Opinión | INTERNACIONAL

Ven a España, Donald

El expresidente se presenta nuevamente como víctima de persecución judicial injusta ('lawfare') y va a recurrir, de manera que la última palabra la tendrá el Tribunal Supremo en una decisión que podría tener repercusiones sobre su futuro en los 50 Estados y que ha motivado un amplio debate

Donald Trump

Donald Trump / Reuters

Si yo fuera Donald Trump me vendría a España. Veamos: tiene cuatro causas abiertas por un total de 91 delitos y ahora el Tribunal Supremo de Colorado le ha prohibido presentarse a las Primarias Republicanas en ese Estado al amparo de la 14 Enmienda que dice que nadie debería “desempeñar ningún cargo público” si se ha visto “envuelto en una insurrección o en una rebelión en su contra (de la Constitución) o dado ayuda o soporte a sus enemigos”. Y no parece haber dudas sobre el hecho de que Trump animó a los que el 6 de enero de 2021 atacaron el Capitolio por no aceptar el resultado de las urnas. 

Por eso, si yo fuera Trump me venía a España porque aquí se indulta o se amnistía sin mayor problema a los que se levantan contra la Constitución que juraron cumplir. A estos americanos aún les falta mucho por aprender. 

Trump se presenta nuevamente como víctima de persecución judicial injusta ('lawfare') y va a recurrir, de manera que la última palabra la tendrá el Tribunal Supremo en una decisión que podría tener repercusiones sobre su futuro en los 50 Estados y que ha motivado un amplio debate. Sus defensores dicen que no debería dejarse a 9 jueces decidir algo tan importante y el asunto debería quedar en manos de los votantes, entre los que su apoyo no baja: el 62% de los Republicanos creen que debería ser candidato aunque fuera condenado e incluso muchos piensan que podría ser elegido estando encarcelado y luego indultarse a sí mismo desde la Casa Blanca. Surrealista. 

No me gusta nada Trump. Creo que su regreso haría mucho daño a la democracia norteamericana, dando paso a un régimen autoritario donde la división de poderes y el Estado de Derecho se vieran seriamente comprometidos. Un hombre desafiante, convencido de que le robaron la elección, con ganas de venganza y decidido a saltarse cuantas normas se interpongan en su camino para ajustar cuentas con los “comunistas, marxistas, fascistas, y matones de la izquierda radical que como piojos viven en los confines de nuestro país, mienten, roban, hacen trampas en las elecciones, y harán cualquier cosa posible, sea legal o ilegal, para destrozar América”. Eso dice. Y ha anunciado persecuciones contra militares, jueces, fiscales, agentes de la CIA o del FBI, periodistas, y legisladores que votaron a favor de su Impeachment o que afirmaron que perdió la elección. Una auténtica caza de brujas. 

También creo que el regreso de Trump sería muy mala noticia para el mundo porque lo haría más inseguro e inestable: se entiende con autócratas, liga la política exterior a sus caprichos personales, no oculta su admiración por Putin y rechaza dar ayuda a Ucrania, que se vería forzada a buscar la paz perdiendo territorio. Su apoyo a Israel es ilimitado y no se sabe qué podría hacer con Irán. No cree en la OTAN (“I don’t give a shit about NATO”) y Anne Applebaum piensa que la abandonará si es presidente, obligando a los europeos a encargarnos de nuestra propia defensa, algo que no se improvisa y que podría llevarnos a tener que buscar un acomodo con la Rusia de Putin. Tampoco cree en los derechos humanos ni en el cambio climático, no le gustan las Organizaciones Internacionales (ONU, OMS, UNESCO, OMC...) y, nacionalista, habla de imponer una tarifa del 10% a todas las importaciones. También endurecerá la crucial política hacia China. Daniel Drezner dice que su segundo mandato haría parecer el primero como una excursión campestre ('garden party'). 

Joe Biden dice que si Trump no se presaentara él podría reconsiderar su decisión de hacerlo, pero que si es candidato tiene la obligación de pararle. Pero con 81 años su carisma es perfectamente descriptible, su popularidad baja, los Republicanos quieren hacerle un 'impeachment' (destituirle), su política sobre Gaza es muy discutida incluso dentro de su propio partido, la economía no le ayuda y los anuncios de Robert F. Kennedy y de Joe Manchin de concurrir a las elecciones como independientes pueden quitarle votos. En realidad todo sería más atractivo con otros candidatos... pero es lo que hay y la elección se plantea a cara de perro. 

No perdamos la esperanza pues el futuro “no tiene libreto” como dice Isaiah Berlin y aún pueden pasar muchas cosas de aquí a noviembre. Mientras tanto, sigo pensando que entre nosotros Trump lo tendría más fácil...