MADRID

Personas flotando en el aire entre globos: así fue esta sorprendente 'performance' en pleno Sol

Los artistas 'Filip Custic' y 'Virgen María' fueron los ideadores y protagonistas de esta experiencia artística

La Movida aterriza en el metaverso

La performance de Filip Custic y I'm Virgen María en Sol (Madrid)

La performance de Filip Custic y I'm Virgen María en Sol (Madrid) / Vía Instagram @filipcustic y @imvirgenmaria

La puerta del Sol fue testigo este miércoles de una escena insólita. Un grupo de personas llegó, perimetró un cuadrado y erigió una lona negra alrededor. Cuando la retiraron, apareció una torre compuesta con un dudoso equilibrio perfectamente calculado. Dos figuras humanas se entremezclaban con globos de diferentes tamaños y colores. Lo más llamativo era el cuerpo suspendido en el aire de la persona de arriba, quien no parecía seguir las leyes físicas de este mundo al flotar de esa manera sin ninguna sujeción aparente, delante la mirada atónita de los presentes.

Los dos protagonistas de la composición, inmóviles, tenían una máscara sobre su rostro que simulaba su propia cara, pero con un aura sobrenatural, en la línea del uncanny valley. Esta es una teoría del campo de la robótica con la que se alude a que cuando las figuras antropomórficas reflejan un excesivo parecido con un ser humano real, resultan verdaderamente inquietantes, ya que se difumina la conciencia de que se traten de una creación artificial.

Ataviados con unos pantalones vaqueros, una camisa blanca abierta y una corbata oscura, uno de ellos y, la segunda persona, con una falda y zapatos negros -similares a los de un uniforme escolar-, junto con una camiseta blanca que dejaba su pecho al descubierto, resultaban muy vistosos los toques de color. Se trataba de una malla compuesta por pequeños globos tejidos entre sí que abrazaban los pies de uno de ellos, creado por el diseñador Daniel del Valle (@thevxlley). La melena larga de color azabache de la figura superior caía sobre su compañero. Entre ellos, una colección de burbujas grandes y pequeñas: globos azules, rojos, rosas, amarillos, verdes. Incluso, algunos de helio se elevaban hacia el cielo mediante un pequeño cordón.

La imagen parecía estar detenida en el tiempo. Lo único que recordaba el transcurso de la vida al ritmo de los humanos era el movimiento del público, que se encontraba muy intrigado. Alguien -quizá perteneciente al equipo artístico- quiso provocar la acción y explotar el primer gran globo. Poco a poco, otros espectadores se fueron animando a ir pinchando de uno en uno los demás. Pero las dos personas de la performance no se movieron en ningún momento y continuaron retenidos en la posición inicial; una de ellas, fija en posición ascendente a dos metros de altura.

Cuando estallaban determinados globos se desperdigaban en el aire diferentes sustancias como confeti o tiras de papel brillante. También se escuchaban diferentes sonidos como pitidos, timbres, soplidos u otros difíciles de identificar, pero igualmente expresivos. Para pinchar las esferas de colores se pusieron a disposición de todos los curiosos congregados a su alrededor diferentes utensilios como palillos u otras piezas puntiagudas e, incluso, un pequeño coche rosa teledirigido de juguete con un pincho metálico en su parte delantera que, al ser encabezado hacia un gran globo, lo explotó.

¿Cuál era el significado de esta propuesta artística en el centro de Madrid?

Los artistas conocidos en redes sociales como Filip Custic y I'm Virgen María, ideadores y partícipes de esta performance, colaboran frecuentemente. El primero de ellos, Filip Custic, es célebre por ser el fotógrado y co-diseñador del concepto artístico de las diferentes portadas contenidas en el álbum de Rosalía "El Mal Querer", la obra debut con la que la cantante española se abrió paso a zancadas en la escena musical. Él se define a sí mismo como artista multidisciplinar dedicado al "objetismo", es decir, a trabajar con objetos.

Filip Custic y I'm Virgen María exploran la dimensión performativa de la realidad en sus límites con la esfera virtual. Ambos disfrutan jugando con las posibilidades de prótesis con apariencia semihumana, de máscaras, de espejos, de figuras geométricas, de la pintura y de la moda. También suelen conjugar el arte con las nuevas tecnologías. En esta ocasión, han contado con la participación de otros artistas de campos diversos: BarbarAlmart (@barbaralmart, elaboración de las prótesis), Maro Fernández (@maro.sfx, maquillaje), Pilar Sánchez (@pilarsanchezhair, peluquería), por ejemplo, así como otros ayudantes de arte y estilismo.

Además, en sus propuestas, estos dos creadores experimentan a menudo con el ASMR (en español sería “Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma”), una técnica de grabación de audio consistente en recrear sonidos suaves y envolventes que producen una sensación de escucha tridimensional y una respuesta del sistema nervioso de cosquilleo o escalofrío. Muchas personas encuentran el ASMR muy relajante. En este sentido, incluso la edición de la muestra que los dos han compartido en sus redes sociales tenía en cuenta tanto esta dimensión auditiva como la visual, en cuanto a los clips de vídeo escogidos.

Cuando los seguidores de ambos creadores han preguntado acerca del significado de esta performance tan estética como sorprendente, Filip Custic ha explicado en su perfil de Instagram: "La inspiración principal viene de las estatuas humanas que suele haber en la Puerta del Sol. Quiero cuestionar y poner al mismo nivel el arte callejero y el de los museos/galerías. También hay por ahí conceptos como el ASMR, uncanny valley, liminal space, back room... Internet Culture", refería el artista. Los espacios liminales (liminal space) son aquellos en los que, por estar totalmente vacíos o deshabitados, resultan paradójicamente amenazadores. En cuanto a los Back rooms, hacen referencia a espacios laberínticos de ficción y del mundo onírico que a veces se representan también en el mundo real y que muchos usuarios de Internet han coincidido en que resultan sobrecogedores, una temática de moda en los últimos años y acogida en el panorama cinematográfico y en el de los videojuegos. Filip Custic prosiguió con su aclaración: "Me gusta exponer al ojo humano a situaciones a las que no se haya enfrentado antes para abrir, inspirar y expandir su ojo mental".

Esta representación, probablemente, inquietó a algunos asistentes y encantó a otros -sensaciones no necesariamente excluyentes entre sí-. Sin duda, se suma al catálogo de composiciones artísticas de estos dos creadores que no dejan indiferentes.