MASCOTAS

Perros y gatos podrían ayudar a prevenir la alergia en niños

Cómo las mascotas pueden ayudar a evitar el desarrollo de asma y alergias durante la infancia

Estos son los 10 gatos que no dan alergia y puedes tener en casa

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L.O.

Un nuevo estudio de PLOS One, ha apuntado que los niños que conviven con gatos o perros durante el desarrollo fetal y la infancia pueden son menos propensos que otros a desarrollar alergias a alimentos. Y es que el estudio de la revista académica habría analizado los datos de más de 65.000 niños en Japón, descubriendo que los niños que habían sido expuestos a perros o gatos domésticos tenían entre un 13% y un 16% de menos riesgo de padecer todas las alergias a alimentos en comparación a aquellos cuyos hogares no tenían mascotas.

Alergias

Los autores de PLOS One declaraban que: "Nuestros hallazgos sugieren que la exposición a perros y gatos podría ser benéfica contra el desarrollo de ciertas alergias alimentarias, aliviando así las preocupaciones sobre el tener mascotas y reduciendo la carga de las alergias a alimentos".

Y es que aquellos niños que habían sido expuestos a gatos eran menos propensos a desarrollar alergias al huevo, el trigo y la soja. Por otro lado, los expuestos a perros eran menos propensos a tener alergias al huevo, la leche y los frutos secos.

No obstante, no se ha observado ninguna relación entre tortugas y pájaros y alergias alimentarias, aunque la exposición a los hámsteres durante el desarrollo del feto, se ha relacionado con el doble riesgo de sufrir alergias a los frutos secos. Puesto que los autores relacionan los frutos secos que consumen los hámsteres pueden volver más sensibles a los bebes a través del contacto físico o el polvo.

Asma

Un nuevo estudio llevado a cabo por el Instituto Karolinska y la Universidad de Uppsala (Suecia) ha apuntado que la presencia de mascotas, concretamente perros y gatos, durante la infancia de los niños previene de la aparición de asma en edades tempranas. Examinaron los datos de más de 1 millón de niños nacidos entre 2001 y 2010, demostrando que los niños que habían crecido con un perro durante su primer año de vida tenían hasta un 13% menos de riesgo de padecer asma en edad escolar.

Por otro lado, los que convivieron con animales de granja se vincularon a un 52%. El líder del estudio, Tove Fall, explicaba que: “La exposición a grandes cantidades y gran diversidad de microorganismos y endotoxinas tiene el potencial de influir en el riesgo de asma".