HOSTELERÍA

Sale a la venta el mítico Tempo II por casi un millón de euros: "El bar funciona bien, pero queremos jubilarnos"

Tras el anuncio de oferta del Palentino y del Sidi, ambos en Malasaña, uno de los locales más concurridos del barrio se publicita en Idealista

"Queremos que el que lo compre continúe con lo que hay", señala uno de sus dueños, Martín, que el año que viene cumplirá 70 años y que lleva regentando este 'templo' con su cuñado desde hace 34 años

Imagen del anuncio de venta del bar Tempo II en Idealista.

Imagen del anuncio de venta del bar Tempo II en Idealista. / IDEALISTA

Ana Ayuso

Ana Ayuso

El mítico Tempo II, el bar ubicado en la calle San Bernardo, esquina con la calle de la Palma, que tantas veces ha abierto sus puertas desde que abrió en enero de 1989 a los impulsores de La Movida y en los últimos años a los cantantes del indie español, se quedará próximamente huérfano, a disposición de alguien que quiera adoptarlo.

La plataforma inmobiliaria Idealista publica desde agosto el anuncio de venta del local, por 990.000 euros, a razón de 4.381 euros el metro cuadrado. Ha sido este miércoles, gracias a la alerta de un usuario de Twitter, cuando los más asiduos de este 'templo' de Malasaña se han enterado de la noticia. "Tengo 40 o 50 Whatsapps por responder de gente que ha visto el tuit", dice Martín desde detrás de la barra acolchada del Tempo II.

Pepe y Martín, los dueños y, entre ellos, cuñados, se quieren retirar. "Yo tengo ya muchos años y quería jubilarme. No es porque el Tempo vaya mal, ni mucho menos", sostiene el mayor de sus gerentes, que cumplirá en 2023 los 70 años. Pepe, por su parte, suma 61 años.

Sin embargo, este anuncio de venta no supone de por sí la desaparición del emblemático bar. "Nuestra intención es que siga como Tempo II. Queremos que el que lo compre continúe con lo que hay, pero tampoco podemos obligarle", explica Martín para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

"Pepe tiene algunos años menos que yo, pero también cuenta más de 60. Si no se vende, tiene la intención de quedárselo él algunos años más", desvela. El precio de venta, señala Martín, es negociable y depende de los métodos de pago y del futuro proyecto. "Nos gustaría que el nuevo dueño pasase con nosotros tres o cuatro semanas para que vea cómo trabajamos", añade. Para que compruebe, en definitiva, cuál es la clave del éxito de una coctelería que, pese a sus precios moderados, sigue dando importantes ganancias. "Nosotros vivimos bien", aclara.

Han descartado la idea del alquiler, aunque saben que les pagarían una buena cantidad, para quitarse de problemas de impagos y de posibles destrozos. "En esta calle, lo que funciona es esto: un bar de copas. Si alguien viene con otra idea, la caga", vaticina Martín con una sonrisa. "Va bien, porque nosotros somos simpáticos y los clientes, más", agrega.

"El Tempo II seguirá", tranquiliza. A él podrán regresar los cantantes y músicos de los grupos de indie que lo frecuentan y a todos los vecinos del madrileño barrio de Malasaña. Y de fuera de estos códigos postales. Confía en que los precios de las bebidas, que hasta ahora servían de reclamo, no escalen, a pesar de las subidas que ha sufrido en los últimos meses las bebidas alcohólicas y el resto de productos.

Se trata del tercer bar mítico de Malasaña que pone el cartel de 'Se vende' en los últimos cuatro años y medio por el mismo motivo. Ya pasó, primero, con el Palentino, en la calle Pez, que cerró en 2018, semanas después de que falleciese uno de sus dueños, Casto Herrezuelo. Posteriormente, la empresa familiar Mamá Chicó compró el local a su entonces dueña, Loli, por más de un millón de euros, según informaban entonces algunos medios. El nuevo concepto cayó con la pandemia y, aunque ahora el restaurante continúa abierto, tuvo que echar la persiana durante un tiempo.

El segundo, un par de años después, fue el Sidi, en la calle Colón, que pasó de bar de servilletas en el suelo a local luminoso gracias a una de sus tabernas vecinas, la Ardosa, que compró y reformó el espacio. Celso y Alicia, como desean Pepe y Martín, se jubilaron después de medio siglo en el bar.

Los cuñados del Tempo, aunque llevan menos detrás de la barra de esta coctelería, trabajaron antes de abrir el negocio en hostelería. Hace pocos años, con la treintena del bar ya cumplida, decidieron no levantar la persiana por las mañanas para servir desayunos. Se limitaron a las tardes y, ahora, ante la falta de relevo en sus familias, buscan un nuevo dueño para su 'hijo'.