MATERNIDAD

Tu bebé no es tonto: sabe diferenciar el español del catalán incluso antes de nacer

Un estudio elaborado en el Hospital Infantil Sant Joan de Déu de Barcelona demuestra que el cerebro de los fetos de madres bilingües reconoce una gama más amplia de sonidos

Imagen de una mujer embarazada.

Imagen de una mujer embarazada. / EFE

Marta Alberca

Marta Alberca

A partir del tercer trimestre del embarazo los bebés son capaces de escuchar dentro del útero. También se ha demostrado que los recién nacidos prefieren la voz de su madre, porque la reconocen y distinguen el idioma nativo. Lo que no se sabía hasta ahora era cómo los fetos en desarrollo aprenden el habla cuando su progenitora les habla en una mezcla de lenguas. Hasta ahora. Un estudio elaborado en el Hospital Infantil Sant Joan de Déu de Barcelona ha averiguado que el cerebro de los fetos de madres bilingües identifican una gama más amplia de sonidos.

"Aquí mostramos que la exposición al habla monolingüe o bilingüe tiene diferentes efectos en el nacimiento sobre la 'codificación neuronal' del tono de la voz y los sonidos vocálicos: es decir, cómo el bebé ha aprendido inicialmente la información sobre estos aspectos del habla", establece el Natàlia Gorina-Careta, investigadora del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona.

La actividad física durante el embarazo no tiene por qué suponer ningún peligro para el feto o para la madre.

Los bebés son capaces de escuchar dentro del útero a partir del tercer trimestre de embarazo / Serhii_bobyk. Freepik.

La doctora y sus compañeros realizaron su estudio en Cataluña, donde el 12% de la población utiliza habitualmente tanto el catalán como el español. Reclutaron como voluntarias a las madres de 131 recién nacidos de uno a tres días (incluidos dos pares de gemelos) en el Hospital Infantil Sant Joan de Déu de Barcelona. De estas madres, el 41% respondió que hablaban exclusivamente catalán (9%), o español (91%) durante el embarazo. El otro 59% lo había hecho en dos idiomas: español y catalán o una combinación de uno de ellos con otras como el árabe, el inglés, el rumano o el portugués.

“Los idiomas varían en los aspectos de sincronización del habla, como el ritmo y la acentuación, pero también en el tono y la información fonética. Esto significa que se espera que los fetos de madres bilingües estén inmersos en un entorno acústico más complejo que los de madres monolingües”, afirma el doctor Carles Escera, profesor del mismo instituto y uno de los dos autores correspondientes.

¿Cómo lo hicieron?

Para llevarlo a cabo los investigadores colocaron electrodos en la frente de los bebés para medir un tipo particular de respuesta cerebral electrofisiológica -la "respuesta de seguimiento de frecuencia" (FFR)- a la reproducción repetida de un estímulo sonoro cuidadosamente seleccionado, de 250 milisegundos de duración y compuesto de cuatro etapas: la vocal /o/, una transición, la vocal /a/ en un tono constante y /a/ subiendo de tono. Los autores demostraron que la FFR para la reproducción del sonido /oa/ era mejor definida y con una relación señal-ruido más alta, en recién nacidos de madres monolingües que en recién nacidos de madres bilingües.

“Nuestros datos muestran que la exposición prenatal al lenguaje modula la codificación neuronal de los sonidos del habla medida al nacer. Estos resultados enfatizan la importancia de la exposición prenatal al lenguaje para la codificación de los sonidos del habla en el nacimiento y brindan información novedosa sobre sus efectos”, concluye Escera. Jordi Costa Faidella, profesor asociado del mismo instituto, advirtió: “Según nuestros resultados, no podemos hacer ninguna recomendación a los padres multilingües. El período sensible para la adquisición del lenguaje dura mucho después del nacimiento y, por lo tanto, la experiencia posnatal bien puede eclipsar los cambios iniciales que se llevan a cabo en el útero”.