GUERRA EN UCRANIA

Putin se ensaña con los civiles en nuevos ataques contra Ucrania

Rusia mantiene los bombardeos indiscriminados en un incesante cerco a las grandes ciudades del país para desgastar a la resistencia de Ucrania

Putin se ensaña con los civiles en nuevos ataques contra Ucrania.

Putin se ensaña con los civiles en nuevos ataques contra Ucrania.

Irene Savio

La guerra ha continuado este jueves irremisiblemente en toda Ucrania, en una jornada en la que no se registraron avances concretos para un alto el fuego inmediato. Por el contrario, los ataques se reanudaron con especial virulencia en las localidades ya martirizadas por la ofensiva rusa en los pasados días y afectaron, por ejemplo, a la ciudad Merefa, a pocos kilómetros de Járkov, en el este del país. Allí, según las autoridades ucranianas, un bombardeo destrozó una escuela y un centro cultural, cobrándose la vida de al menos 21 personas e hiriendo de gravedad a otras diez.

La continuación de una guerra que nadie sabe cuándo y cómo acabará también ha golpeado nuevamente a Kiev, donde partes de un misil cayeron en la mañana sobre un edificio de Darnytskiy, una zona residencial. Como consecuencia del ataque, al menos una persona murió y otro día más un incendio de gran magnitud se desarrolló en el lugar del impacto del fragmento de misil. Posteriormente, en la tarde, los servicios de emergencia ucranianos también informaron de un nuevo bombardeo sobre Sviatoshyn, otro suburbio de la capital ucraniana, en lo que ya parece una táctica del Ejército ruso para desgastar la resistencia ucraniana poco a poco.

De ahí que, en el vigésimo segundo día de guerra, también se siguiesen oyendo disparos a las afueras de la ciudad más grande de Ucrania, y que continuase el goteo de personas que siguen intentando salir de la capital ucraniana hacia el oeste del país. Aunque también en esta zona, un nuevo ataque fue lanzado en la noche del miércoles contra una estructura militar ubicada en la ciudad de Sarny, a 200 kilómetros de Polonia y cerca del confín con Bielorrusia, según informó la agencia AP citando fuentes locales.

Lento asedio a grandes ciudades

Con todo, durante el día, la preocupación mayor se centró en la localidad portuaria de Mariúpol, donde, horas después del ataque del miércoles contra el Teatro Drama de la ciudad, los rescatistas ucranianos empezaron a evacuar a los supervivientes aún con vida que fueron encontrados en el búnker antiaéreo del edificio, que resistió al bombardeo. De esta manera fueron salvadas decenas de personas, a pesar de que el inmueble —antaño uno de los principales centros culturales de Mariúpol, reconvertido en refugio para desplazados con el inicio de la guerra hace tres semanas— quedó reducido a escombros, según las informaciones difundidas por las autoridades ucranianas, que Moscú ha rechazado, y que, en la inmediatez, no pudieron ser confirmadas por fuentes independientes.

Más triste aún, de ser posible, han sido las noticias procedentes de Chernígov, una ciudad cercana a la frontera de Ucrania con Bielorrusia y Rusia. Viacheslav Chaus, jefe de la Administración Estatal de esta región, informó que al menos 53 personas fueron trasladadas a las morgues de la ciudad durante el día, como consecuencia de los últimos combates. “El enemigo está exponiendo la ciudad a la artillería sistémica y a ataques aéreos, destruyendo la infraestructura civil de Chernígov”, dijo el representante regional, al sugerir también que se está intentando dejar a la ciudad sin agua, gas y electricidad.

Aún así, las autoridades ucranianas y el Ministerio de Defensa de Reino Unido volvieron a sostener que el avance ruso se ha estancado en todo el país, si bien los recuentos de soldados muertos y carros de combate, blindados, y otros vehículos de guerra perdidos por el Ejército ruso y ucraniano son imposibles de verificar ante la falta de información fehaciente de parte de los contendientes. En este clima, las novedades del miércoles sobre avances en la negociación para llegar a un acuerdo de paz siguieron sin debilitar en la población el convencimiento de que la guerra no va a concluir rápido y que la batalla por Kiev aún ha de librarse. “Poco a poco se están acercando”, fue una de las frases más repetidas durante el día.

La razón de la desconfianza fueron también las últimas declaraciones realizadas por ambos bandos, que han estado lejos de aportar claridad. Ejemplo fueron las palabras del negociador ucraniano Mikhailo Podolyak quien insistió en que el diálogo es “complicado” y “las posturas de las partes son diferentes”, a la vez de que dijo que existe la posibilidad de un encuentro entre los presidentes de Ucrania y RusiaVolodimir Zelenski y Vladímir Putin. Acto seguido, Podolyak añadió que la reconciliación “puede llevar pocos días hasta una semana y media. Durante este tiempo, debemos acercarnos a un acuerdo de paz”.

En este contexto, una de las pocas certezas es que la guerra sigue cobrándose vidas de civiles. En concreto, según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, un total de 780 civiles -de los cuales, 58 menores- han fallecido desde el inicio del conflicto, y unos 1.200 han resultado heridos. Un dramático balance que en el que también figuran los nombres de cinco periodistas muertos y al menos tres heridos, y al que hay que sumarle los más de 3 millones de desplazados que han huido a otras zonas de Ucrania o a otros países vecinos, desde el inicio del fratricida conflicto bélico.