MANIFESTACIÓN Y HUELGAS

Preocupación en Sol ante el peligro de que la crisis sanitaria se desborde

En la Comunidad de Madrid dejan de ser tajantes al hablar de que no pasará factura y reconocen que la crisis va en aumento, aunque siguen señalando a la "campaña de la izquierda"

Dirigentes nacionales del PP reconocen que se trata de un "tema muy sensible" que hace falta atajar o podría causar estragos mayores, aunque respaldan a Ayuso en este ámbito

Ayuso y su consejero de Sanidad.

Ayuso y su consejero de Sanidad. / LUIS MILLÁN.

Si la semana pasada dirigentes del PP de Madrid confiaban en que la crisis sanitaria terminaría cayendo en saco roto más allá de las críticas de la izquierda y de la manifestación convocada para este domingo, fuentes del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso evitan mostrarse tan contundentes, reconociendo que las consecuencias de la situación actual ya no están tan claras. “Esto es muy largo. Lo que vale para hoy no vale para mañana”, repiten en el entorno de la presidenta, evitando la rotundidad de días atrás y sin tener muy claro si esto terminará pasando factura al Ejecutivo autonómico.

Las alarmas terminaron de encenderse todavía más cuando este martes por la tarde se confirmó una nueva huelga indefinida entre los médicos de Atención Primaria a partir del 21 de noviembre. Hasta ahora diputados populares insistían en que ya vivieron en mayo de 2021 una ofensiva similar, tras los meses más duros de la pandemia y las críticas al mayor emblema de la gestión de Ayuso: el hospital Zendal. Incluso la candidata de Más Madrid, Mónica García, dio el sorpasso al PSOE de la mano de una estrategia electoral basada en la defensa de la sanidad pública y su condición de médica. 

La percepción en el PP de Madrid en estas dos semanas de crisis era que “las encuestas no muestran ningún retroceso” (en realidad las últimas publicadas acercan a Ayuso a la mayoría absoluta, y en eso coinciden también en la sede nacional del partido, que ven posible una victoria similar a la andaluza), y añadían que “aún queda tiempo” para las elecciones de la próxima primavera y superar este bache. Pero la creencia de que se trataba de “titulares” que pasarían pronto se ha ido consumiendo.

GÉNOVA: “ATAJAR LA SITUACIÓN”

En Génova reconocen que la sanidad es “un asunto muy sensible” para la ciudadanía porque afecta igual a los votantes de todos los partidos y puede terminar desgastando a cualquier administración. Por eso, dirigentes de la cúpula nacional no esconden la misma preocupación que ya se percibe en la sede del Gobierno regional. El respaldo a Ayuso en este ámbito es total pero, al tiempo, también se inclinan por que Sol “ataje la situación” lo antes posible para no dar pie a que la campaña continúe. 

Imagen de este lunes de las movilizaciones de los médicos de urgencias extrahospitalarias de Atención Primaria de Madrid.

Imagen de este lunes de las movilizaciones de los médicos de urgencias extrahospitalarias de Atención Primaria de Madrid. / RODRIGO JIMENEZ / EFE

Algunos miembros de la dirección llevan advirtiendo meses que el desbordamiento podía llegar cuando empezaron los primeros movimientos por los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Alcaldes de municipios grandes de la Comunidad consultados por este diario tampoco esconden su inquietud, porque aunque culpan a la izquierda de una “ofensiva total” también reconocen el tapón en los centros de salud de sus pueblos: “La gente llega al centro de salud o las Urgencias y no hay médicos”, explican. Algunos temen que la propia Ayuso no tenga toda la información que ellos perciben de sus municipios.

OFENSIVA TOTAL DE LA OPOSICIÓN

Los partidos de la oposición mantendrán la presión sobre el Gobierno regional, convencidos de que el PP “no está midiendo el impacto” que puede llegar a tener la situación sanitaria. Además, lo que ven es “un movimiento subterráneo” que recuerda mucho a las mareas blancas de hace unos años y que tanto reforzaron a los partidos nuevos (por mucho que el PP no perdiera el poder).

De ahí, que crean que la manifestación del próximo domingo para defender la sanidad pública será “bastante más multitudinaria” que la del 22 de octubre (50.000 asistentes según la Delegación de Gobierno y 23.000 según los sindicatos). 

Un dirigente destacado de la oposición ve “clarísimo” que la crisis sanitaria “ya le está pasando factura” a la presidenta, mientras que otras fuentes de la izquierda lo elevan a un “desgaste del fenómeno Ayuso” que no puede continuar en ascenso. “El lío que se ha formado tiene muy mala solución. Ya veremos qué pasa electoralmente”, insisten.

A las fuerzas políticas se suma la posición de Amyts, el sindicato mayoritario de médicos que ha convocado la huelga en las urgencias extrahospitalarias, que se muestra tajante en la única vía para cortar el conflicto: o se reduce el número de centros abiertos o se incrementa el número de médicos. 

El portavoz del Gobierno de Ayuso, Enrique Ossorio, dejó muy claro ayer que no está entre las opciones el cierre de centros. El jueves se reunirá la mesa sectorial y se verá si finalmente Sol cede. En el entorno de la presidenta aseguran que su voluntad es la de negociar y que si se trata de una posible mejora de las condiciones laborales podría haber un margen. La cuestión es que en Sol creen que “nada servirá para contentar a la izquierda” y terminar con sus críticas.