AGRICULTURA

Madrid empieza a comercializar su aceite con Denominación de Origen Protegida

La primera campaña con el sello de calidad distintivo concedido por la Comisión Europea prevé una producción de más de 3.145 toneladas

El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior madrileño, Carlos Novillo, en una cata de aceite.

El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior madrileño, Carlos Novillo, en una cata de aceite. / COMUNIDAD DE MADRID

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

De los casi 2,8 millones de hectáreas que se destinan al cultivo de olivar en España, en Madrid apenas se concentran 25.000. La cantidad de aceite que sale de la región, particularmente de la zona del sureste, es pequeña. Sin embargo, sus productores llevan años peleando por hacerse un hueco por la vía de la calidad. Y el reciente reconocimiento por parte de la Comisión Europea de la Denominación de Origen Protegida Aceite de Madrid supone un decidido paso adelante en ese sentido. La actual campaña se comercializará por primera vez con esta distinción y para darle impulso la Comunidad de Madrid ha organizado una cata con diez marcas acogidas a este sello de calidad.

En total son 13 las almazaras acogidas a la Denominación de Origen Protegida Aceite de Madrid, situadas en los municipios de Arganda del Rey, Campo Real, Carabaña, Chinchón, Colmenar de Oreja, Perales de Tajuña, Tielmes, Titulcia, Valdilecha, Villaconejos y Villarejo de Salvanés. Cuatro de ellas funcionan bajo los parámetros de producción ecológica. Todas ellas sacarán ahora al mercado sus aceites con el logo rojo y amarillo que identifica el reconocimiento europeo.

Caracterizado, según se ha descrito, "por su sabor único e intensidad aromática", son las variedades con que se elabora, entre otras cuestiones, las que dan al aceite madrileño esas propiedades. Y estas se derivan en gran medida de la situación geográfica y la selección natural. La zona productora se encuentra entre Toledo, donde predomina la cornicabra, y la Alcarria, con presencia predominante de la aceituna castellana. En la denominación Aceite de Madrid conviven estas dos variedades pero también la manzanilla cacereña. Y en menor medida están presentes otras cuatro variedades, carrasqueña, gordal, asperilla y redondilla. El ensamblaje de ellas permite obtener perfiles sensorial es singulares. Para esta campaña se han contabilizado en total más de 3.145 toneladas de aceite.

La comercialización del Aceite de Madrid con el reconocimiento de Denominación de Origen Protegida culmina un proceso iniciado en 2019, cuando el consejo regulador llevó por primera vez la petición ante Bruselas. Desde la aprobación, el año pasado, Madrid pasó a sumarse al cómputo de 32 Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas para aceite de oliva que hay en España. En el proceso ha participado también la Comunidad de Madrid, como se encargó de subrayar ayer el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, quien insistió en que "el apoyo del Gobierno regional al sector primario, en general, y en este caso al oleícola, es incuestionable".

El Ejecutivo madrileño destinó el año pasado 900.000 euros en ayudas al olivar tradicional para más de 700 productores. Según informa la Consejería de Medio Ambiente, el presupuesto para estas subvenciones ha aumentado en 2024 en medio millón de euros hasta los 1,4 millones "en previsión de que se sumen más agricultores a esta iniciativa". A ello se añaden 135.000 euros para el consejo regulador de la Denominación de Origen y los 775.000 euros recibidos por las almazaras en los dos últimos ejercicios.

Desde el departamento que dirige Novillo se insiste, además, en las investigaciones del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) que han contribuido al reconocimiento del aceite de Madrid por parte de Bruselas. Entre ellas, el estudio de la caracterización molecular y morfológica de las variedades de aceituna que se cultivan en la Comunidad de Madrid.

Los suelos calcáreos y las temperaturas explican la idoneidad del desarrollo del olivo en el territorio de la Denominación de Origen. Como defienden los promotores, "las temperaturas medias anuales oscilan entre los 12 y 14 °C, valores óptimos para el olivar. Además, la frecuencia de heladas solo acontece durante el periodo de dormición del olivar, que transcurre de diciembre a marzo y que, habiendo humedad suficiente en el suelo el olivo puede tolerar". Es por eso por lo que desde la época romana y sobre todo con la llegada de los árabes se consolidó en la región el cultivo del olivar y la elaboración de aceite. Los arqueólogos han hallado evidencias de ello al menos desde el siglo III d.C.

En total en la Comunidad de Madrid se cultivan unas 24.850 hectáreas de olivar, por parte de unos 4.500 agricultores, lo que lo convierte en el cultivo leñoso más extenso, por delante del viñedo. Con estas aceitunas se producen por temporada alrededor de 4.000 toneladas de aceite.