Calentamiento global

Riesgo climático "elevadísimo" en el sureste español, según el informe del IPCC

El nuevo estudio de la ONU augura fuertes adversidades para el Mediterráneo

Paisaje en sequía

Paisaje en sequía / PEDRO ARMESTRE

Redacción

La productividad agrícola en el Mediterráneo caerá un 17% en 2050 si se mantienen las elevadas emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, las aportaciones de agua dulce se reducirán entre un 4% y un 8% en los países de esta cuenca y ello, tanto si se toman medidas como si no para evitarlo. Por otra parte, un 48% de las especies animales y vegetales terrestres, en el peor de los escenarios, corren un alto riesgo de extinción a causa del calentamiento global, según advierte el nuevo informe del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), que se ha hecho público este lunes.

La productividad agrícola en la región mediterránea podrá caer un 17% para 2050 a causa del cambio climático si se mantiene un nivel alto de emisiones de CO2, advierte el estudio.

El sexto informe de evaluación del IPCC, que este grupo de especialistas climáticos ha publicado este lunes y que actualiza desde 2014 lo que se sabe acerca del calentamiento global y sus efectos, señala que la mediterránea es una región de “relativa alta vulnerabilidad” frente a la crisis climática, aunque con “grandes asimetrías” e impactos más severos en el sudeste.

El documento prevé una reducción de las aportaciones hídricas en la cuenca Mediterránea de entre un 4% y un 8%, un riesgo que será inevitable “con acciones o sin ellas”, asevera en rueda de prensa Jofre Carnicer, uno de los 270 autores del informe -científicos de 67 países diferentes- y especialista en impactos climáticos en el Mediterráneo.

Campos de la huerta de Orihuela afectados por la sequía

Campos de la huerta de Orihuela afectados por la sequía / efe

“Tenemos que trabajar en la adaptación”, insiste por su parte Marta Rivera-Ferre, coautora del capítulo 8 y también experta en esta temática, que recomienda medidas como el incremento de la materia orgánica en los suelos para mejorar su rendimiento y, al mismo tiempo, favorecer la mitigación, pues se incrementaría su capacidad de secuestrar carbono.

“Riesgo elevadísimo” en España

Rivera-Ferre subraya en concreto el “riesgo elevadísimo” proyectado para el sudeste español, que -recuerda- es “la canasta de producción de verduras europea”, y destaca la dificultad para transformar y diversificar un modelo agrícola dominado por el monocultivo, como es el de Europa, y donde la producción intensiva “ha degradado los suelos”.

Todo el continente europeo experimentará pérdidas de producción agrícola a lo largo del siglo XXI, anuncia el IPCC, costes que no se verán compensados por las ganancias que podrían observarse en los países nórdicos.

Extinción masiva de especies

Por otra parte, un 48 % de las especies animales y vegetales terrestres, en el peor de los escenarios, corren un alto riesgo de extinción a causa del calentamiento global, advierte el IPCC.

El informe, que analiza el impacto que el cambio climático está teniendo en el ser humano y en la biodiversidad, ofrece distintos escenarios e incluso en el más «optimista», con una subida media de la temperatura de sólo 1,5 grados -con respecto a la era preindustrial-, prevé una extinción de entre el 3 % y el 14 % de especies.

Las extinciones han empezado

Las extinciones han empezado / pixabay

En la peor posibilidad, con una subida promedio de 5 grados centígrados, el porcentaje sube hasta ser de entre el 3 % y el 48 %, de acuerdo con el análisis que el informe hace de los posibles efectos a largo plazo (entre 2041 y 2100) del calentamiento global.

Las especies endémicas (aquellas que habitan en un único ámbito geográfico) están especialmente amenazadas: el cambio climático podría llevar al fin de todas las especies de este tipo en pequeñas islas, al 84 % en las de montaña, al 54 % en los océanos y al 12 % en los continentes, alerta el documento del IPCC.

El informe detecta ya cambios, algunos de ellos irreversibles, en los ecosistemas del planeta por los fenómenos climáticos extremos relacionados al calentamiento global causado por la actividad humana.

Por ejemplo, más de la mitad de las especies globales estudiadas por los expertos han modificado su hábitat para hacer frente al cambio climático, bien alejándose del Ecuador hacia los Polos, o trasladándose a una mayor altitud sobre el nivel del mar.

A punto de ser irreversibles

A punto de ser irreversibles, advierte el informe, son los impactos en el sistema hidrológico que han causado la reducción de los glaciares o del hielo permanente en montañas y en el Ártico.

Además, las olas de calor extremo han producido las primeras extinciones. El estudio da ejemplos como el del falangero lemuroide, un pequeño mamífero australiano que desapareció tras la ola de calor de 2005, o, también en Australia, el Melomys rubicola, un roedor nocturno dado por extinto en 2016.

Las actuales tendencias en el cambio climático, combinadas con otros factores, «producirán pérdidas y degradación en la mayoría de los bosques del planeta, arrecifes de coral y zonas húmedas costeras», advierte el informe, que también ve muy alto el riesgo de pérdida de biodiversidad en el Ártico.

El documento urge a la comunidad internacional a tomar medidas para frenar esta pérdida de biodiversidad, que incluyen la recuperación de ecosistemas degradados y aumentar la protección de reservas naturales.

«Conservando de forma efectiva entre el 30 % y el 50 % de los hábitats terrestres, fluviales y marítimos, la sociedad puede beneficiarse de la capacidad que tiene la naturaleza para absorber y almacenar carbono, acelerando con ello el camino al desarrollo sostenible», destaca Hans-Otto Pörtner, copresidente del grupo de expertos que ha elaborado el informe.