DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

¿Por qué a las mujeres se les prescribe el doble de psicofármacos que a los hombres?

La Red Estatal de Mujeres de SALUD MENTAL ESPAÑA critica la sobremedicación a la que se ven sometidas: "El hecho de ser mujer influye, hay una tendencia a pensar que exageramos, que somos unas histéricas", asegura Estefanía Arias.

A los 20 años, Clara González tomaba 12 pastillas al día, más un inyectable: "Sé que es porque yo era mujer, al fin y al cabo eso también es machismo institucionalizado. Era como un florero. Pasaba muchísimas horas durmiendo".

Elisabeth pide protocolos específicos para la retirada de la medicación y apoyos para las mujeres con enfermedad mental que desean ser madres.

A las mujeres se les prescribe el doble de psicofármacos que a los hombres

A las mujeres se les prescribe el doble de psicofármacos que a los hombres / Pixabay

Nieves Salinas

Nieves Salinas

A las mujeres españolas se les prescribe el doble de psicofármacos que a los hombres. Lo denuncian este 8M tres mujeres con enfermedad mental: Clara, Estefanía y Elisabeth. También las trabas que se encuentran para ser madres o las vulneraciones que encuentran en su proceso de recuperación o en los ingresos involuntarios. Desde la Red Estatal de Mujeres SALUD MENTAL ESPAÑA, hablan alto y claro con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. "El hecho de ser mujer influye, hay una tendencia a pensar que exageramos, que somos unas histéricas", resume Estefanía Arias, representante del colectivo que está integrado por 25 mujeres que, a su vez, recogen el sentir de otras tantas que forman parte de la entidad.

En una jornada tan señalada, el grupo ha dado un paso al frente para criticar la sobremedicación de las personas con problemas de salud mental, y especialmente de las mujeres. En España, son prescritas el doble de veces que los hombres con psicofármacos. Los roles de género y la sobresaturación de la sanidad pública contribuyen a agrandar el problema, denuncian.

"Quizás nos medicalizan mucho más porque nos expresemos más y contemos más nuestras cosas", dice Estefanía Arias.

Estefanía Arias explica que tiene trastorno adaptativo mixto. Es decir, depresión y ansiedad. Como representante del colectivo, esgrime las razones por las que considera que se "medicaliza más, mucho más" a las mujeres. "Quizás porque nos expresemos más y contemos más nuestras cosas. También porque siempre se nos ha considerado exageradas y eso los médicos lo tienen interiorizado. Lo he vivido en el hospital de día en el que estuve: un chico que tenía lo mismo que yo sólo tenía una pastilla y a mí, me daban tres, más otras tantas muy fuertes", afirma.

Arias insiste en que sucede y a diario: "Lo he vivido, lo he visto y lo he comentado con otras personas que tienen problemas de salud mental. Sólo por el hecho de ser mujer. Así se nos calla la boca, se nos tranquiliza. Sentimos que se nos hace más caso por darnos más medicación. Es todo lo contrario chico, no me des más, no me dejes zombi", se queja.

El largo recorrido de Clara

Clara González, que también pertenece a la Red Estatal de Mujeres, reconstruye su historia: "Empecé en el sistema de salud mental público con 20 años, aunque llevaba desde los 16 en el privado. Me han dado diagnósticos distintos, hasta que finalmente me dieron el de trastorno límite de la personalidad (TLP) con psicosis no orgánica, trastorno disociativo, trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y están pendientes de ver si tengo realmente trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)", desgrana.

Clara asegura que como mujer y por ser una persona joven, la sobremedicaron "por miedo a que cometiese un intento autolítico". En un ingreso involuntario, relata, la sometieron a "contención mecánica, que es una vulneración de los derechos humanos", pero, subraya, lo que ha recibido "durante muchísimos años de mi vida hasta que dejé la medicación, es la contención química". Clara no culpa a los psiquiatras: "también comprendo que el ratio de pacientes por psiquiatra en España es muy pequeño".

A los 20 años, Clara González, hoy con 25, "tomaba 12 pastillas al día, más un inyectable".

Eso sí, recuerda que, a los 20 años tomaba 12 pastillas al día, más un inyectable. "Sé que es porque yo era mujer, al fin y al cabo eso también es machismo institucionalizado. Sé perfectamente que si a mí me hubiesen leído como hombre no me hubiesen sobremedicado tantísimo, me habrían dado otras herramientas e incluso habrían alabado ciertos comportamientos que yo tenía. Al fin y al cabo, tenemos el machismo y la sociedad heteropatriarcal tan metida en la cabeza que se nos trata totalmente distinto, se nos sesga", sostiene.

"No era capaz de enfadarme, no era capaz de sentir nada, al fin y al cabo estaba anulada como persona", recuerda Clara.

Clara "era como un florero". Se pasaba durmiendo "muchísimas horas". Dice que las cosas que le hacían daño "no era capaz ni de expresarlas porque no sabía ni que me estaban haciendo daño, no era capaz de enfadarme, no era capaz de sentir nada, al fin y al cabo estaba anulada como persona". Ahora tiene 25 años y lleva dos sin tomar medicación. "Sólo tomo la de rescate prescrita por mi psiquiatra. Él confía plenamente en mí", afirma.

Hay personas que necesitan medicación para llevar su día a día, pero sobremedicar nunca es una opción. Lo afirma Clara González quien, añade, "no me cansaré de decir que la medicación, sin una terapia de acompañamiento que te explique, que te dé herramientas para afrontar el día a día, no sirve de nada".

Los fármacos más utilizados en España en Atención Primaria son: antidepresivos, ansiolíticos y los hipnóticos y sedantes.

Con datos recopilados por la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR) -según fuentes del Ministerio de Sanidad (2021)- los fármacos más utilizados en salud mental en España en Atención Primaria son: antidepresivos, ansiolíticos y los hipnóticos y sedantes. El consumo de estos tres grupos de psicofármacos sigue un patrón similar: el uso es mayor en mujeres que en hombres, se va incrementando con la edad hasta los 80 años y es mayor la dispensación conforme menor es el tamaño del municipio, con independencia de la edad, detalla a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA la vicepresidenta de la asociación, la psicóloga clínica Vanessa Vilas-Riotorto.

Perspectiva de género en salud mental

La Red Estatal de Mujeres SALUD MENTAL ESPAÑA reivindica la necesidad de integrar la perspectiva de género en la atención a la salud mental y, también, dotar a la sanidad pública de los recursos necesarios para evitar la saturación de la Atención Primaria y de las especialidades de Psicología y Psiquiatría. Pero, además, denuncian que muchas personas con problemas de salud mental se enfrentan a "vulneraciones múltiples y sistemáticas" de sus derechos durante los ingresos involuntarios en los centros sanitarios o ponen sobre la mesa el estigma o la falta de información sobre la interrupción de la medicación en el caso de que deseen ser madres.

"Tuve un embarazo y con tres meses tuve que abortar, mi psiquiatra no estaba preparado, no existía un protocolo específico para mujeres con salud mental embarazadas", relata Elisabeth Lemos.

Así lo explica a este diario Elisabeth Lemos quien, tras varios abortos, todavía desea ser madre, pero teniendo los apoyos que no tuvo en su momento. La solución, según SALUD MENTAL ESAPAÑA, pasaría por impulsar servicios públicos de información, orientación y acompañamiento con perspectiva de género acerca de la maternidad y, en su caso, la planificación familiar que apoye a las mujeres en el proceso de la toma de decisiones en condiciones de igualdad y libertad.

Lemos relata su propia experiencia Tiene 33 años y se ha encontrado con diversas dificultades y trabas a la hora de ser madre por tener un problema de salud mental. "Tuve un embarazo y con tres meses tuve que abortar, mi psiquiatra no estaba preparado, no existía un protocolo específico, sobre cómo manejar la medicación -al retirarla o dejarla- cómo hacer un seguimiento o los cuidados que debía tener".

En su caso, la retirada de la medicación fue nefasta, explica. Además, estaba el estigma añadido por expresar su deseo de ser madre. "Había muchos prejuicios. Me decían que cómo iba a ser madre con un problema de depresión. Luego, el paternalismo. Eso me afectó muchísimo. La decisión de ser madre debe ser propia, no que la tomen otras personas a la ligera. Si hubiese existido un protocolo de cómo debía ser la retirada medicación, creo que podría mejorarse y no habría sufrido tanto", añade. Elisabeth mantiene la esperanza de tener un hijo "pero me crea mucha inseguridad porque no quiero pasar por lo mismo: dos abortos. Lo que hace falta es apoyo", concluye.

Atención centrada en el paciente

En España, la Ley 41/2002, de 14 de noviembre (Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en materia de Información y Documentación Clínica), amplió los derechos básicos basándose en el respeto al principio de autonomía con una atención sanitaria "centrada en el paciente", recuerda Vanessa Vilas-Riotorto.

Vilas-Riotorto incide en que "las decisiones clínicas de los profesionales sanitarios deben basarse en el conocimiento científico, pero, también, deben respetar la voluntad del paciente" y que las organizaciones sanitarias "deben asumir y cumplir este compromiso" y favorecer fórmulas que les permitan participar de forma más activa. En España la infradotación de recursos humanos y técnicos vulnera el derecho a la elección de tratamiento, asegura. Además, "conlleva un mayor uso de tratamientos farmacológicos incluso en aquellos casos que no son indicados como primera opción". Esto "es un fracaso de nuestra sociedad", asevera.

Un joven apoya la mano en un cristal - salud mental

Un joven apoya la mano en un cristal - salud mental / Ferran Nadeu

Además, Vanessa Vilas-Riotorto recuerda que puede "suponer una gestión del gasto sanitario ineficiente, incluyendo la utilización de tratamientos/fármacos con efectividad limitada ante determinados problemas, o una variabilidad injustificada en práctica clínica". La alta frecuencia de los problemas psicológicos hace que en Atención Primaria la carga por depresión y ansiedad, medida en años de vida ajustados por calidad, sólo sea superada por el dolor crónico, apunta.

Equidad en salud

Para la psicóloga clínica "abogar por la equidad en salud es una de las principales líneas políticas del Ministerio de Sanidad para cumplir su compromiso de avance y cohesión social en España". Esto, precisa, incluye indicadores abordando las desigualdades sociales en salud "por razón de clase social, género, territorios, educación o nivel de ingresos".

Hay "claramente una inequidad de género, vulnerando gravemente el derecho de las mujeres a una atención digna y de calidad y cronificando problemas de salud mental", aseguran desde ANPIR.

Abunda en que los datos señalan "claramente una inequidad de género, vulnerando gravemente el derecho de las mujeres a una atención digna y de calidad; cronificando algunos problemas de salud mental y aumentando sus factores de riesgo identificados y modificables en otros procesos de salud". Asimismo, el uso de fármacos, cuando no están indicados como primera opción, supone patologizar. Vilas-Riotorto puntualiza "que exacerba el estigma sin favorecer la preservación de autoconcepto o la autovaloración que la propia mujer puede hacer de sí misma. Esto puede dificultar su recuperación y empeorar su calidad de vida".