Opinión | MUJERES

Una víctima exquisita

La serie "Nolly" rescata del olvido la historia de la estrella de la televisión británica Noele Gordon

Noele Gordon

Noele Gordon

De las muchas lecturas y relecturas que admite "Nolly", una serie de tres episodios sobre la estrella de la televisión británica Noele Gordon, hay una claramente feminista, que queda en evidencia en los diálogos más brillantes de su protagonista.

Tras un despido inesperado, injustificado e inexplicable, Nolly, Noele, encarnada por Helena Bonham Carter, transita por el desconcierto y no cesa de preguntarse qué ha hecho mal, hasta que cae en la cuenta. Es una mujer soltera, ya madura, sin hijos, independiente. Con mucha personalidad. Es competente, tiene éxito, es admirada y respetada, muy querida. Disfruta de los pequeños placeres de la vida. No sé si podría decirse que es feliz, pero sí parece, pese a las contrariedades y algunas decepciones personales, que tiene una vida plena. Su caso es desconcertante.

"Cuando una mujer no está con un hombre se dice que es un fracaso, insuficiente o rara", comenta su personaje en uno de los capítulos de la serie. "Cuando eres una mujer y no tienes marido, ni pareja ni hijos, la sociedad no sabe quién eres. No tenemos cabida. Un ejército silencioso de mujeres sin identidad", les explica a unos jóvenes con los que las circunstancias le obligan a compartir escenario.

Y, reconocida su singularidad, concluye: "Lo huelen, la jauría, la manada, el instinto, pueden oler a la víctima. Solo hicieron lo que saben. Me acorralaron, sacaron los dientes y me derribaron, y luego levantaron su copa de champán y a por la siguiente".

Llegada a cierta edad Noele es percibida y tratada como un bulto peligroso, como una víctima exquisita. Algo no encaja, algo peligroso debe habitar en ella. La rareza se paga, viene a decir Nolly, y más si eres mujer, aunque esa certeza a ella no le impidió remangarse y seguir adelante.

Nolly, Noele Gordon, es una mujer real, y su historia es, más o menos, la que se cuenta en "Nolly". Fue la primera mujer que apareció en la televisión en color, en las primeras pruebas que la BBC realizó en los años 40. Trabajó en el cine y en la televisión, no solo como intérprete, también como presentadora, directora y productora. Fue la primera mujer en entrevistar a un primer ministro británico, que en aquel momento era Harold McMillan. Durante 17 años, hasta 1981, fue la protagonista de la telenovela "Crossroads", emitida por Associated Television (ATV), de la que fue despedida tan traicioneramente. Es durante esa etapa de su vida en la que discurre "Nolly".

La serie puede disfrutarse así –en la plataforma de contenidos audiovisuales Filmin–, enfocándose en cómo Nolly afronta la vida sin una familia convencional, aunque envuelta en afectos y amistades. También como el relato de una época hegemónica de la televisión. Como una comedia divertidísima y como un drama sentimental. Está llena de instantes preciosos. No es un guion feminista, al menos no beligerantemente. Está escrita y dirigida por un hombre, Russell T. Davies, lo que demuestra que la sensibilidad y la honestidad no son, por descontado, patrimonio de ningún género.