INVESTIDURA

Moncloa respira tras la intervención de Aragonès en el Senado: "Ratifica la renuncia a la unilateralidad”

Los socialistas aseguran que el “mitin” del PP en la Cámara Alta allana la investidura: “Junts ya sabe cuál es la alternativa”

“Está bien que venga al Senado”, destacaban desde la dirección del grupo socialista para poner el foco en la “normalidad institucional”

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, este jueves en el Senado.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, este jueves en el Senado. / David Castro

Un alto cargo del PSOE salió este jueves del antiguo salón de plenos del Senado, donde se celebraba la comisión general de las comunidades autónomas, y dijo entre sonrisas: “Esto parece un mitin del PP. Yo hacía tiempo que no veía uno. Ha sido interesante”. Pero fue más que eso. La cita, donde los presidentes autonómicos de los conservadores aprovecharon su mayoría absoluta en la Cámara alta para llevar a cabo una “andanada” contra la amnistía del ‘procés’, también contó con un telonero extraño entre tanto dirigente popular: Pere Aragonès, ‘president’ de la Generalitat, que acudió a Madrid para defender la medida de gracia, reivindicar un referéndum sobre la independencia de Catalunya que sea pactado y recuperar protagonismo frente a Carles Puigdemont.

Los socialistas ven elementos positivos en esta coincidencia. Por un lado, creen que Aragonès, con su discurso, volvió a plasmar que no contempla en ningún caso una autodeterminación como la que se intentó el 1 de octubre de 2017. Por otro, aseguran que el debate allana el terreno para la investidura que Pedro Sánchez negocia con ERC y Junts a cambio de la amnistía y otras medidas, porque muestra con claridad cuál es la “alternativa” si no hay pacto y se celebran nuevas elecciones: un Gobierno del PP, que considera que la medida de gracia, como dijo Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, supone una “felonía” que, si se “consuma”, hará que “pronto no haya españoles”.

“Esta comisión puede ayudar a todos los que están aquí. Ha sido muy pedagógico oír lo que han oído”, explicaron los socialistas. Es decir, que si el independentismo tenía dudas sobre la conveniencia de facilitar una coalición entre el PSOE y Sumar, que las tiene, lo vivido este jueves ayudará a despejarlas. Aun así, y pese al optimismo con el que los socialistas contemplan la gobernabilidad, todo continúa abierto. Nadie da por hecho una investidura que por el momento carece de fecha, debido a que las negociaciones van más lentas de lo que la Moncloa proyectó en un primer momento.

La vuelta a la normalidad

El entorno de Sánchez, en cualquier caso, respiró aliviado al escuchar a Aragonès, que fue el primer mandatario autonómico en intervenir, antes de los 13 del PP. Su discurso no altera el rumbo de las conversaciones con el independentismo. “No cambia nada. Ha apostado por un referéndum pactado. Supone una ratificación más de que ERC renunció hace mucho a la unilateralidad”, señaló un cercano colaborador del presidente en funciones, en un momento en el que los socialistas intentan precisamente que Junts, más reticente al pacto que los republicanos, dejen atrás la vía que impulsaron hace seis años.

Otras fuentes del PSOE añadieron más argumentos para celebrar la presencia del ‘president’ de la Generalitat. “Está bien que venga al Senado”, destacaban desde la dirección del grupo parlamentario para poner el foco en la “normalidad institucional” que esto supone. Precisamente, en Ferraz enmarcan un hipotético acuerdo con los independentistas por normalizar las relaciones con la Generalitat y llevar al terreno de la política el conflicto territorial.

Sobre el contenido del discurso de Aragonès, las mismas fuentes zanjaron que “nada nuevo” y “previsible”. Niegan así que su posición manifestada en la Cámara Alta pueda alterar las negociaciones para la investidura. La reiteración sobre la celebración de un referéndum, entienden que no deja de enmarcarse como parte de la pugna electoral de los republicanos con Junts.

En términos generales, en el PSOE creen que la jornada de este jueves en el Senado puede beneficiarles para acelerar las negociaciones de la investidura. Un debate que, según fuentes de Ferraz, serviría para que sus socios potenciales y la ciudadanía “vea hasta que punto Alberto Núñez Feijóo ha asimilado un discurso ultra, lejos de aquel que decían moderado que vino a Madrid hace un año y medio”.

Junts sitúa al PP "contra Cataluña"

La intervención del portavoz de Junts en el Senado, Josep Lluís Cleries, pareció darles la razón a los socialistas. El posconvergente denunció al PP porque “siempre habla de Cataluña con fines electorales” y los acusó de una “utilización partidista del Senado”. “Podría jugar con otra cosa, pero no con nuestra nación”, añadió. Frente ello, hizo una defensa la creencia de Junts “en la política con mayúsculas”, dejando entrever el ánimo a la negociación tras toda una legislatura instalados en la confrontación.

Cleries también responsabilizó al PP de la sentencia del Tribunal Constitucional en 2010 contra el Estatut. El origen del “conflicto”, que identificó con los populares por su campaña en contra y la recogida de firmas con la que la acompañaron. “El conocido como ‘écheme una firmita contra Cataluña”, afeó. “Feijóo dijo que quería a Cataluña, no lo notamos”, concluyó.

Al PSOE le lanzó igualmente mensajes en clave negociadora, cuando la exposición de motivos de una hipotética ley de amnistía parte de relatos contrapuestos entre socialistas y posconvergentes. El senador de Junts avisó de que el 1-O fue una “respuesta legítima”, sin renunciar así a la unilateralidad, y que “no fue un delito como tampoco lo fue la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) ni las protestas masivas contra la represión del Supremo”. Más concretamente, tras mencionar una ley de amnistía, aseguró que su fin “No puede ser el de perdonar a los independentistas, sino el de reparar injusticias que el conflicto ha generado”. La legitimidad de los hechos sobre los que se intenta pasar página, como sigue reclamando Junts, sería incompatible con el relato del PSOE de abrazar la legalidad vigente.