¿Sabes cuál es la plaza más pequeña de Madrid? Su color principal es inconfundible

Madrid nunca deja de sorprender, y más si se trata de rincones secretos que pasan desapercibidos para la mayoría. Son muchos los detalles que esconde la capital en lo que a historia, arquitectura y arte antiguo se refiere. Un ejemplo de ello es la Plazuela de San Javier, de la que quizás no hayas oído hablar antes a pesar de ser una de las más bonitas e históricas de la capital.

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Ubicada en pleno casco histórico, esta pequeña plaza está en el centro de un complicado laberinto en el conocido como 'Madrid de los Austrias'. Muchos la confunden con una esquina de la calle del Conde, aunque es realmente una plaza pequeña o plazuela. Con gran trasfondo histórico, esta plazuela de San Javier alberga un sinfín de historias protagonizadas por rostros como Quevedo, Lope de Vega o Ramón Gómez de la Serna.

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Construida durante el reinado de Isabel II

Su nombre hace referencia a San Francisco Javier, Santo y Patrón de Navarra, cuya imagen ocupaba una de las fachadas principales perteneciente a un edificio de los Jesuitas. En la actualidad, esta pequeña plaza destaca por el color de una de las fachadas, de color rojo inconfundible, que da a la calle del Conde. Se trata de una especie de palacete que en el pasado perteneció a una familia nobiliaria, pues cuenta con un escudo en ella.

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Este lugar fue ocupado por el Mesón de San Javier, para posteriormente ser propiedad del Aposentador de Felipe II, debido a su proximidad con el Alcázar Real. Además, la Plazuela de San Javier es la protagonista de varias escenas de la zarzuela Luisa Fernanda, y se construyó en un momento clave de la historia española. Durante el reinado de Isabel II y justo antes de la Revolución de 1868, que posteriormente fue inspiración de varios autores, pues su pequeño tamaño la convirtió en única e irrepetible.