Sánchez sale en auxilio de Marlaska: "Tiene mi confianza y ha cumplido la legislación"

El giro que un documental de la BBC ha dado a la investigación sobre la muerte de al menos 23 inmigrantes, en un intento de salto a la valla de Melilla el pasado 24 de junio, obligó este viernes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a salir a arropar a su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. "Tiene toda mi confianza. A lo largo de su carrera judicial y política ha desempeñado su trabajo con eficacia y honestidad, siempre cumpliendo con la legislación más estricta y en defensa de los derechos humanos".

La televisión británica asegura tener documentado que hubo muertos en el lado español, algo que el Ministerio niega, fruto de la avalancha que se produjo ese día en la parte marroquí y que fue duramente reprimida. Un cuestionamiento que se suma al que ha realizado el Defensor del Pueblo, que ha censurado la ejecución de 470 devoluciones en caliente “sin contemplarse las previsiones legales tanto nacionales como internacionales.

Como informó este diario, Marlaska comparecerá el próximo martes en la comisión de gastos reservados del Congreso, también conocida como comisión de secretos oficiales, para ofrecer explicaciones sobre este asunto, cercado por su socio de coalición, Unidas Podemos, y otros partidos que forman la mayoría parlamentaria que apoya al Ejecutivo, que han solicitado una comisión de investigación.

"Va a comparecer", resaltó Sánchez, en su intervención junto al primer ministro de Portugal, António Costa, en el marco de la XXXIII Cumbre Hispano-Lusa en Viana do Castelo. "Dará cuenta de la gestión del Gobierno en esta tragedia". El presidente destacó que "no hay nada que ocultar" y que el Ejecutivo "está colaborando con las distintas investigaciones abiertas", en referencia a la Fiscalía y el Defensor del Pueblo. Y reiteró que Marlaska es un "gran ministro", que "desempeña sus funciones cumpliendo con la legalidad y desde una perspectiva de derechos humanos".

El responsable de Interior, junto a otros ministros, participa en esta cumbre y al terminar la firma de la declaración institucional conjunta y la comparecencia con Costa, el presidente se acercó a estrecharle la mano. Lo sucedido en Melilla ha ido saliendo y entrando en las carpetas de temas preocupantes para el Gobierno. Nada más suceder, Sánchez tuvo una incomprensible reacción, que se atribuyó a la nueva etapa de sintonía con Marruecos, y dijo que el intento masivo de cruzar la valla había estado "bien resuelto". Días después matizó, reconoció que habló sin haber visto las imágenes y se mostró mucho más cercano a la tragedia.

Este viernes insistió en ese discurso, en un momento en que el asunto se ha complicado para España, y mostró "nuestra solidaridad con las víctimas". "Cuando hablamos de este tipo de tragedias, que no dejan a nadie indiferente, es necesario recordar que muchas empiezan a miles de kilómetros de distancia, con la falta de oportunidades en sus países de origen".