COVID

Se cumplen cuatro años desde que la pandemia obligó a quedarse encerrados en casa

Atlas

Hace cuatro años la distopía se volvió real y el presidente Pedro Sánchez anunciaba la medida que obligaba a "todos los trabajadores de actividades no esenciales a quedarse en casa". Las calles quedaron vacías, la vida encerrada y aquella palabra "confinamiento" se hizo tan larga como los casi cien días de estado de alarma. Casa, trabajo y escuela se fusionaron en un mismo espacio. Y tras aquella primera compra de supervivencia desorbitada, salir al supermercado se convirtió en un respiro a metro y medio de distancia. Para llegar más allá había que acreditar un salvoconducto o traspasar la pantalla. Paralizados por un virus e ignorando las secuelas del confinamiento en la salud mental, sobre todo, la de los jóvenes. Se decía entonces que aquella experiencia nos haría mejores personas. Ahora, pasado el tiempo, piensen si de verdad hemos cambiado.