INVESTIGACIÓN

Una grabación destapa el 'favor' que prestó un excomisario de Barajas a un abogado

Un informe policial confirma que Agapito Hermes de Dios, que en 2014 era el número dos de la comisaría del aeropuerto Adolfo Suárez, ordenó que "se dejara entrar a un pasajero" colombiano que no reunía los requisitos para ingresar en territorio español

El ahora número dos de la Jefatura Superior de la Policía en Madrid reconoce que permitió que un abogado se hiciera cargo de un hombre sudamericano que había sido rechazado en la frontera, pero defiende que su actuación fue investigada por Asuntos Internos, que consideró que había actuado de forma legal

Francisco Menéndez y Carlos Salamanca en los toros

Francisco Menéndez y Carlos Salamanca en los toros / EPE

Tono Calleja Flórez

Una grabación del comisario José Manuel Villarejo, fechada el 17 de diciembre de 2014, ha revelado que el entonces jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía, Enrique García Castaño, informó a su jefe, el director adjunto operativo (DAO) de la Policía, Eugenio Pino, de que el número dos de la comisaría del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, Agapito Hermes de Dios, había ayudado a un expolicía amigo, -que ejercía de abogado tras jubilarse-, en un asunto de inmigración irregular. Este mando policial fue nombrado en enero número dos de la Jefatura Superior de Madrid.

"El tío ese amigo de Hermes, hay un inspector jefe, que es un jubilado, que es un [...] mangante, que le pidió a Hermes que le sacara a un tío del aeropuerto", espeta en alusión al ex inspector jefe José Luis González Rubio el comisario García Castaño, quien aclara a Eugenio Pino la situación en presencia del ex director adjunto operativo de la Policía Agustín Linares y del propio Villarejo, que es quien graba la conversación.

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha tenido acceso a un informe que elaboró el 29 de agosto de 2014 un funcionario de Policía destinado en el aeropuerto de Barajas, encabezado con el título de "cambio de circunstancias", en el que el agente daba cuenta de que "el comisario jefe operativo del Aeropuerto", a quien se le identifica como "Hermes", le había llamado por teléfono para que dejara entrar a un ciudadano colombiano, que no reunía los requisitos para llegar a territorio Schengen. Le permitió cruzar la frontera de Barajas a condición de que "el inspector jefe (jubilado) José Luis González Rubio" se hiciera cargo del pasajero y se comprometiera "a retornarlo a su país de origen en la fecha prevista", dice de forma literal el documento policial, incluido en el sumario instruido sobre estos hechos por el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid.

Entrada autorizada

"Posteriormente, José Luis González Rubio ha comparecido en la oficina de denuncias", prosigue el mencionado informe, que concluye: "Ha realizado un acta de responsabilidad conforme se hace cargo del pasajero, se responsabiliza de sus gastos y de su regreso a Colombia el 5 de septiembre de 2014, por lo que se autoriza la entrada del pasajero, tal y como ordenó el comisario jefe operativo (señor Hermes). En consecuencia se procede a permitir la entrada de la misma a las 17.00 horas", zanja el funcionario de Policía.

Apenas unos días antes, la Policía de Barajas había denegado la entrada de este pasajero sudamericano al no tener "perfil turístico", pues no disponía de dinero suficiente para permanecer en España, al tiempo que tampoco había reservado un hotel, ni tenía un familiar que le pudiera facilitar un alojamiento. Esta redacción ha podido confirmar que este ciudadano extranjero ha publicado en redes sociales que ahora trabaja en España.

La reunión entre los mandos policiales grabada por Villarejo se produjo horas después de que el polémico comisario amenazara al secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, con destapar el espionaje al extesorero del PP o caso Kitchen, si no se frenaban las investigaciones que había iniciado la Unidad de Asuntos Internos, dirigida por el comisario principal Marcelino Martín-Blas, sobre el caso del Pequeño Nicolás. En la conversación Villarejo lamenta que su nombre apareciera en unas pesquisas policiales sobre la supuesta "venta de entradas de extranjeros" a España desde Barajas, en la que se implicaba al entonces comisario jefe del aeropuerto, Carlos Salamanca.

Pocos meses después del encuentro policial de diciembre de 2014, Villarejo reiteró su amenaza sobre destapar la Kitchen, aunque en esta ocasión lo hizo por escrito, tal y como adelantó La Razón. Marcelino Martín-Blas fue destituido de forma fulminante, pues el clan policial temía que el jefe de Asuntos Internos pudiera descubrir la operación parapolicial contra Bárcenas, según se desprende de la grabación.

"Corrupción" en Barajas

El polémico comisario conocía la actuación policial en Barajas pues recibió un chivatazo que le alertó de que el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid había abierto una investigación "secreta" contra él, en la que también aparecía Carlos Salamanca, sobre asuntos de "corrupción con permisos de residencia en el aeropuerto", tal y como consta en los diarios del ex mando policial. Villarejo también tuvo conocimiento de la intención de Asuntos Internos de "intervenir los teléfonos" de los implicados.

En la conversación grabada por Villarejo el 17 de diciembre de 2014, García Castaño alude, aunque sin citar su nombre, a José Luis González Rubio, el ex inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que al jubilarse comenzó a trabajar en un despacho de abogados especializado en temas de inmigración. Sus actividades llamaron la atención de Asuntos Internos, que acordó la intervención de sus comunicaciones. El ex inspector jefe falleció el 17 de mayo de 2016, por lo que la investigación sobre su actuación fue archivada.

Sin embargo, los hechos probados en la sentencia del juicio celebrado contra el resto de imputados ponen de manifiesto que dos policías, que fueron condenados a un multa por un delito de revelación de secretos, facilitaron de forma continuada a González Rubio información confidencial procedente de las bases de datos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP).

Hermes dice que fue legal

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA se ha puesto en contacto con el comisario Agapito Hermes de Dios, que ha confirmado que el exinspector González Rubio estuvo a sus órdenes en la comisaría de Usera (Madrid): "Se jubiló y un día me llamó porque era abogado, se dedicada a trabajar como letrado y hacía temas de extranjería. Me llama y me dice que va a venir un colombiano. Cuando llegaban los extranjeros tienen que dar un motivo de la visita y le dejamos salir. Muchas veces nos llaman de las embajadas y nos dicen que vienen sus familiares. Y yo le dije a González Rubio: vente y firmas una carta que te haces responsable y que este ciudadano va a salir de España, y por eso le franqueamos la entrada. Y así fue, vino al aeropuerto, firmó la carta de compromiso y le dejamos pasar bajo su responsabilidad y ese compromiso se le mandaba a la Comisaría General de Extranjería", ha explicado.

Hermes de Dios reconoce, además, que González Rubio le llamó "dos o tres veces en relación a dos extranjeros. Se jubiló, era licenciado y a los 65 años se puso a trabajar para un despacho que facilitaba los trámites a extranjeros. A Carlos Salamanca alguien le acusó de que por dinero facilitaba la entrada de personas. Asuntos Internos vino al aeropuerto y nos pidieron explicaciones por el tema de los extranjeros y las cartas. Pero pudieron comprobar que todo era conforme a la ley", ha completado este comisario.

Estrecha relación con Villarejo

Por otra parte, las agendas de Villarejo cuyo contenido ha analizado EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, evidencian la estrecha relación que el actual número dos de la Jefatura Superior de Madrid ha mantenido con el considerado por la Fiscalía Anticorrupción como el cabecilla de un presunto clan policial mafioso. Así, en 2013 esta redacción ha confirmado que el comisario dejó por escrito su implicación directa en el traslado de Hermes de Dios a la comisaría de Barajas como número dos de Carlos Salamanca, amigo de Villarejo, quien finalmente ha acabado procesado por recibir presuntamente regalos e importantes sumas de dinero a cambio de otorgar favores a ciudadanos de Guinea Ecuatorial.

"Aviso [a Agapito Hermes de Dios] de que [el director adjunto operativo] Eugenio Pino dijo OK a su traslado", escribió el 24 de septiembre de 2013, tras lo que advirtió los reparos que mantenía el "jefe superior" al cambio de destino, que finalmente se produjo un mes después: "Ya se confirmó su traslado al aeropuerto", escribió en su diario Villarejo el 21 de noviembre de 2013.

Los manuscritos muestran también que el despacho de abogados de Villarejo se hizo cargo de la defensa del propio Hermes de Dios tras ser imputado por llevar a cabo "una investigación ilegal" al entonces vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que había alquilado y después comprado un ático de lujo en Estepona (Málaga). "Preocupado por su situación. Juez Carretero. Quedamos en hacernos cargo", escribe el comisario. Esta redacción ha confirmado que un letrado del bufete de Villarejo se hizo cargo de la defensa del actual número dos de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

"Hacer gestiones" para Hermes

En diciembre de 2014 Villarejo explica a Hermes de Dios de que "no se va a quedar de segundo en Barajas". El 23 de febrero de 2015, tras ser informado del traslado de Hermes de Dios, el comisario le anuncia su intención de "hacer gestiones" al respecto. Unos días después, el 11 de marzo de 2015, el comisario de Barajas asegura estar "muy contento y animado".

Hermes de Dios volvió a mostrarse "muy contento" el 23 de octubre de 2015, siempre según las grabaciones de Villarejo, tras archivarse su imputación por la investigación contra Ignacio González. Las agendas, que sirven como resumen de los audios del comisario, señalan también que la relación entre ambos comisarios se mantuvo en el tiempo. Así, el 30 de octubre de 2016 se puede leer en el diario: "Agapito. Tomamos café. Preocupado con su futuro. Propone que le nombre comisario jefe de Barajas". Después apunta que Hermes de Dios le ayuda en los juzgados de Plaza de Castilla (Madrid), en los que este último mantenía estrechos contactos con los responsables de seguridad.