ESTRATEGIA DE OPOSICIÓN

El PP divide sus esfuerzos para 'atornillar' a Sánchez con el 'caso Koldo' y retomar el ataque contra la amnistía

Los populares reajustan su estrategia para seguir presionando a Sánchez por los dos frentes que tienen más desgaste. Feijóo traslada a sus socios europeos la importancia de que se unan a la respuesta política y dan por seguro que la norma es contraria al derecho comunitario

Los diputados del PP Cuca Gamarra , Cayetana Álvarez de Toledo y José Antonio Bermúdez de Castro , durante la Comisión de Justicia.

Los diputados del PP Cuca Gamarra , Cayetana Álvarez de Toledo y José Antonio Bermúdez de Castro , durante la Comisión de Justicia. / DAVID CASTRO

Paloma Esteban

Paloma Esteban

El carrusel de noticias que ha provocado el sumario del ‘caso Koldo’ -la trama de corrupción en la compra de mascarillas con supuestas mordidas de la mano de Koldo García, persona de la confianza del exministro de Transportes, durante lo peor de la pandemia- había dejado en un segundo plano la amnistía. Incluso el PP ha centrado su oposición las últimas dos semanas en lo que insisten en llamar “caso Sánchez” (por la implicación de distintas administraciones socialistas y ministerios con el objetivo de involucrar al presidente del Gobierno). Ayer, tras la luz verde de la comisión de justicia a la ley -que será aprobada finalmente el jueves de la semana que viene- la cúpula conservadora ha decidido reajustar la estrategia a corto y medio plazo.

El PP dividirá esfuerzos en los dos asuntos que más desgastan al Gobierno, a pesar de que Pedro Sánchez considera que la amnistía amarra de una manera significativa el devenir de la legislatura. Los Presupuestos Generales también están bastante avanzados, lo que sería el paso definitivo. En Génova, sin embargo, siguen viendo al Ejecutivo en una situación de “extrema debilidad”, convencidos de que en cualquier momento el castillo de naipes puede sufrir un derribo.

Los populares se adelantaron a lo que ocurriría en la comisión de Justicia a primera hora del jueves registrando una batería parlamentaria del ‘caso Koldo’ con cuatro peticiones de comparecencias (entre ellas, la de los ministros Óscar Puente y Fernando Grande-Marlaska), la exigencia de acceder a ocho contratos clave de la trama y 62 preguntas que el Gobierno debe responder por escrito. Era la manera de seguir presionando el día en el que la amnistía volvería al primer plano, como ocurrió. La semana que viene el Congreso volverá a vivir jornadas de altísima tensión con una sesión de control en la que el PP tenía asegurada una ofensiva por el ‘caso Koldo’ que ahora, explican fuentes de la dirección, “dividirán” con la amnistía para que los esfuerzos vayan en ambas direcciones.

El PP sigue viendo “muy débil” la posición de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, tras su comparecencia esta semana, en la que no aclaró las “sospechas principales” sobre la relación de su Govern y la trama de Koldo. La más importante, dicen, el contacto del Ministerio de Transportes que llamó a las islas para asegurarse de que contrataban con la empresa de las mordidas. También ponen el foco sobre la cartera que hoy dirige Puente, por el cese que finalmente tuvo que acometer en Puertos del Estado y ante las novedades que sigue arrojando el caso.

En cuanto a la amnistía, reconocen los populares, aunque es difícil mantener la movilización constante contra la ley, en Génova tienen detectado que las novedades y los avances en la norma que van confirmando el blindaje de los independentistas, incluido Carles Puigdemont, sí activan a las bases y al partido en su conjunto. En la comisión de Justicia, Cuca Gamarra se lo repitió en varios momentos al PSOE: “Sus votantes no entienden esto”. Justo antes el expresidente de Aragón, Javier Lambán, decía no sentirse orgulloso de ser socialista tras escuchar al ministro de Justicia, Félix Bolaños, decir que la ley de amnistía sería “referente mundial”, incluso “felicitándose” por haber sido el gran muñidor del acuerdo.

Génova sigue analizando los detalles de la ley una a una, aunque consideran que las referencias al derecho europeo son un “engaño” del Gobierno al mundo independentista, que “denosta las leyes y los jueces españoles” y creen tener una confianza mayor al hablar de Europa. “Serán los jueces los que apliquen la amnistía y en Europa saben ya que esto es contrario al Estado de derecho”, insistían en el PP este jueves por la tarde.

Unas horas antes, en Bucarest (Rumanía), donde el PP europeo terminaba de celebrar un cónclave clave de cara a las europeas de junio esta semana, distintos dirigentes españoles lanzaban un claro mensaje a sus socios conservadores: más claridad contra la ley de amnistía que ha permitido a Sánchez volver a ser presidente del Gobierno. Esteban González Pons lo puso negro sobre blanco al vincular el apoyo que Feijóo ha dado a Ursula von der Leyen como candidata a la Comisión Europea a que ésta lleve a cabo una defensa absoluta del Estado de derecho en España.

La molestia de los populares españoles con la alemana, que no ha escondido su sintonía personal con Sánchez estos años, ha sido evidente. Pero han ido transigiendo porque no había más remedio. Es cierto que la confianza y la relación es infinitamente mejor con el líder del PP europeo, también alemán y rival de Von der Leyen, Manfred Weber. Por si las palabras de González Pons no fueron suficientemente claras, la propia Isabel Díaz Ayuso, que también intervino en un coloquio con otros líderes conservadores, pidió directamente evitar los “compadreos” con el Partido Socialista. En su equipo no escondieron en ningún momento que era un recado a la candidata a la Comisión. “Con la que está cayendo hay cosas que no pueden ser”, explicaban después.

Si algo tiene claro el PP, más allá de todo lo que avance el ‘caso Koldo’, es que la amnistía seguirá jugando un papel fundamental en estos meses, sobre todo de cara a Europa donde ellos libran buena parte de su ofensiva. Y en ese sentido, apuntan, la posición del resto de países también puede ser crucial. Lo que el PP sostiene es que el pacto de amnistía entre PSOE, Junts y ERC contiene muchos elementos “contrarios al derecho europeo”. Y afirman que habrá una respuesta. Pero también necesitan que sea política.