AVERÍA RENFE

El último retraso de Atocha no se debe a un fallo técnico: este es el curioso motivo que hay detrás

El cuerpo de seguridad ha tenido que bajar a las vías para solucionar el problema

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Ni descarrilamientos ni averías han sido los culpables del retraso en la Renfe

Ni descarrilamientos ni averías han sido los culpables del retraso en la Renfe / AGENCIAS

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A las 12:00 horas del pasado martes un curioso suceso ha impedido que los viajeros habituales de la Renfe continúen su trayecto. El tráfico se ha visto interrumpido, y no precisamente por averías o fallos técnicos en la infraestructura de los trenes.

Algunos viajeros, atónitos, se han atrevido a sacar los móviles y grabar la secuencia de los hechos que han paralizado el tráfico durante varios minutos. El vídeo se ha viralizado rápidamente por redes sociales como X (anterior Twitter) y WhatsApp,

Varios guardias de seguridad han tenido que intervenir en la operación, que al principio no ha dado ningún fruto. Horas después de este episodio, que ya parecía haberse olvidado tras restablecerse el servicio habitual, la circulación de trenes en la red de Cercanías contaban con retrasos en las líneas C1, C2, C7, C8 y C10 de 15 minutos entre tren y tren.

Estas demoras estaban motivadas por una incidencia en el sistema de señalización en la estación de Atocha, detectado a las 18:52 horas. Como consecuencia, los trenes entre Atocha, Méndez Álvaro y la conexión con el Corredor del Henares a través de Entrevías, sufrieron retrasos que englobaban a las líneas anteriormente mencionadas.

Estas incidencias se suman a las registradas en los últimos días por Cercanías, siendo más de 700 en la red de Madrid en lo que va de 2023 y tres descarrilamientos en 12 días.

El curioso protagonista de los retrasos en Atocha

Una viajera que llevaba consigo un transportín ha sembrado el caos con un gato que se ha escapado de él. El tráfico se ha interrumpido a causa del animal, que, asustado, ha huido y se ha acurrucado en las vías del andén 3.

La dueña se disponía a bajar a las vías para rescatarlo, acompañada del debido cuerpo de seguridad de la estación, que también intentaba agarrar al animal ineficazmente. Cuando parecía que todo iba a acabar al coger un guardia de seguridad al gato, este último se escapaba, arañando a los operarios y huyendo por la vía 5 de Atocha.

Los trenes se mantuvieron parados unos minutos para facilitar el rescate del animal, pero este último acababa desapareciendo entre las vías de la amplia estación.