¿Tu gato ha engordado? Así puedes conseguir que pierda peso

El sobrepeso es uno de los problemas más comunes entre los gatos, sobre todo si están esterilizados y tienen más de dos años, ya que reducen su actividad física. Y moviéndose menos y con la misma comida, es normal que acumulen grasa en el cuerpo. Sin embargo, no es fácil averiguar si un gato tiene sobrepeso. Entre la envergadura y la cantidad de pelo, puede ser complejo verlo.

En este artículo te enseñamos a detectar si tu gato tiene sobrepeso y cómo remediarlo.

DETECTAR EL SOBREPESO

Averiguar si nuestro gato está un poco pasado de kilos no es tarea fácil, sobre todo si el animal es muy peludo. Pero hay algunos signos que nos deben poner en alerta. En un gato saludable, las costillas y la columna vertebral se deben notar fácilmente; la cintura debe de 'marcarse', haciendo una ligera curva hacia dentro; y la tripa no debe estar abultada o balancearse cuando ande. Sino, es posible que tenga sobrepeso.

Para comprobarlo solo necesitamos coger al gato en brazos y subirnos a una báscula para saber el peso total. Después, hay que volver a pesarse sin el gato para saber el peso del animal. Si pesa más de un 15% de lo normal para su raza, su edad y su sexo, entonces tiene sobrepeso y hay que atajar el problema.

Lo mejor es contactar con un veterinario para que marque una dieta específica para el gato, si es necesario, o para que de unas pautas específicas para la pérdida de peso del animal, pero hay algunos consejos generales a seguir.

NI SOBRAS NI GOLOSINAS

Lo primero es eliminar todas las golosinas durante al menos dos semanas, incluida la leche para gatos. Y es importante que todos los miembros de la familia que convivan con el animal sigan esta misma pauta. Son alimentos muy poco nutritivos y muy calóricos y, en una dieta de pérdida de grasa, resultan contraproducentes, al igual que una dieta hipocalórica humana.

En esta misma línea hay que evitar darle a la mascota las sobras de nuestra comida para reducir calorías. Lo mejor es mantenerle alejado de la mesa para evitar tentaciones.

QUE NO PASE HAMBRE

También podemos ayudar al gato a perder peso reduciéndole un poco las raciones. Lo mejor es consultar con el veterinario qué cantidad racionar. Pero, aunque coma menos comida, hay que evitar que sienta mucha hambre. Para ello, se puede dividir su ración diaria en varias comidas, de modo que coma menos, pero con más frecuencia.

Si incluso así pasa hambre, un truco es mezclar la comida de gato con agua media hora antes de dársela. Así el pienso se infla y el gato tendrá una mayor sensación de saciedad aunque las calorías sean las mismas. También se puede optar por darle directamente comida húmeda, que suele ser menos calórica que el pienso. Incluso es posible elegir fórmulas de comida específicamente pensadas para gatos esterilizados o con sobrepeso, siempre y cuando lo recomiende el veterinario.

ACTIVIDAD FÍSICA

La otra forma de perder peso, además de cuidar más la alimentación, es que el gato haga más ejercicio, que se mueva más. Lo mejor es reservar un tiempo diario a jugar con nuestro felino para estimularle. Además, se puede comprar juguetes específicos, como pelotas o torres para escalar, que impliquen movimiento. Asimismo, si mimamos y acariciamos con asiduidad al gato, se sentirá más querido, más entretenido y menos estresado, lo que evitará que coma por aburrimiento o estrés.

En casos un poco más complejos, incluso se puede colocar la comida del gato en lo alto de una torre de escalar, de unas escaleras o dentro de una bola especial para alimentación, para obligarle a que se mueva para comer.

CONSULTAR AL VETERINARIO

Una vez se empiece este proceso, lo ideal sería controlar el peso del gato cada dos semanas, aunque es posible que el proceso de pérdida de peso dure entre seis meses y un año. En todo caso, lo mejor es consultar con un veterinario para llevarlo de la mejor manera posible, sobre todo si en estos meses de "dieta" el animal sigue sin perder ningún gramo.