Tribunales

Luceño comunica al juez que no puede hacer frente a la fianza de cuatro millones de euros

Alberto Luceño expone al juez que no puede hacer frente a la fianza de cuatro millones por el caso de las Mascarillas

Alberto Luceño, investigado por el 'caso mascarillas'.

Alberto Luceño, investigado por el 'caso mascarillas'. / EPE

La defensa de Alberto Luceño, investigado junto a Luis Medina por el pelotazo de 6,1 millones de euros en la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid, ha comunicado al juez que no puede hacer frente a la fianza de cuatro millones que le impuso ayer el magistrado. 

El juzgado número 47 exigió a Luceño un total de 4.023.966,94 euros y ofició al Punto Neutro Judicial que facilitara los bienes muebles de valor y bienes inmuebles a su nombre, así como a la Agencia Tributaria para que facilite también estos datos y los referidos a la sociedad de la que es propietario, Takamaka Invest S.L. 

"En caso de no pagar la fianza en cuarenta y ocho horas, embárguense los bienes que se encuentren a nombre del mencionado así como de la mercantil", apuntaba el auto del juez.

Alberto Luceño explica que no hace frente a la fianza

En un escrito remitido hoy por la defensa de Luceño su abogado explica que no puede hacer frente a la fianza.

"Por medio del presente escrito, muy respetuosamente, venimos a comunicar al Ilmo. Juzgado la imposibilidad del Sr. Luceño de atender a la fianza impuesta, sin perjuicio de los bienes y saldos en cuentas corrientes ya embargados, si bien, tan pronto se disponga de patrimonio se atenderá a la solicitud", señala en su escrito la defensa de Luceño.

EMBARGO TRAS INTERVENCIÓN DE LAS CUENTAS

Sobre la cantidad de 4 millones fijada, responde a que hasta el momento, según señala el titular del Juzgado de Instrucción número 47 en su auto, sólo le ha podido embargar un inmueble valorado en 1.107.400 euros, diversos vehículos valorados en 946.136,66 euros y el saldo de cuentas corrientes por un importe de 129140,70 euros. Con ello y la cantidad fijada en el auto, que tiene fecha de 29 de abril, se llega a los 6.206.644 de euros ( el total de las comisiones que se llevó) de sus responsabilidades pecuniarias en el caso de que exista condena.

Sin embargo, y al contrario de lo que decició respecto de su socio Luis Medina, por el momento el juez no amplía la imputación contra este empresario con el delito de alzamiento de bienes respecto de él ni de su sociedad Takamaka. Continúa siendo investigado por fraude agravado, falsedad documental y blanqueo de capitales.

La razón es que, tal y como ha demostrado su defensa, el dinero de la venta tres vehículos que podrían ser suceptibles de este alzamiento fue ingresado en las cuentas de la sociedad Takamaka Invest, de la que es el administrador único. También ha aportado los relojes que se le han pedido y justifica los gastos necesarios para su vida personal y vida mercantil de su sociedad Takamaka Invest S.L., dice el juez.

Sobre esta empresa, el juez señala que Luceño podía constituir una sociedad para dedicarse a negocios, y tributar por la misma por impuesto de sociedade sin perjuicio de la tributación como persona física, "de modo que por el momento no hay indicios de elusión de impuestos, máxime cuando la sociedad que creó es administrada por él también y es único socio", añade el auto.

COCHES VENDIDOS

La decisión se adopta pese a que un Range Rover Sport matrícula 5104-LHB y un KTM X BOW, adquiridos Luceño en julio de 2020 por 102.000 euros y 91.800 euros, respectivamente, fueron vendidos el pasado 5 de abril. Cuatro días antes, el 1 de abril, el fiscal jefe Anticorrupción Alejandro Luzón había presentado en los juzgados de Madrid una querella contra él y su socio Luis Medina por la operación investigada. Un tercer vehículo, un Lamborghini Huracan Evo Spider que había sido adquirido por 247.933 euros el 27 de noviembre de 2020, fue vendido el pasado 11 de enero, cuando la Fiscalía ya llevaba más de un año investigando los hechos.

En su declaración ante el fiscal el 14 de abril de 2021, Luceño ya admitió que vendió a través de su empresa Takamaka parte de la flota de coches que compró con el dinero de las comisiones para sacarles beneficio. 

"Eran coches de inversión. Coches que en su momento costaban 800.000 y 700.000 euros que los conseguimos por 399.000, de modo que cuando pase un poco de tiempo los podemos volver a vender", reconoció sin tapujos al fiscal.