TURISMO

Italia autoriza a sus ayuntamientos a aplicar tasas turísticas de hasta 10 euros la noche

El Gobierno italiano permite el aumento en las ciudades en las que hay 20 veces más turistas que residentes

Varios gondoleros en los canales de Venecia, Italia.

Varios gondoleros en los canales de Venecia, Italia.

Irene Savio

Irene Savio

Es una medida que Italia incluyó en su última ley de presupuestos y que promete polémica. La razón es que contempla la posibilidad para los ayuntamientos de las ciudades italianas de aumentar las tasas que pagan los turistas hasta los 10 euros por persona y por cada noche de pernoctación (hasta ahora el techo era de 5 euros). El aumento solo será aplicado en las ciudades que lo soliciten y cumplan con ciertos requisitos. Pero, aun así, el sector hotelero ya ha alzado la voz contra el impuesto.

"Tasar a los turistas no nos parece una buena idea", ha zanjado Vittorio Messima, presidente de la asociación de operadores del sector turístico Assoturismo Confesercenti. "Es un riesgo desalentar a los visitantes, sobre todo a las familias. Es exactamente lo opuesto de lo que deberíamos hacer”, ha continuado Messima, al estimar que el gasto añadido por un núcleo familiar de cuatro podría llegar a los 280 euros la semana.

Con todo, no todas las ciudades tendrán facultad de aplicar el aumento. De acuerdo con la nueva ley, el impuesto solo podrá ser puesto en marcha en aquellas localidades en las que las administraciones públicas puedan probar que "la presencia de turistas es 20 veces superior al número de residentes". Además, los datos deberán ser los certificados por el Instituto Nacional de Estadísticas (el Istat) y tendrán que referirse a la media de los tres años precedentes al año en el que se solicita la aplicación del impuesto.

Ciudades icónicas

El problema es que el riesgo es que se vean afectadas algunas de las ciudades más icónicas del Belpaese, según un estudio llevado a cabo precisamente por Assoturismo Confesercenti. Este informe, de hecho, ha detectado que algunas de las ciudades que cumplen con los requisitos exigidos son Siena, Florencia, Venecia, Pisa y Rímini. Todas ellas grandes localidades del norte de Italia y destinos habituales del turismo europeo e internacional, por su gran patrimonio arquitectónico, artístico y cultural.

Los datos lo ilustran. El Centro de Estudios Turísticos de Siena, por ejemplo, ha registrado que, en el trienio 2017-2019, la media de turistas que recibió cada año la ciudad fue de un millón de personas, mientras que el número de residentes es de 53.000, lo que deja un ratio de turistas/residentes superior a 20. Otros son los casos donde ese ratio es aun más alto, como ocurre en Florencia (29), Rímini (50) y Venecia (49). De ahí también que una organización, Hospitalidad Italiana, incluso llegara a escribir una carta al Gobierno italiano pedir la cancelación de la nueva norma que, sin embargo, salió adelante en los pasados días. 

Eso sí, son pocos los ayuntamientos que ya han confirmado que aplicarán estos aumentos (Florencia, Siena y Rímini no están entre ellos). Por el contrario, desde que se ha sabido de la nueva ley, los debates se han intensificado en muchas de las administraciones locales, con algunos concejales que han salido públicamente a decir que descartan aplicar la nueva medida. 

Por la inflación

Otros, sin embargo, han propuesto estudiar cómo se podrían emplear estos fondos adicionales que entrarían en las cajas de las administraciones en un momento en el que están siendo afectados por la inflación y la crisis energética. Este es el caso de algunas pequeñas comunas, en las que anteriormente no había tasa alguna. 

Por ejemplo: Pomarance, una comuna en la provincia de Pisa, en el que viven 5.800 personas pero que en verano recibe a muchísimos turistas, lo que les ha llevado a acogerse a la iniciativa gubernamental. "Las alzas de los precios nos han impuesto esta decisión. El Estado no nos ayuda", se ha justificado el vicealcalde Nicola Fabiani. Aún así, el aumento previsto en su localidad va desde 0,50 a 1,5 euros por persona. Algo más razonable.