TRUCOS PARA EL HOGAR

El truco que no conocías de tu robot aspirador: quítale esto al cargarlo

En los últimos años, es uno de los productos más vendidos durante las jornadas de rebajas conocidas como Black Friday o Cyber Monday

Robot aspiradora.

Robot aspiradora. / Shutterstock

P.D.

Durante los últimos años, uno de los productos más vendidos durante las jornadas de rebajas conocidas como Black Friday o Cyber Monday ha sido el robot aspirador. Sus avanzadas prestaciones, que permiten su puesta en marcha y funcionamiento cuando el usuario está ausente de su domicilio, han seducido de forma clara a los compradores.

Pero este éxito de ventas ha venido acompañado también de algunas dudas: ¿están estos robots adquiriendo datos sensibles que pueden ser vendidos en el mercado global de los datos personales?

¿Qué tipo de datos recogen Roomba y compañía?

El robot aspirador ha sido el primer caso de éxito de la robótica en el ámbito doméstico. En 2002 se fabricó la primera serie de robots Roomba, formada por 15 000 unidades, que se vendió en unas pocas semanas. 18 años más tarde se han vendido millones de unidades y los robots aspiradores representan una importante cuota de mercado en el sector de la limpieza.

Estos agentes electrónicos han evolucionado en distintas direcciones, desde la incorporación de nuevas prestaciones como la capacidad de fregar suelos a la mejora de su “comportamiento inteligente”. Hoy en día disponen de sofisticados sistemas de navegación que les permiten volver a su base de carga en caso necesario y también optimizar la limpieza de una planta entera.

Pero más allá de la guerra de precios y del aumento de sus prestaciones, los robots domésticos han sido protagonistas en los últimos tiempos de alguna polémica relacionada con los datos que recogen sus sensores.

La mayoría de estos aparatos son capaces de usar los sensores para construir un mapa del espacio que deben limpiar y en el caso de los más sofisticados, utilizar cámaras que les permiten identificar obstáculos diversos. Estos mapas pueden ser consultados por los usuarios desde sus móviles usando la aplicación correspondiente.

No es pues ningún secreto que la incorporación a nuestro entorno doméstico de robots semiautónomos conlleva un nivel de captación de datos muy avanzados: mapas de nuestra vivienda, imágenes, registros de temperatura y humedad, registros horarios, etc.

El anuncio en 2017 por parte del fabricante de Roomba de la posible compartición de algunos de estos datos generó una primera polémica, aún no cerrada, sobre el derecho a la privacidad en el ámbito doméstico. ¿Debemos aceptar que se compartan datos sobre nuestra vivienda? ¿Qué límites se deben imponer? ¿Qué mecanismos tenemos para ejercer nuestros derechos?

La privacidad será, al menos, durante la primera mitad del siglo XXI, una de las fuentes de conflicto en un mundo donde la captación de datos personales se ha simplificado extraordinariamente y en el que el cruce de diversas fuentes de datos permite crear perfiles muy precisos de los ciudadanos.

Las ventajas que aportará la digitalización y la robotización de nuestro entorno deberán ser analizadas críticamente para no caer en modelos que facilitan la manipulación social por parte de los grandes agregadores de datos.

¿Cómo sacarle el máximo provecho?

Hay un truco que la gente desconoce para sacarle el máximo provecho al robot aspirador. Estos artilugios incluyen unas escobillas en su parte inferior que limpian toda la casa, pero muchas veces no las limpiamos con regularidad, incluso cargamos el robot con ellas puestas. Esto es un error. Si cargas el artilugio sin las escobillas puestas, la carga será mucho más eficiente y durará más tiempo. Además, mantenerlas limpias es básico para que el robot funcione como es debido.