Opinión | FEMINISMO

Detrás de la zorra

El debate sobre la canción de Nebulossa tiene cierto aroma a naftalina y mucho de estrategia comercial

En una noche con sorpresas, Nebulossa, con un inédito empate del jurado, ha ganado una de las más reñidas ediciones del Benidorm Fest con su canción Zorra.

En una noche con sorpresas, Nebulossa, con un inédito empate del jurado, ha ganado una de las más reñidas ediciones del Benidorm Fest con su canción Zorra. / JOAQUÍN P. REINA / EP

No hay tema mínimamente popular que no devenga polémica y, con ella, se caven trincheras y se levanten barricadas. Lo importante es tomar partido. Y, si puede ser, denigrar al contrario. Estos días, la batalla se libra por ‘Zorra’, la canción que se impuso en el Benidorm Fest y que representará a España en Eurovisión. Y ahí está Pedro Sánchez (aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid) afirmando que “a la fachosfera le hubiera gustado tener el 'Cara al sol', pero a mí me gustan más este tipo de canciones".

O a Silvia Carrasco, presidenta de Feministes de Catalunya (ese colectivo que, sin ningún rubor, se declara portavoz de todo el movimiento feminista y que algunos medios, sin rigor, lo aceptan como tal), abominando de la canción y afirmando que “Zorra es el grito a partir del cual se asesina a 100 mujeres cada año como mínimo en los últimos dos años”. Muy cierto, igual que ‘maricón’ es el vómito antes de la agresión homófoba. Y, precisamente por ello, la cultura lanza su grito de guerra.

Y ahí está Bob Pop, que sufrió traumáticos episodios de 'bullying' en su infancia y adolescencia, bautizando a su serie ‘Maricón perdido’ o el rap feminista y reivindicativo. IRA Rap cantando: “Soy la zorra que devora con astucia cada parte del pastel que considera injustamente repartido” o Tribade con “Yo la puta que manchó el hip hop / la zorra que te dejó el ano masculino por fin liberado, venga / prueba de nuevo, soy Judith, tú Holofernes / y en mis pinturas estás muerto”. (Recordatorio bíblico: Judith decapitó la cabeza de Holofernes y salvó al pueblo de Israel).

El debate sobre la canción de Nebulossa tiene cierto aroma a naftalina y mucho de estrategia comercial. Podemos hacer estudios antropológicos, sociales, semánticos y de todo tipo sobre ese ‘zorra’. Pero, probablemente, lo que no habrá es diálogo ni voluntad de enriquecimiento. Tan solo una ocasión más para apuntalar las posiciones propias y machacar al contrario. Tras la zorra, un rastro de bilis.