reflexiones. Thomas Mann escribió: "El fatalismo spengleriano es la máscara de un conservador pesimista".

El escritor francés Julien Gracq, que militó en el Partido Comunista, rendido admirador de Spengler, quizá lo hubiera llamado, como a Chateaubriand, "un reaccionario con encanto". El libro de Arias, escrito con prosa alambicada pero clara, no se ciñe a La decadencia de Occidente, sino que recorre la biografía intelectual de Spengler, dando vueltas alrededor de sus ideas y de sus posiciones políticas. El lector español puede sentirse agraciado.

'Oswald Spengler, el destino de la civilización occidental'

J. Rafael Fernández Arias

Renacimiento

265 páginas

23 euros