"MI FECHA SE FIJÓ TRAS HABLAR CON MONCLOA"

Feijóo reprocha a Sánchez que no tenga prisa para su investidura y exige a Armengol la fecha

El líder del PP expresa su malestar al no haber fecha para la investidura del socialista, que ya tiene el encargo del Rey. Revela que fue Armengol la que fijó su debate "tras hablar con Moncloa"

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece tras verse por segunda vez con el Rey.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece tras verse por segunda vez con el Rey. / GABRIEL LUENGAS.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo reclama que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, fije fecha para la investidura de Pedro Sánchez después de que el Rey decidiera hacerle el encargo al candidato socialista tras la segunda ronda de consultas con los grupos parlamentarios. El líder del PP mostró su malestar por haber escuchado durante un mes que su intento de investidura era “una pérdida de tiempo” y que ahora ni siquiera haya un día fijado para debatir de la de Sánchez.

“Además, acudió a verse con el jefe del Estado acreditando solo 121 apoyos, menos de los que yo tenía y menos de los que él tenía en la primera ronda de consultas”, se quejó Feijóo en una entrevista en ‘Onda Cero’.

El popular criticó que sea Sánchez el que ahora parece no tener prisa y cargó duramente contra Armengol por ejercer más “como militante del PSOE” que como presidenta del Congreso. "A mí me dio la fecha en menos de 24 horas. Y he tenido que escuchar que ha sido el mes de la marmota de Feijóo”, afirmó.

También reveló en esta entrevista que él le pidió “ocho días” para ir a su debate de investidura (habría sido a finales del mes de agosto) y que fue Armengol la que le dio la fecha del 26 de septiembre “tras hablar con Moncloa”. Feijóo aseguró que la presidenta de la Cámara le explicó que Sánchez “tenía una agenda internacional”, que debía tener en cuenta el calendario y que, además, una eventual repetición electoral no podía coincidir con las Navidades.

En realidad, en Génova nunca se mostraron partidarios de que la investidura fuera tan rápido y coincidiera con los últimos días de vacaciones. Entendían que ese debate, que Feijóo quiso desde el primer momento aunque no tenía apoyos suficientes, era un buen escaparate que querían aprovechar. En su equipo reconocían "la faena" de que tener que elegir entre ocho días y más de un mes (a mitad de septiembre no era posible porque si hay nuevas elecciones generales habrían caído en Nochebuena, Nochevieja o justo después del Día de Reyes).

Como ya hizo ayer en su comparecencia tras verse con el Rey, Feijóo volvió a destacar la “anomalía” que implicará que Carles Puigdemont se convierta “en la persona más importante de la política española”. “Nunca hemos tenido un presidente que dependa de personas en busca y captura por el Tribunal Supremo. Y si al final a Puigdemont le parece suficiente a lo que se comprometa Sánchez, será el Gobierno más inestable de la democracia”. 

Sobre las negociaciones de Sánchez con los independentistas, Feijóo insistió en que si él fuera presidente, "mi primer problema territorial es Cataluña", dijo, "e intentaría buscar la concordia, la recuperación social, institucional y económica". Pero, continuó: "De eso a meter en la hoguera el Código Penal, arrancar las hojas de la Constitución y dejar en ridículo al Tribunal Supremo... Todo tiene que tener límites. Un político tiene que tener el límite de no decir una cosa y la contraria", zanjó.

“El Gobierno siembra dudas sobre el TC”

Feijóo mantuvo la postura sobre la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial (dentro de poco se cumplen cinco años de mandato caducado), insistiendo en que el PP “se sentaría a hablar si se avanzara en la independencia” del poder judicial. “Nosotros intentamos renovarlo. Cuando avanzábamos, nos cuelan la derogación del delito de sedición y la rebaja del delito de malversación. Luego hablamos de que no hubiera puertas giratorias y nombran para el Constitucional a un exministro (en referencia a Juan Carlos Campo) y un asesor de Moncloa (Laura Díez)”. 

“La respuesta a renovar el CGPJ es sí, pero si advierto que hay una involución, mi responsabilidad es decirle a los ciudadanos que en romper la independencia del poder judicial no puede participar el PP”, zanjó, cerrando la puerta de nuevo a una renovación pronto.

Sobre el Constitucional, Feijóo afirmó “respetar las sentencias”, pero aseguró también, como ha hecho en muchas ocasiones, que ha sido el Gobierno “quien siembra dudas en su imparcialidad” con esos nombramientos.

Las alianzas con Vox

Sobre los pactos con Vox, Feijóo reconoció con todas las letras que los acuerdos autonómicos lastraron sus opciones de llegar a la Moncloa. “En la Comunidad Valenciana y Extremadura teníamos dos opciones. Repetir elecciones o llegar a un pacto de estabilidad. Ese fue nuestro pecado”, dijo, explicando justo después que esas alianzas “influyeron negativamente” a su partido “y positivamente al PSOE”. Fue lo que realmente desató la movilización de la izquierda.

Reconoció que en campaña no dijo abiertamente que no incluiría a Vox en su Gobierno (sí dijo que lo que quería era un Gobierno en solitario) porque “no podía asegurar ese compromiso”. “Y si no se puede asegurar, no debo hacerlo”, continuó. 

También restó importancia a la posibilidad de coincidir con Santiago Abascal en la manifestación de este domingo en Barcelona contra la amnistía organizada por Sociedad Civil Catalana. “Ya hay fotos mías en el Congreso saludándonos. Y yo le agradezco los 33 votos porque sin ellos no habría podido presentarme a la investidura”, zanjó.