Opinión | EL BALCÓN DE CATALUÑA

Capitulaciones prematrimoniales

Estamos ante un intercambio nítido: amnistía por investidura y una larga lista de líneas rojas que solo se podrían llegar a cruzar si hicieran falta nuevas transacciones

Carles Puigdemont.

Carles Puigdemont.

Los redactores del pacto entre el PSOE y Junts han inaugurado un nuevo género literario que roza las mejores parodias de los hermanos Marx: el acuerdo sobre los desacuerdos. Estamos ante una especie de capitulaciones prematrimoniales en las que se establecen las condiciones de la separación antes de celebrar la boda. Tan es así que más de uno ya está buscando los auténticos acuerdos que no aparecerían en el texto y que en sus mentes perturbadas alcanzan desde la Alcaldía de Barcelona hasta el indulto de Laura Borràs. No hay indicio alguno porque una estratagema de esta naturaleza es inviable en la era de la transparencia. Así que estamos ante un intercambio nítido: amnistía por investidura y una larga lista de líneas rojas que solo se podrían llegar a cruzar si hicieran falta nuevas transacciones.

El beneficio para Pedro Sánchez es más que sabido: seguir en la Moncloa. Y para Carles Puigdemont parecería que es librarse de las causas que tiene abiertas con la justicia. Aunque una parte de su retórica de las últimas semanas indicaría más bien que la carga de la que se quiere librar es la del liderazgo del independentismo unilateralista. «No dejaremos tirado a ningún soldado» es una afirmación propia de quienes están a punto de abandonar el campo de batalla. Pero ha querido que en su caso sea sin otra rendición que la de votar la investidura de un presidente del PSOE. El resto ya será cosa de quienes administren el pacto que él no ha firmado, porque no tiene poderes legales en la formación que lidera. Veremos, porque es un personaje impredecible por definición.

Cuando un matrimonio firma las capitulaciones antes de la boda es que prima más el interés material que el cariño. En este caso, parece que eso está fuera de toda duda. No hay amor. Lo sabían y lo saben y actuarán en consecuencia. Ha sido el peaje a pagar por un matrimonio que parecía imposible. Su eficacia dependerá de que en unos meses nadie se acuerde de cómo empezó.