CASO ERIAL

Las cien cartas de Zaplana a Elvira Suanzes que leyó la UCO de la Guardia Civil

La exdiputada en las Corts con el PP niega que hiciera de "bisagra" con los protagonistas de Erial

Elvira Suanzes, en el centro, junto a su abogado y su hermano, acceden a la Ciudad de la Justicia.

Elvira Suanzes, en el centro, junto a su abogado y su hermano, acceden a la Ciudad de la Justicia. / Germán Caballero

La exdiputada del PP en las Corts, Elvira Suanzes, fue la última de los quince acusados en declarar. Se acogió a su derecho a responder sólo a las preguntas de su abogada y a la que le planteó su hermano, Saturnino Suanzes, también procesado. Elvira Suanzes negó tener conocimientos fiscales. "Comencé en el IVAJ como secretaria general. Después fui diputada en las Corts Valencianes con Camps, no con Zaplana. En los últimos diez años me he dedicado a la comunicación y publicidad". Suanzes limitó sus interacciones con los protagonistas del caso Erial a la recomendación que hizo a Joaquín Barceló para que su hermano le ayudara a recuperar el dinero que tenía bloqueado en una cuenta de Andorra. También negó cualquier gestión. "Yo no he interlocutado con ningún responsable de banca, ni con ningún ser humano de Andorra". 

Suanzes sí admitió su relación personal con dos de los acusados. "Joaquín Barceló es amigo mío y lo conozco desde hace más de veinte años", declaró Suanzes. "Con Zaplana tengo una relación personal afectiva". Aunque negó haber hecho de bisagra entre ellos y su hermano. "No necesitaba ser bisagra de nadie". 

De hecho, a preguntas de su letrada, Elvira Suanzes relató un episodio curioso durante el registro de la Guardia Civil de su vivienda en Barcelona. "La Guardia Civil leyó más de 100 cartas de don Eduardo [Zaplana] dirigidas a usted", se interesó la letrada de Suanzes, Melani Simón. "Sí. Estaban leyendo y de repente dijeron: ‘Hay que parar, hay que parar. Hay un hallazgo casual’. Esa carta la enviaron a la Audiencia Nacional y el juez la ha devuelto porque entiende que no hay nada constitutivo de delito". Se trataba, como contó Levante-EMV, del mismo grupo editorial, de una misiva del exministro escrita desde la cárcel, de carácter personal, en la que Zaplana relataba las filtraciones sobre la investigación (le advirtieron de su detención) y sugería que la máxima responsable del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) les ayudaría en su batalla para entorpecer la investigación.