Opinión | MADRID CON GAFAS PLURALES

En Madrid no hay madrileños

En mi burbuja, en mi Madrid, apenas viven madrileños. Yo, al menos, no los veo por ningún lado. Supongo que no soy el único al que le ocurre

Gran Vía de Madrid.

Gran Vía de Madrid. / cittadinodelmondo

Deben de estar, pero por más que busco no los encuentro. Mire donde mire, yo, al menos, no los veo por ningún lado. Reconozco que a veces puedo ser un poco despistado, pero van ya camino de seis años viviendo en Madrid y mi sensación es que en esta ciudad hay de todo... menos madrileños.

Casi todo lo que me ha pasado en este tiempo me ha llevado a refrendar esta percepción. A los dos meses de llegar conocí a Cristina, una chica de Granada que ahora es mi novia. Pasé de ser un estudiante a trabajar rodeado de foráneos y me aboné al Atleti, un club fundado, por cierto, por unos estudiantes bilbaínos.

Lo que no he podido todavía es vivir solo —las cosas del alquiler—, y sigo compartiendo piso con Pet y Yiyi. Vinimos en 2017 a la estela de Pablo y Sofi, que ahora se casan pero no lo harán en Madrid aunque lleven viviendo aquí más de una década. Los cuatro son amigos de Logroño, de mi grupo de toda la vida, y lo único que ha cambiado es que ahora quedamos en Cuatro Caminos en vez de en la calle Laurel.

Tampoco son madrileños mis amigos de Madrid, aunque sí son los de Madrid, como le digo a mi abuela. Casi mil kilómetros separan la Málaga de Cris del Vigo de Gabi. Miguel y Dulci vienen de más cerca, de León y Albacete, y Dácil de las islas. La (única) excepción es Andrea, que es de aquí y fue la que realmente nos juntó a todos. A veces nos metemos con su ciudad y nos dice que nos vayamos, aunque todos sabemos que nos quiere cerca.

En mi burbuja, en mi Madrid, apenas viven madrileños. Supongo que no soy el único al que le ocurre.