Llarena avisa a Ponsatí de un nuevo arresto si no acude el 24 de abril al Supremo

La intención del Tribunal Supremo era actuar con la 'exconsellera' catalana Clara Ponsatí como hizo en su día con con Meritxell Serret y Anna Gabriel, también fugadas, pero que comparecieron voluntariamente ante el tribunal ante el tribunal para regularizar su situación. Pero Ponsatí ha provocado su arresto, al declarar en rueda de prensa que no pensaba acudir al alto tribunal alegando que goza de inmunidad por ser europarlamentaria.

El arresto durará lo mínimo imprescindible para su traslado al juzgado de guardia de Barcelona, donde se le comunicará el procesamiento y la orden de detención que pese sobre ella, señalaron a El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica, fuentes del alto tribunal. También será informada de su citación a declarar ante el Supremo el día que señale el instructor, cita que esperará en libertad, puesto que no puede imponérsele una medida cautelar de privación de libertad al estar el delito penado de desobediencia que se le imputa más que con multa e inhabilitación.

Y Ponsatí es consciente de ello, porque lo fiara todo a su inmunidad habría venido mucho antes, desde que, tras el Brexit, adquirió el acta de eurodiputada. De hecho, el instructor del 'procés' en el Supremo, Pablo Llarena, se lo dejó meridianamente claro en el auto en el que confirmaba el procesamiento del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont por desobediencia y malversación en su modalidad más agravada.

En esa resolución respondía a la ‘exconsellera’, ahora solo procesada por desobediencia, que no puede suspender la orden de detención nacional que pesa sobre ella, porque "el procedimiento está paralizado por su actuación obstativa", al haber huido de la justicia española, y ello obliga a "agotar los mecanismos legalmente dispuestos para superar la ocultación de cualquier encausado por responsabilidad penal", como es ordenar su arresto.

Así que Ponsatí, que comparte abogado con Puigdemont, el letrado Gonzalo Boye, era muy consciente de que al actuar como ha hecho sería arrestada, pese a esa inmunidad, que el magistrado explica al expresidente que sirve para evitar el anormal funcionamiento del Parlamento europeo, no para huir de los procedimientos penales iniciados y hasta en su caso, prácticamente concluidos, antes de adquirir el escaño.

Tan consciente es de que el arresto será hasta comunicarle los requerimientos pendientes que habría vuelto a España mucho antes, porque ya contaba con la inmunidad que ahora esgrime, pero antes se le acusaba de sedición, lo que habría supuesto su ingreso en prisión cautelar y con la desobediencia, eso no es posible.

Segunda citación

Fuentes del alto tribunal resaltan "la normalidad" que supone el arresto de una persona con una reclamación judicial que no comparece ante el juez. El problema surgirá si decide volver a hacer lo mismo el día que Llarena le fije para tomarle declaración por el delito de desobediencia que le imputa. Dichas fuentes han preferido esperar a que esa circunstancia se produzca para pronunciarse.

Como el delito de desobediencia solo está penado con hasta dos años de multa e inhabilitación no se le puede imponer medida de privación de libertad de manera cautelar tras comparecer ante el juez.