Contaminación marina

Pandemia de mascarillas en los mares: así se infiltran en nuestro cuerpo

Un estudio desvela la trayectoria de los microplásticos desde el plancton a los humanos

Una mascarilla en el mar

Una mascarilla en el mar / Pixabay

Joan Lluís Ferrer

Las mascarillas quirúrgicas usadas para prevenir el contagio del Covid 19 se han convertido en una nueva epidemia, tanto para la salud humana como para el resto de especies naturales. La eliminación inadecuada de mascarillas quirúrgicas está causando una grave proliferación de microplásticos, capaz de contaminar gravemente el equivalente a más de 54.800 piscinas olímpicas de agua de mar al año, según han descubierto investigadores de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong (CityU).

Esta situación también puede afectar el crecimiento y la reproducción de los organismos marinos y, consiguientemente, a la cadena alimentaria. Los investigadores han hecho un llamamiento a la población para deshacerse de las mascarillas usadas de manera adecuada y reclaman una adecuada gestión ambiental de este residuo, ampliamente distribuido ya a lo largo y ancho del planeta en grandes cantidades.

Los autores del estudio estiman que la demanda global de mascarillas quirúrgicas alcanzó los 129.000 millones de unidades por mes únicamente en 2020. Y algunas investigaciones calculan que, debido a la falta de políticas adecuadas de recolección y gestión, 1.560 millones de mascarillas se lanzaron de manera inapropiada a los mares de todo el mundo en 2020.

"El polipropileno (PP) es el principal material ampliamente utilizado en las mascarillas quirúrgicas. Es un tipo de plástico básico que puede descomponerse bajo los efectos del calor, el viento, la radiación ultravioleta y las corrientes oceánicas, y eventualmente formar microplásticos", dijo el Dr. He. Los microplásticos suelen tener menos de cinco milímetros y pueden tardar cientos de años en degradarse en el océano.

microplásticos

microplásticos / Pixabay

Un paseo con su perro por la playa animó al doctor He a emprender su investigación. "Vi una mascarilla encajada entre rocas en la orilla y otra flotando en la superficie del agua. Dado que todas ellas están hechas de plástico y pueden estar liberando microplásticos, las mascarillas tiradas en cualquier parte afectarán el medio ambiente marino. Creo que este problema continuará por muchos años en la era posterior a la pandemia", afirmó.

Para determinar el alcance y la magnitud de este problema de contaminación y su impacto potencial, He y su equipo recolectaron máscaras descartadas de una playa en Hong Kong para investigar la liberación de microplásticos de las máscaras quirúrgicas de polipropileno en el agua de mar.

El equipo realizó experimentos en el laboratorio para imitar el proceso natural de liberación de microplásticos de las mascarillas desechadas. Empaparon las máscaras en una botella con agua de mar artificial y las agitaron continuamente con un agitador mecánico durante nueve días.

Un millón de microplásticos por una sola mascarilla

Tras el análisis, el equipo descubrió que una mascarilla de tres gramos liberaba inicialmente unos 3.000 microplásticos y calcularon que se liberarían entre 0,88 millones y 1,17 millones de microplásticos durante la descomposición completa de una máscara.

Dado que alrededor de 1.560 millones de mascarillas terminaron en el océano en 2020, el equipo estimó que se liberaron más de 1.370 billones de microplásticos en el entorno marino costero a través de todas las mascarillas quirúrgicas desechadas incorrectamente durante el año.

Ingestión de microplásticos

Ingestión de microplásticos / CityU

“Esta cantidad de microplásticos puede contaminar gravemente 137 millones de metros cúbicos de agua de mar, lo que equivale a llenar más de 54.800 piscinas olímpicas”, añadió Herny He.

El equipo también evaluó la toxicidad crónica de los microplásticos en los copépodos (Tigriopus japonicus), un pequeño crustáceo marino. Durante los experimentos realizados, los copépodos se expusieron a agua de mar artificial que contenía hasta 100 microplásticos por mililitro.

Los microplásticos fueron ingeridos y acumulados en los intestinos de los copépodos marinos. En comparación con los copépodos no expuestos a este contaminante, la fecundidad reproductiva de los expuestos a 100 microplásticos por mL se redujo hasta en un 22 % y el tiempo de desarrollo de la maduración fue un 5,6 % más largo.

Del plancton a los peces y a las personas

He explicó que, dado que son una de las clases más abundantes de zooplancton y la principal fuente de alimento de otros animales pequeños en el mar, los copépodos juegan un papel fundamental en la bioacumulación de contaminantes en la cadena alimentaria.

Los microplásticos pueden ir a parar a organismos marinos de nivel superior, como peces y camarones, si consumen copépodos con microplásticos en sus cuerpos. Cuanto más arriba están los animales en la cadena alimentaria, más plástico se acumula, lo que tiene efectos potencialmente dañinos.

Además, la fecundidad reducida de los copépodos puede conducir a una reducción de los recursos alimentarios para los organismos marinos superiores, amenazando el equilibrio del ecosistema marino.

Un copépodo

Un copépodo / Pinterest

El equipo cree que los hallazgos de su investigación demuestran significativamente que la eliminación inadecuada de mascarillas quirúrgicas puede tener un efecto dominó a largo plazo en los ecosistemas marinos costeros, lo que requiere más atención y más estudios.

Para minimizar el riesgo de esta amenaza emergente, se necesita una mejor gestión ambiental, políticas y aplicación de la ley para garantizar la eliminación adecuada de las mascarillas quirúrgicas.

El equipo de investigación insta a todos a deshacerse de sus máscaras usadas de manera adecuada para evitar la contaminación de microplásticos en el ecosistema marino.

Estudio de referencia: https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acs.estlett.1c00748