Inquietud en el PP por la falta de candidatos en las grandes ciudades de País Vasco y Cataluña

Aunque los congresos regionales del PP en Cataluña y País Vasco están aplazados por ahora (no corren prisa puesto que en mayo no hay elecciones autonómicas en esas dos comunidades), el runrún sobre el futuro liderazgo en dos territorios clave en los que la formación necesita una reconstrucción importante se lleva acumulando tiempo y se intensificó la semana pasada tras la visita del líder nacional. 

En el partido está descontado el relevo de Alejandro Fernández y Carlos Iturgaiz, pero el calendario no es una prioridad en la dirección nacional. El partido en Cataluña sí sufre una mayor división y en el caso del País Vasco, a pesar de las heridas que dejó la salida de Alfonso Alonso, la sensación general según relatan distintos dirigentes es que Iturgaiz ejerce como “referente moral” dentro de la organización y ha servido para coser, aunque “no es un candidato”. La inquietud sobre los reemplazos están encima de la mesa, pero en este momento miran todavía más a los candidatos a las elecciones municipales.

Sobre todo, porque aseguran que “aún no se ha abordado nada al respecto” y todas las miradas se dirigen a después de verano para empezar a hablar de candidaturas a pesar de que solo faltan unos meses para la cita con las urnas. En el País Vasco la visita de Feijóo la pasada semana supuso un bálsamo. Distintos dirigentes aseguran que la percepción “ha cambiado por completo” y que la estrategia del líder nacional de acercarse al empresariado vasco en plena crisis del PNV por su gestión y su acercamiento a Pedro Sánchez en el Congreso tendrá su efecto.

Como publicó este diario, el equilibrio para Feijóo reside en recuperar a votantes que dejaron al PP para confiar en los nacionalistas vascos al tiempo que corteja a la formación para asegurarse sus apoyos en el futuro. El ‘fair play’ del dirigente gallego con el ‘lehendakari’, exculpándole incluso de algunas cuestiones económicas y asegurando que los malos resultados responden a “las políticas erráticas de Sánchez” son buena prueba de ello. En este momento ninguna de las capitales provinciales tiene un candidato confirmado. 

Álava es la provincia con más opciones para el PP y en el partido están convencidos de que el crecimiento puede ser importante tras el bajón de 2020, elecciones en las que los populares se quedaron como cuarta fuerza política. En las anteriores, las de 2016, consiguieron quedarse segundos solo por detrás del PNV. Y entre 2011 y 2015 el alcalde fue el popular Javier Maroto, actual portavoz en el Senado. 

Vizcaya y Guipúzcoa son territorios mucho más hostiles para el PP, pero los candidatos en Bilbao y San Sebastián son decisivos, al menos, para salvar los muebles. En el partido creen que Feijóo no es partidario de grandes revoluciones. La idea, según dicen en País Vasco, es aprovechar “el tirón” del propio líder en las municipales, aunque son conscientes de que el resultado más favorecedor podría venir ya en las generales: “Hay gente que puede votar al PNV en los ayuntamientos y que apostaría por Feijóo en unas elecciones generales”, coinciden distintos dirigentes en su diagnóstico.

La preocupación sobre el liderazgo regional dentro del partido es también importante. Aún así, en Génova aseguran que no es tan importante el nombre del futuro líder como el proyecto. Asumen, que igual que ocurre en Cataluña, “lo más importante y urgente” es ir consolidando un nuevo proyecto que convenza a los votantes catalanes y vascos de volver a confiar en el PP. La postura autonomista de Feijóo ayuda a ese objetivo, coinciden en el PP dirigentes de la cúpula, y su aproximación al empresariado de ambas comunidades también puede ser un impulso fundamental. 

En el caso de Cataluña, hay muchas incógnitas encima de la mesa. En el Ayuntamiento de Barcelona personas muy cercanas a Feijóo ven como una opción a Dolors Montserrat, portavoz del grupo popular en el Parlamento Europeo, por su perfil cercano, “es muy de alcaldesa” aseguran, familiar y además habla habitualmente en su lengua materna. El resto de candidaturas están en el aire, en parte, por la propia situación en la que se encuentra la formación: gestoras en las cuatro provincias y una sensación de división interna con la que el partido quiere acabar cuanto antes.

Hay dirigentes que destacan y que aparecen en muchas conversaciones. Manuel Reyes, del PP de Barcelona, y Xavi Palau, el candidato de Lleida. Pero ambos nombres se incluyen en las quinielas del liderazgo autonómico. Que Alejandro Fernández no repetirá en las autonómicas parece claro, y muchos dirigentes en el partido le sitúan en la lista por Barcelona en el Congreso de los Diputados.

Sin tener candidatos cerrados, los populares de ambas comunidades consideran “muy probable” crecer en la cita municipal de mayo. “Peor que en las anteriores no nos va a ir y la llegada de Feijóo se nota mucho en las bases”, repiten, dejando claro que sus esperanzas están puestas en el liderazgo nacional. Sí urge, coinciden otros dirigentes, en ir cerrando cabezas de cartel y trabajar en un discurso para las campañas. Los resultados a partir de ahí marcarán el resto. Lo ha ido diciendo el presidente nacional y lo repitió el coordinador general, Elías Bendodo, en su rueda de prensa en Génova ayer: “Hay que elegir a los mejores para ganar las elecciones”, respondía a si confirmaba o no a Iturgaiz y Fernández en sus puestos.