SALUD MENTAL

Estas son las rutinas que puedes incorporar a tu día a día para mejorar tu bienestar emocional

Desde abrazar más a sonreír, todos los pequeños gestos que mejoran tu día a día

Dos mujeres sonríen

Dos mujeres sonríen

S. C.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el bienestar como “el estado de ánimo en el cual una persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”. El bienestar emocional es básicamente sentirse lo suficientemente bien como para afrontar un día normal con buen ánimo. Parece sencillo, pero visto el aumento de los problemas de salud mental, no lo es.

El bienestar emocional es importante para adaptarnos, llevar a cabo nuestras actividades diarias, soportar las presiones y, en general, vivir de forma saludable. Por lo que cuidar el bienestar emocional es imprescindible para ser feliz y llevar una vida lo más plena posible. Para ello, es necesario frenar, reflexionar disfrutar de las pequeñas cosas, desconectar...Cosas que muchas veces parecen imposibles en el ajetreo diario . Sin embargo, hay algunas rutinas que se pueden incorporar al día a día para conseguirlo.

Duerme bien

Dormir bien es esencial para todo, para la salud física, para un vida saludable y, también, para el bienestar emocional. No dormir disminuye la atención, la concentración, la memoria y afecta al funcionamiento del cerebro. Por eso, aunque a veces es difícil sacar un hueco, como hemos mencionado antes, para mejorar el bienestar emocional es necesario frenar. En este caso frenar para dormir entre 7 y 8 horas al día.

Para conseguirlo, trata de aprovechar el odiado cambio de hora para adaptar tu rutina al horario de invierno. Levántate antes, con el amanecer, desayuna temprano y haz tus labores del día. Así, podrás comenzar a desconectar cuando anochezca, cenar antes y también dormir antes. Si te cuesta conciliar el sueño prueba a apagar el móvil y relajarte leyendo un libro mientras respiras de forma consciente, inspirando y expirando.

Haz deporte

Otro de los clásicos para el bienestar. Y también otro de los que más cuesta. Pero practicar alguna actividad deportiva -además de mejorar la salud general y la forma física- ayuda a eliminar pensamientos negativos, el malestar general, el estrés y la ansiedad. Además, moverse genera serotonina, una de las llamadas "hormonas de la felicidad" y cuya falta puede ser la causante de los sentimientos de soledad y depresión. Así que el hacer deporte eleva el ánimo, el bienestar y la felicidad. Y si se hace al sol, al aire libre, aún mejor.

Se puede empezar con algo sencillo, como salir a andar deprisa por algún lugar cercano. Pero lo mejor es atreverse a empezar a practicar algún deporte que nos guste. Debes buscar el que más se adapte a ti. Natación, boxeo, zumba...cualquiera sirve si practicarlo te gusta y te ayuda a ser constante. Incluso puedes apuntarte a clases de grupo para motivarte más.

Una hora al día de autocuidado

Es importante encontrar un momento cada día para uno mismo, para reflexionar y calmarnos ante la frenética rutina. Al contrario de lo que parezca, no es algo que nos quite tiempo, sino algo que nos ayudará a parar y no dejarnos llevar por la vorágine del día a día. Así, no solo podrás mantenerte más feliz, sino también hacer tus tareas más rápido y mejor.

Solo debes encontrar la forma de autocuidado que te guste. Puedes utilizarla para hacer deporte, para darte un baño relajante, para hacer una rutina de cuidado de la piel con múltiples cremas y velas. También puedes relajar tu mente con Yoga, meditación o mindfulness. O, incluso, utilizarla para dedicarle tiempo a una afición: leer, cocinar, tejer...Eso sí, debes agendar la actividad como si fuera otra de tus tareas del día. No vale saltársela

Abraza y ríe

Cosas tan sencillas como abrazar más a nuestros seres queridos, sonreír al saludar o reírnos con los compañeros de trabajo pueden mejorar nuestra salud mental. Reír y abrazar produce otras dos de las "hormonas de la felicidad", las endorfinas y la oxitocina respectivamente. Reír nos hace más felices, pero abrazar además aumenta la confianza, la generosidad, el amor, la empatía o la excitación sexual a la vez que reduce el estrés.

Incorpora los abrazos y las risas a tu día a día. Abraza a tus amigos, a familiares, a gente que hacía tiempo que no veías o saluda con dos beseso, cualquier contacto físico que establezca un vínculo emocional sirve. Trata de reírte con tus amigos o en el trabajo, ponte una película de risa o un podcast de comedia. Y, si tienes un mal día, sonríe. Sonreír engaña al cuerpo, le hace pensar que estamos felices aunque sea mentira, así que comienza a producir las hormonas de la felicidad. En unos pocos minutos verás como te encuentras mejor.

10 minutos para bailar y cantar

Como se puede ver, en las hormonas está la clave. La felicidad es una actitud mental que se consigue con el tiempo, pero también es una sensación física que podemos forzar para tener un mayor bienestar emocional. Cuantas más hormonas de la felicidad produzcamos, mejor. Una forma rápida y sencilla es cantando y bailando en torno a diez minutos al día. Se puede aprovechar el momento de la ducha, mientras preparamos la mochila para el trabajo, mientras nos arreglamos...Es un pequeño cambio con un gran efecto

30 minutos para pasear de forma consciente

Algo tan sencillo como que nos de el sol ya genera bienestar emocional, pero si lo hacemos caminando de forma consciente aumentamos aún más los sentimientos positivos. Reserva unos minutos al día para caminar únicamente pensando en ese momento. No vale ir organizando el día en tu cabeza, pensar en las tareas que tienes, en si llegas tarde o en cualquier otra cosa. Solo debes pensar en el aquí y ahora, una de las prácticas que recomienda el mindfulness.

Fíjate en las ventanas de los edificios, en la ropa de la gente que pasa, en los sonidos de tu alrededor, en lo bien que se siente el solecito o el frío que hace...Debes fijar tu atención en pequeños detalles para disfrutar de cada uno de ellos y centrarte en el aquí y ahora. Es una excelente forma de vaciar la mente y desconectar antes de afrontar el día a día, por lo que se puede aprovechar el paseo para ir al trabajo para practicarlo.

Reserva una tarde tus relaciones personales

Cuidar de las personas que nos rodean debe formar parte de nuestra rutina diaria. Mantener una buena relación con familiares y amigos es esencial para vivir de forma plena. Para ello, es importante reservar al menos una tarde a la semana para desconectar y pasarla con familiares y amigos. Puedes salir a tomar algo con tu grupo de amigos, quedar para tener una charla con alguien de confianza o hacer una comida familiar. Plantéate, incluso, si es el momento de retomar relaciones con alguna persona de la que te has alejado, o de ampliar tu círculo conociendo a más gente.