ASTURIAS

La Guardia Civil atribuye una "maniobra incorrecta" al conductor del autocar de los Lagos de Covadonga, pero él lo rechaza

La Benemérita ha presentado un pre-informe al Juzgado, y aún no ha tomado declaración al chófer del vehículo accidentado el 31 de julio, con 49 heridos, seis graves

Bomberos y agentes atienden a los heridos.

Bomberos y agentes atienden a los heridos. / SEPA

El accidente del autocar a los Lagos del pasado 31 de julio se debió a una "maniobra incorrecta" por parte del conductor, según el informe presentado por la Benemérita en el Juzgado de Cangas de Onís. Como ya indicó el mes pasado el coronel Francisco Javier Puerta, jefe de la Guardia Civil asturiana, no se atribuye al conductor delito alguno, ya que no había consumido bebidas alcohólicas y había respetado los periodos de descanso. No obstante, el conductor, que aún no ha prestado declaración ante la Guardia Civil, rechazará haber realizado maniobra incorrecta alguna, como se sostiene en el pre-informe.

"El accidente fue derivado de una ejecución incorrecta de la maniobra de cruce con otro vehículo, al orillarse demasiado a la derecha. La maniobra correcta debería haber sido la detención del autobús e incluso la marcha atrás hasta un lugar con una anchura de la calzada segura para el paso de dos vehículos", reza el informe remitido al Juzgado. Fuentes cercanas indican que se trata de un pre-informe previo al definitivo.

El accidente, que pudo tener unas consecuencias mucho más graves y trágicas, se produjo justo después de que se cruzasen en la calzada dos autocares. A resultas del accidente, el Principado tomó la decisión de prohibir el acceso de vehículos particulares en días de gran afluencia de vehículos. Ahora solo acceden los vehículos autorizados, una medida que molestó a los montañeros, a quienes se prohibió el acceso a los Lagos, que como se sabe es punto de inicio de numerosas rutas por los Picos de Europa. Solo hace unos días se ha reanudado la circulación de turismos a los Lagos.

El accidente puso sobre el tapete la posibilidad de hacer un tren cremallera que redujese al máximo la presencia de vehículos en el entorno de los Lagos. Esta solución ya fue rechazada hace varias décadas por muy lesiva para el paisaje.