Si retienes líquidos en verano, el masaje de pies es tu mejor aliado

Cuidar de uno mismo significa estar atentos a lo que nos sucede mental y físicamente, a lo que pensamos y a lo que sentimos. Siendo así, escuchar a nuestro cuerpo, especialmente, en verano nos dará mucha información de qué es exactamente lo que necesitamos para pasar unas buenas vacaciones.

Si nos duele la cabeza, quizá es porque estamos deshidratados debido a que el volumen de sangre en el cuerpo disminuye y provoca una reducción en el flujo sanguíneo hacia el cerebro. En cambio, si nos sentimos con los pies o con los tobillos hinchados puede que sea fruto de las olas de calor. Son pequeñas alertas que nuestro cuerpo nos envía para que sepamos exactamente lo que necesitamos.

Aunque estemos de vacaciones no hay que descuidar ni la alimentación ni la práctica deportiva, ya que nuestro cuerpo necesita actividad. Especialmente en aquellas personas que se sientan con una mayor pesadez y sean propensas a la retención de líquidos o edema. De hecho, para eludir esa acumulación de líquidos se recomiendan algunas disciplinas deportivas como la natación -mejor aún si es en el mar por las propiedades y los beneficios del agua salada- el yoga, el pilates o andar en bicicleta.

Menos sal y menos alcohol

La temporada estival aumenta la acumulación de líquidos provocando que nos sintamos más cansados, con mayor pesadez e incomodidad al no estar ágiles. De modo que seguir una alimentación variada, reducir el consumo de sal, limitar el consumo de alcohol sustituyéndolo por agua, evitar la ropa apretada, levantar los pies y mantenerse activo son algunos de los trucos que los expertos recomiendan para evitar la retención de líquidos en verano provocada por las altas temperaturas y los malos hábitos.

La nutricionista Rocío Praxedes Gómez, de la Unidad de la Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia, hace referencia en su blog a que entre el 70% y el 80% de la hidratación diaria se debe obtener por la ingesta de líquidos, especialmente de agua, y el porcentaje restante debe proceder de la alimentación, especialmente frutas y verduras.

Si los pies están más cansados de lo habitual y los tobillos disminuyen su rango de movimiento aumenta la tensión en las rodillas y eso puede provocar una inflamación al compensar el movimiento, es decir, una tensión en cadena.

En este sentido, la fisioterapeuta kinesióloga y directora de Cielo centro de Masajes y estética avanzada, Cecilia Castro, recomienda una sesión de reflexología podal con drenaje linfático. Un masaje en los pies, ejerciendo ligeras presiones y deslizamientos permite calmar el dolor, fomenta la oxigenación celular y facilita la eliminación de toxinas mediante la activación sanguínea.

Paseos por la playa

Esta técnica que trata los puntos dolorosos está fundamentada en que cada órgano de nuestro cuerpo tiene su reflejo en zonas concretas del pie. Con ella se favorece una mayor relajación, se reduce el estrés y ayuda a conciliar el sueño.

Si en vacaciones haces una visita a la playa puedes aprovechar para estimular los puntos de la planta del pie mientras pisas la arena. Recuerda que la combinación del sol y el mar sirve para relajarse y aumentar la concentración. Caminar por la orilla del agua mientras realizas un ligero movimiento rotatorio e intentas hundir los pies en la arena puede ser un buen masaje.