FRACASA LA NEGOCIACIÓN

"No ganamos nada si lo acaban reventando": el PP decidió no asumir riesgos ante la rebelión interna de Cs

Adrián Vázquez no pudo dar las garantías sobre su partido y terminó dimitiendo. La puerta a negociar con él para las europeas, ya fuera de Ciudadanos, sigue abierta

El partido en Cataluña nunca confió en el acuerdo: jamás aceptarían integrarse en el PP

El hasta ahora secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, en una rueda de prensa.

El hasta ahora secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, en una rueda de prensa. / Alejandro Martínez Vélez

Paloma Esteban

Paloma Esteban

La historia se repite. Sobre el papel parece sencillo. Una candidatura constitucionalista para Cataluña donde PP y Ciudadanos conviven, escoran a Vox y tratan de cautivar a los votantes que habiendo votado al PSC, rechazan las alianzas de Pedro Sánchez y los independentistas, con la ley de amnistía como colofón. Pero la realidad es infinitamente más compleja y, al final, los escollos de siempre hacen que dos partidos que comparten casi todo no puedan unirse. Ocurrió de nuevo este viernes con el fracaso de la negociación entre ambos.

Las conversaciones entre Génova y Adrián Vázquez llevaban produciéndose meses -con altibajos- mirando a las elecciones europeas. Había una voluntad real de llegar a un acuerdo para no perder activos de la lista naranja, empezando por el propio Vázquez, teniendo en cuenta que buena parte de la batalla contra el Gobierno se juega en terreno comunitario. Pero el adelanto de las catalanas lo aceleró todo. La negociación pasaba entonces a ser un ‘pack’ por la coincidencia en el calendario y, sobre todo, porque el objetivo real del PP siempre ha sido una integración permanente. La operación es de mayor calado y no tiene que ver con compartir listas. 

Ciudadanos no se presentó a las elecciones generales del pasado julio y en Génova persiguen que ese partido de centro derecha termine dentro del PP, por completo y sin excepciones. Es el camino natural que se ha ido produciendo con decenas de cargos, ya hoy en las instituciones bajo las siglas conservadoras, y de los propios electores, que en su mayoría han vuelto al paraguas popular. El núcleo de resistencia naranja siempre ha residido en Cataluña. Y ha sido lo que de nuevo ha imposibilitado el acuerdo. 

Adrián Vázquez había asumido una fórmula en la que se producía una integración del partido con matices. Pero integración. Y en Cataluña, el partido con Carlos Carrizosa a la cabeza siempre dijo que esa era la línea roja: coalición o candidatura amplia, pero siglas del PP en exclusiva, no.

El intento llegó hasta última hora pero, como publicó este diario, desde el jueves por la mañana las cosas se habían enfriado mucho. En realidad, Ciudadanos en Cataluña siempre vio imposible el acuerdo. Y en Génova creían "imposible" reconducir la postura de Carrizosa y sus apoyos, y exigieron entonces “garantías” de que no habría rupturas a medio camino: escisiones, marchas del grupo parlamentario una vez estuviera constituido o ruido excesivo en la campaña electoral. 

Y eso, el secretario general de los naranjas, no podía asegurarlo.

En la dirección nacional del PP, con Cuca Gamarra al frente de las conversaciones, afirman que el líder naranja lo intentó por todas las vías. Pero asumir riesgos tampoco era una opción para los conservadores. 

“O tenemos garantías o no asumimos riesgos. No hay más”, reflexionaban altos cargos del PP, recordando que tienen garantizado un buen resultado en Cataluña aunque no aglutinen los cargos de Ciudadanos. Ahora seguirán su camino por separado, mientras deciden si relevan a Alejandro Fernández como tenía claro hace meses Feijóo.

La operación de fondo, la integración completa, se mantiene aunque esta negociación no haya salido. La cuestión es que en el PP ahora consideran que será “por la vía de los hechos”. Lo dijo Alberto Núñez Feijóo desde Bruselas: “La desembocadura ya se ha producido. Ahora deben decidir si es total”. En esa frase el líder del PP reveló sin trampantojos su intención. 

Los conservadores insisten en que son ellos quienes ejercen “el liderazgo del centro derecha” y recuerdan que “todos los partidos surgidos en ese espacio” acaban formando parte de sus siglas. O se materializaba la integración sin problemas y con total seguridad “o el PP tiene poco que ganar”.

En Génova consideran que Carrizosa comenzó a “reventar” las conversaciones hace días cuando insistía en que solo habría coalición. También en el entorno de Adrián Vázquez reconocían que estaba “mermando la capacidad negociadora” y el PP se volvía más fuerte. En la mañana de este viernes, el catalán redoblaba el órdago: “¿Me llevarán ligado y amordazado a unas listas del PP?”. La imposibilidad del acuerdo empezaba a ser evidente.

Y esa vía ha muerto. Vázquez decidió dimitir tras un año y dos meses al frente de la secretaría general de un partido que ya asumió prácticamente destruido. En Génova reconocen que las puertas siguen abiertas y no descartan una oferta más adelante de cara a las europeas, ahora que el eurodiputado ya ha dejado Ciudadanos. En el entorno del hasta ahora secretario general insisten en que el objetivo era esta negociación y ahora queda todo suspendido. Pero ninguna de las partes niega la sintonía que han mantenido en este tiempo.