ELECCIONES EN CATALUÑA

PP y Cs rompen negociaciones y no habrá lista conjunta ni en las elecciones catalanas ni en las europeas

El secretario general de los naranjas y europarlamentario, Adrián Vázquez, dimite y el partido convocará primarias para decidir su cabeza de lista

El president de Cs al Parlament, Carlos Carrizosa

El president de Cs al Parlament, Carlos Carrizosa / Alberto Paredes - Europa Press - Archivo

Sin acuerdo. Finalmente, no habrá lista conjunta de PP Ciutadans para las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo, ni tampoco para las europeas. Así lo han explicado en un comunicado las direcciones de ambos partidos, que achacan este fracaso a las "tensiones internas" y al "ruido externo", a pesar de destacar la "voluntad compartida" y la "buena disposición" de los negociadores. Tras ello, los naranjas ya han acordado presentarse por separado y convocar un proceso de primarias para escoger el candidato. De momento, sin embargo, la ruptura ya haya tenido su primera consecuencia: la dimisión del secretario general del partido y europarlamentario, Adrián Vázquez. En una carta a la militancia, ha explicado que se va con "tristeza" y "decepción" por no haber cumplido su objetivo.

Todo, después de las reticencias de la dirección catalana de Cs, que han acabado provocando también un alejamiento de los populares en las conversaciones. Antes del movimiento del president Pere Aragonès, las direcciones de PP y Cs tenían avanzado un acuerdo para las elecciones europeas del 9 de junio, pero la convocatoria anticipada en Catalunya hizo saltar por los aires el tablero político. Las dos cúpulas apostaron por ampliar la negociación a los comicios autonómicos, una opción para nada compartida por el líder de Cs en Catalunya, Carlos Carrizosa. Y menos aún en los términos en los que lo planteaba el PP, que solo contemplaba la integración de líderes naranjas en sus listas, eso es, la absorción de los naranjas y el fin de la marca con la que llegaron a ganar las elecciones en 2017.

El pulso con la dirección catalana

Las discrepancias entre dirección catalana y nacional -pilotada por Vázquez- se hicieron públicas el pasado martes, cuando Carrizosa dijo en una entrevista que la integración era "impensable". Dos días después, la cúpula en Madrid le desautorizó. Sin nombrarlo, pero tampoco sin dejar dudas de contra quién iban los dardos, Vázquez invitó a Carrizosa a "dejar de mirarse el ombligo". "Es normal que la gente se ponga nerviosa y quiera definir en los medios los marcos de una negociación en la que no está, pero eso daña la negociación", espetó el jueves en un desayuno informativo, dando a entender que la decisión final -la que fuera- se tomaría en Madrid.

Pero lejos de recogerse o acercar posiciones, Carrizosa optó por mantener el pulso y, este viernes, en otra entrevista, dio por hecho que no se llegaría a ningún acuerdo que no estuviera "avalado por el partido en Cataluña". "¿Me llevarán ligado y amordazado a unas listas del PP?", se preguntó, con sorna. El dirigente catalán siempre ha defendido a capa y espada la marca Ciutadans y, a pesar de saber que las expectativas electorales son nefastas, es de los que prefiere morir de pie.

Toda esta situación ha alejado al PP del acuerdo. Génova temía que Vázquez no tuviera el partido naranja bajo control y las declaraciones públicas de Carrizosa han confirmado sus sospechas. Los populares querían garantías de que no habría escisiones de ningún tipo tras las elecciones y que no habría un ruido constante, ni durante la campaña, ni después. "En dos días estarían en el grupo mixto", daba por hecho esta semana uno dirigente del PP catalán consultado por este diario, que no veía posible que las actuales primeras espadas de Cs siguieran la disciplina de partido.

La duda del candidato del PP

Hasta ahora, la negociación entre las dos formaciones había servido a Génova para no hablar del elefante en la habitación: quién será el candidato del PP a la Generalitat de Catalunya. La dirección nacional de los populares apostaba por relevar a Alejandro Fernández como presidente del partido -y, en consecuencia, como cabeza de lista-, pero la convocatoria anticipada de elecciones complicó el plan, con poco tiempo y sin una alternativa clara. Los nombres de Dolors MontserratManu Reyes o Nacho Martín Blanco están encima de la mesa desde hace días, pero Fernández intenta aguantar el pulso y ha conseguido reunir el apoyo de las entidades constitucionalistas. Ahora, con la ruptura de las conversaciones con Cs, Feijóo deberá acabar de deshojar la margarita.