MASCOTAS Y HOGAR

Los mejores protectores de sofá para evitar los arañazos de tus gatos

Si tienes un pequeño felino en tu hogar, quizá es mejor cubrir determinados muebles

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Un gato disfrutando de la suavidad de un sofá

Un gato disfrutando de la suavidad de un sofá / Pixabay

Si hay animales en tu hogar como gatos, hámsteres, conejos o perros sabrás que es posible que algunas zonas de tu casa pueden verse dañadas. Rodapiés, cortinas, esquinas de madera de los muebles, el suelo... Las mascotas no solo desprenden pelos o pueden dejar huellas o hacer arañazos con las uñas, por muy cortas o limadas que estén, sino que también pueden mordisquear las patas de una silla o un cable, lo que además podría suponer un peligro para su salud.

Una de las piezas fundamentales de salones u otras estancias como terrazas o cuartos de estar son los sofás. Muchas de las telas que los revisten son delicadas, para proporcionar suavidad y confortabilidad a quienes se sienten o tumben entre los cojines y, por este motivo, pueden ser dañadas con facilidad.

Los gatos son uno de los animales más juguetones e inquietos y les encanta trepar por todo tipo de estructuras. Por ello, escalar un sillón se convierte en un reto muy atractivo para ellos. Además, los felinos necesitan restregar su cuerpo por diferentes ubicaciones de la casa para marcar su territorio. O, asimismo, puede que encuentren tan mullido el sofá que se acurruquen para echarse una siesta mientras reciben los rayos del sol por la ventana.

Si este es el caso de tus pequeñas mascotas, puedes preservar tus muebles y sofás con diferentes métodos, así como asegurar que se mantengan limpios.

Cómo proteger tu sofá ante arañazos de gatos

Hay varias formas. Por una parte, puedes adquirir una funda para el sofá. Se pueden encontrar en tiendas de ropa del hogar, tanto en establecimientos de barrio como en cadenas y grandes superficies. Suelen ser telas extensas que se colocan por encima y que no solo protegen de las mascotas, sino también de los accidentes humanos. Así, se evitarán manchas de comida o bebida, cabellos o cualquier otro tipo de suciedad y, en verano, de posibles marcas de sudor.

Otra buena opción son protectores para esquinas. Son habituales los que están hechos de sisal, un tejido muy resistente parecido a la arpillera. Este material es ecológico, puesto que se confecciona a partir de las fibras de una planta mexicana llamada ágave sisalana.

Estos revestimientos resultan estéticos, son fáciles de quitar y poner y cumplen su función, puesto que el gato se entretiene en arañarlos, en lugar de hacerlo en otras partes del sofá, puesto que esta tela llama más su atención. Además, se pueden encontrar con diferentes formatos, como alfombritas pequeñas y portátiles u otras formas, como aquellas que cubren los brazos del sillón por sus laterales.

Este protector de sofá para gatos es de la web sobre felinos Minimal Cat. / oMinimal Cat

También se pueden colocar láminas transparentes, lisas y flexibles, de plástico u otros materiales, en la parte inferior del canapé o en los laterales. No se notan mucho y se amoldan a la perfección a la forma del sofá. Un posible inconveniente es que algunos modelos se acoplan mediante unos pequeños tornillos, por lo que no se podrán fijar a aquellos sillones de cuero, terciopelo, piel, etc., ya que podrían dejar marcas. Otros estilos no tienen este problema, pues se fijan a partir de su cara autoadhesiva.

Son parecidos los rollos de este mismo material transparente y amoldable. La ventaja de este formato es que se puede comprar con diferentes medidas y cortar. Así, no solo serviría para sofás, sino que también se puede colocar en mesas, sillas, estanterías u otros muebles.

Asimismo, puedes instalar un rascador cerca del sofá. Los gatos con frecuencia se afilan las uñas y, si tienen una superficie apropiada para ello, no sentirán necesidad de ensañarse con tu sillón.