Alberto Rodríguez, editor de Dos Bigotes: "La literatura siempre es un reflejo de la sociedad"

Se conocieron trabajando como periodistas en 2009, pero Alberto Rodríguez y Gonzalo Izquierdo ya habían compartido profesora de Literatura en el instituto. Ella había sembrado en ellos la ilusión lectora que después impulsó la editorial Dos Bigotes.

"Queríamos devolver todo lo que nos había enseñado la literatura", cuenta Alberto. Así que, cuando el medio en el que trabajaban cerró, el dinero del despido sirvió para emprender el sueño que compartían, "un momento de crisis se convirtió en una oportunidad".

En abril de 2014 inauguraron las publicaciones con El armario de acero, una antología de autores rusos contemporáneos. Querían promover la "literatura contra el silencio" y, aunque complicado, se centraron en un sector muy particular: "Quisimos explorar cómo se desenvolvían escritores y escritoras con una sensibilidad hacia el mundo LGTBIQ+ en un entorno tan hostil como la Rusia de Vladímir Putin".

El poeta y crítico Dimitri Kuzmin los ayudó a introducirse en él, y hoy están a punto de cumplir cien títulos entre ensayo, novela, teatro y poesía. En su catálogo, priman los "textos de calidad, que emocionen, que nos llevan a empatizar profundamente". Alberto afirma que, "la literatura siempre es un reflejo de la sociedad", y en los últimos tiempos ha visto cómo las voces dentro del colectivo se han diversificado mucho.

Su pódcast Bigoteando trata todos los temas culturales tangentes a sus publicaciones y "contribuye a que la editorial se transmita como el proyecto tan personal que es". Tras 10 años, siguen creyendo mucho en las alianzas y en compartir experiencias, porque "tener una editorial es un aprendizaje continuo".