Guerra Rusia-Ucrania

La proeza del viceministro ecuatoriano que recorrió cuatro fronteras para sacar a 500 latinos de Ucrania

Luis Vayas, el número dos de la cartera de Movilidad Humana, lideró un equipo para salvar al mayor número compatriotas posible 

Sin embajada en Ucrania, desplazaron contingentes a las fronteras y consiguieron flexibilizar la visa no Schengen para conseguir los rescates  

"Algunos estaban en situaciones críticas, tenían hipotermia o llevaban días sin comer", relata desde Polonia

El viceministro ecuatoriano Luis Vayas, a la derecha, acompaña a los refugiados ecuatorianos al vuelo humanitario

El viceministro ecuatoriano Luis Vayas, a la derecha, acompaña a los refugiados ecuatorianos al vuelo humanitario / EPE

David López Frías

David López Frías

 “Ya hemos sacado a más de 500 latinos de Ucrania. Los últimos informes hablaban de 517 personas. Algunos se hallaban en situaciones realmente críticas. Había quien llegaba con claros signos de hipotermia. Otros que llevaban días sin comer porque no residían en grandes ciudades, sino en poblados apartados de todo, donde no llega la ayuda. Hemos sacado a octogenarios que apenas se podían mover. Hemos mantenido estrecho contacto con todos ellos en todo momento. Ha sido duro, pero la mayoría ya está a salvo”.

No es habitual encontrar a políticos que, cuando llegan los problemas, se metan en el barro. En el caso de Luis Vayas es literal. Es viceministro de Movilidad Humana del gobierno ecuatoriano y vive en Quito. Pero cuando empezó la crisis humanitaria de los refugiados, partió hacia las fronteras ucranianas con un contingente de su Gobierno, con el objetivo de sacar el máximo número de compatriotas posible de la guerra. No ha sido el único de su ejecutivo en trabajar sobre el terreno, pero sí sea tal vez la cara más visible de esta expedición que ahora concluye.

Aunque no se trate de un dato muy conocido, en Ucrania abundan los ecuatorianos. Es uno de los destinos favoritos de los jóvenes de ese país cuando deciden venir a estudiar a Europa. El coste de la vida es el factor decisivo para elegir destino. Se estima que un estudiante puede vivir un año en ese país por unos 3.000 dólares. Y aunque la ecuatoriana sea la nacionalidad iberoamericana más presente en Ucrania, también hay allí viviendo cientos de chilenos, colombianos, cubanos o peruanos. El éxodo ucraniano también habla español.

Parte del equipo del gobierno ecuatoriano que ha trabajado las últimas semanas para sacar a compatriotas de Ucrania

Parte del equipo del gobierno ecuatoriano que ha trabajado las últimas semanas para sacar a compatriotas de Ucrania / EPE

“Antes de que empezase la invasión, nosotros ya habíamos procedido a mapear a los ciudadanos ecuatorianos residentes en Ucrania”, explica Luis Vayas por videoconferencia a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Habla desde Polonia, porque todavía no ha regresado a su país. “No me resulta extraña Europa. Yo ya viví en España”, cuenta este efectivo del Gobierno ecuatoriano que estuvo residiendo en Madrid durante su época como trabajador de la embajada de su país en España.

870 compatriotas

La preocupación por el conflicto de Ucrania fue, en su caso, más allá del mero interés geopolítico que se le presupone a un ministro experto en migraciones. En este caso les iba la vida a casi un millar de compatriotas. En total son 870 los ecuatorianos que residen actualmente en Ucrania. Especialmente jóvenes que se van a Kiev para completar sus carreras.

Las cifras dicen 870, pero creemos que hay algunos más. La gran mayoría, estimamos que un 85%, son estudiantes. Vienen a cursar Medicina o alguna Ingeniería. Pero también existe el otro 15%. Son ecuatorianos que ya viven en Ucrania, han formado una familia y no quieren salir”, cuenta Vayas. Sea como fuere, el viceministro señala que la preocupación por la seguridad de casi un millar de compatriotas llevó a su gobierno a establecer un operativo propio para devolverlos a casa.

“El primer hándicap que encontramos fue que no tenemos embajada o consulado en Ucrania ni en Polonia. Todos las gestiones las teníamos que hacer desde la Embajada de Ecuador en Viena”, cuenta Vayas. El segundo fue “la situación documental en la que se encontraban algunos de los ecuatorianos allí. Porque Ecuador no es zona Schengen y en algunos casos les pedían seis meses de vigencia del pasaporte, que muchos no tenían. Esto fue lo que levantó las alarmas de la Cancillería de Ecuador”.

Luis Vayas, de espaldas, habla con los ecuatorianos que han logrado escapar de la guerra

Luis Vayas, de espaldas, habla con los ecuatorianos que han logrado escapar de la guerra / EPE

Tras identificar los casos y poner a disposición varias líneas telefónicas de asesoría y ayuda, su gobierno desplazó a seis personas a las diferentes fronteras ucranianas. Enviaron efectivos a Polonia y Hungría, los países que más refugiados están acogiendo. Pero también a Eslovaquia y a Rumanía. El único país que quedó privado de este dispositivo fue Moldavia, “pero porque fue el primero en cerrar accesos”, señala Vayas, que apunta que han conseguido, mediante sus conversaciones con los países fronterizos, que se flexibilicen las condiciones de visado para los países fuera del espacio Schengen.

El operativo

El operativo ha consistido, a grandes rasgos, en coordinar esfuerzos con las entidades humanitarias que están trabajando sobre el terreno para sacar a gente de Ucrania. Especialmente con Cruz Roja. Contactaron con los compatriotas en los territorios afectados y habilitaron líneas telefónicas para ofrecer ayuda.

"Recibimos una cantidad de llamadas enorme. Tanto de gente que estaba dentro, como de familiares desde Ecuador dando o solicitando información". La Cancillería de Ecuador trabajó codo con codo con estas entidades, proporcionando datos y facilitando los contactos. Y más allá de las gestiones administrativas, el equipo de Vayas ha estado sobre el terreno, recibiendo en persona a los latinos que iban abandonando Ucrania. Los han ido ubicando en una serie de vuelos humanitarios con destino a Ecuador. En total han sido tres los aviones fletados a tal efecto. El último, el pasado fin de semana, completando así la evacuación de unos 500 ciudadanos de Ecuador.

En estos vuelos también han viajado algunos otros ciudadanos de otros países latinoamericanos. "Hemos llevado a colombianos, a peruanos o a mexicanos. Nuestras relaciones con esos países son excelentes y hemos colaborado juntos en todo momento. Perú, por ejemplo, sí que tiene embajada en Polonia y nos hemos coordinado para obtener mejor resultados. Nos han dejado utilizar sus instalaciones y eso ha facilitado mucho el trabajo". Tras llegar a Ecuador, los latinos de otras latitudes han sido redireccionados después en otros vuelos hasta sus países de origen.

Vayas, a la derecha, acompaña a los 7 ecuatorianos cuya salida de Ucrania ha comportado más problemas

Vayas, a la derecha, acompaña a los 7 ecuatorianos cuya salida de Ucrania ha comportado más problemas / EPE

Los únicos latinos residentes en Ucrania que no han querido regresar a su país natal han sido los cubanos. Se estima que hay unos 300 isleños residiendo en el país. Pero la mayoría, o ha optado por quedarse y pedir armas para defender el país, o han solicitado asilo en otros países, como el grupo de siete cubanos que pidió formalmente a Estados Unidos ser acogidos.

Casos críticos

Hace hincapié el viceministro en que "no todos los casos estaban en la misma situación. Había algunos que no podían salir. No todos estaban en grandes ciudades como Kiev. Algunos compatriotas estaban atrapados en poblados a los que ya no llegan víveres o combustible". Otros se han visto atrapados en una odisea de kilómetros e incertidumbre.

"Salieron siete ecuatorianos de Sumy (al norte del país) en un convoy de autobuses que no sabíamos dónde iba. Primero nos llegó la información de que saldrían por Kursk, que es territorio ruso. Pero por allí no salieron. Luego nos informaron de que ponían rumbo a la ciudad de Poltava. Más tarde nos llegó que iban hacia el sur, en dirección al Mar Negro, para salir por Turquía", recuerda Vayas. Finalmente, dicho contingente logró salir "por el oeste. Llegaron a la ciudad de Lviv y de ahí partieron hasta la frontera con Polonia", concluye.

Es sólo un ejemplo, pero cada historia encierra un drama. Desde los ecuatorianos que no han querido abandonar el país porque llevan mucho tiempo residiendo en Ucrania, hasta los dos octogenarios ucranianos que han pedido que se los lleven a Perú, porque allí conocen a gente. En total han sido cerca del millar de latinos los que han aprovechado este operativo.

La Cancillería de Ecuador está revisando ahora las cifras para emitir los informes definitivos de la operación. La califican de éxito y el propio Vayas ha compartido en sus redes las fotos en las que sale en el aeropuerto acompañado a los últimos compatriotas que quedaban por salir en su tránsito por Varsovia. Los últimos que querían salir. Porque, a pesar del dispositivo, hay muchos ecuatorianos que ya se sienten más ucranianos que de su tierra natal y han decidido quedarse y luchar.